Mas de la Costa: un infierno para la Vuelta a España 2016
La subida castellonense tiene 4 kilómetros con rampas del 22%. Llucena se ha volcado y varios mosaicos anuncian la ascensión.Vuelta a España 2017: 20º etapa, Corvera-Angliru
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"Esta es la primera vez que subo al Mas de la Costa, pero me parece que también va a ser la última”, bromea Silvia Tirado delante de un mosaico que anuncia la cima que acogerá la meta de la 17ª etapa de la Vuelta a España, el 7 de septiembre. Kiko García, otro exciclista castellonense, prolonga la chanza: “Hoy me he dado cuenta de que la subida engaña mucho. La primera vez dices: ‘Es dura, pero no para tanto’. La segunda: ‘Sí, es dura’. Y ya que llevo más, cada vez me parece más dura. No sé si me hago mayor…”.
Ambos relatan su experiencia después de haber cubierto, en un reportaje para AS, los cuatro kilómetros de ascensión, a una pendiente media del 12,4%. Desde esa cumbre, a 982 metros de altitud, se otean unas bellas vistas y un pueblo: Llucena (o Lucena del Cid, en castellano). Ahí se anuncia por primera vez esta subida que ya se ha bautizado como ‘el infierno’. De hecho se ha creado un hastag en las redes sociales: #infiernoMasdelaCosta. Una ‘costa’ que no alude al mar, sino que significa ‘cuesta’. Mas de la Costa se traduce como Masía de la Cuesta.
No es necesario cruzar el pueblo, pero la Vuelta sí hará ese paso, en una etapa de 173 kilómetros que antes surcará tres puertos de segunda: el Desierto de las Palmas, Sarratella y Benasal. Ya en el núcleo urbano se ven dos indicadores: Mas de la Costa. “Desde que se anunció la etapa, no paran de venir cicloturistas. Y el municipio se está volcando”, apunta Kiko García (Burriana, 25-06-1968), exprofesional de la ONCE y olímpico en Barcelona 1992. A la salida del pueblo, otra prueba: un gran mosaico avisa de que faltan 8 km.
La subida en sí comienza con un desvío a la izquierda, también rigurosamente señalizado. “Al principio hay unas rampitas que te ponen las piernas un poco a tono, pero lo más duro es cuando cambias del asfalto al cemento, a mitad de subida”, describe Silvia Tirado (Castellón, 28-07-1986), campeona de España júnior en 2004 y bronce absoluto en 2011.
Ese punto que señala Tirado está en un collado donde la carretera gira a la derecha. Otro mosaico advierte de que faltan 2,3 kilómetros. Unos operarios dan los últimos retoques. Y una pareja de paisanos que recoge leña avisa: “Ahora viene lo peor”. “Desde ahí hay un kilómetro y medio infernal”, asiente Silvia. “Se engancha mucho, las herraduras son durísimas. Y tampoco te puedes levantar porque patinan las ruedas. Luego encuentras unos descansitos que te dan un poco de vida, hasta que llegas al último repecho, donde ya acabas de morir”. Se refiere a dos rampas del 20% y del 22%. El remate del infierno.