Las seguridad ciclista, a debate tras la muerte de Demoitié
Desde el año pasado se han producido graves incidentes en pruebas relevantes del calendario internacional a causa del trazado y las motos.
La seguridad en las carreras ciclistas preocupa en el pelotón desde hace varios años. Este clima de inseguridad se debe a fallos en la organización de la prueba, con problemas en el trazado, o por atropellos de motos. No se ha olvidado aquel episodio del Tour de 2009, cuando un coche de la televisión francesa arrolló a Johnny Hoogerland y Juan Antonio Flecha durante la novena etapa de la Grande Boucle. Hoogerland recibió 33 puntos de sutura tras caer en una alambrada de espino y el coche que les derribó fue expulsado de carrera. Días antes, otra moto fue expulsada por derribar a Nicki Sorensen.
Esta preocupación ha aumentado más si cabe desde el año pasado, con los numerosos incidentes que tuvieron lugar durante la primavera ciclista. En el Tour de Flandes, dos corredores fueron arrollados por dos coches en pocos minutos. En la Vuelta al País Vasco, varios ciclistas resultaron afectados por la mala señalización de unos bolardos que provocó una grave caída cerca de la línea de meta. Los ciclistas protestaron con un simbólico parón de 5 minutos.
En la París-Roubaix, varios ciclistas se jugaron el tipo cruzando la barrera de un paso a nivel instantes antes de que por las vías cruzase un tren. No hubo que lamentar daños ni lesiones, pero la organización de la prueba volvió a quedar en evidencia. Una situación similar tuvo lugar durante la celebración del Tour de Flandes sub 23, donde los corredores volvieron a saltarse la barrera bajada en un tramo del recorrido.
En la Amstel Gold Race el pelotón se encontró con un coche que les venía de frente en el recorrido. No hubo que lamentar daños, aunque sí un gran susto y graves críticas a la organización.
El verano de 2015 también nos deparó graves incidentes en las pruebas ciclistas. En el Tour de Francia, Peter Sagan recriminó a una moto que se acercó demasiado a él cuando se disponía a cambiar de bici. La reacción en esta ocasión no vino por parte de Sagan, sino de su mecánico, Faustino Muñoz, que arrojó un bidón a la cámara de la televisión francesa. Pocas semanas después, Greg Van Avermaet fue derribado por una moto durante la Clásica de San Sebastián en el descenso de Bordako Tontorra cuando marchaba en cabeza de carrera. Los problemas de realización con las cámaras de televisión impidieron que se viera en directo, pero el corredor belga y su equipo denunciaron la acción en las redes sociales.
Los incidentes con las motos tuvieron su punto álgido en la Vuelta. Primero, Peter Sagan fue arrollado por una moto camino de Murcia. El ciclista eslovaco sufrió quemaduras en su glúteo izquierdo debido a la caída y abandonó la carrera días después. Otro corredor del equipo Tinkoff, el portugués Sergio Paulinho, fue atropellado por una moto de Televisión Española. Estos hechos llevaron al patrón del equipo, el ruso Oleg Tinkov, a plantearse la posibilidad de sacar al equipo de la carrera, cosa que finalmente no hizo.
Uno de los últimos atropellos en carrera tuvo lugar en la pasada Kuurne-Bruselas-Kuurne, donde una moto médica arrolló al ciclista belga del Lotto-Soudal Stig Broeckx, provocándole fractura en su clavícula y en sus costillas.