Ewan, de 21 años, ganó al sprint y Dumoulin es el nuevo líder

El australiano Caleb Ewan, el joven y menudo velocista del Orica-GreenEdge, de 21 años y 1,65 de estatura, subcampeón del mundo sub-23 en Ponferrada 2014, sorprendió a John Degenkolb y Peter Sagan en el sprint en ligera subida de la quinta etapa de la Vuelta a España, en Alcalá de Guadaíra. La alegría no fue completa para su equipo, porque el colombiano Esteban Chaves entró cortado y cedió el maillot rojo al holandés Tom Dumoulin (Giant). Chris Froome también pilló tajada y sacó seis segundos a la mayoría de favoritos.

La ligera subida de 600 metros que acogía la meta sorprendió a algunos hombres de la general, como reconoció el propio Chaves, que entró en un grupo a 8 segundos del ganador junto a Valverde, Nairo Quintana, Purito, Landa, Aru y Van Garderen. Entre medias, a 2 segundos, lo había hecho otro grupo de 14 corredores con Froome, Majka, Pozzovivo y Dumoulin, que arrebataba así la prenda al colombiano.

La jornada había comenzado con la clásica escapada. En coincidencia con la celebración de los Mundiales de atletismo, resulta curioso que un etíope sea protagonista sobre una bicicleta. Su nombre es Tsgabu Grmay, corre en el Lampre-Merida y en el pasado Giro de Italia se convirtió en el primer corredor del país africano en debutar en una gran ronda. En su segunda experiencia, en la Vuelta, no ha querido pasar inadvertido. Este miércoles saltó en el kilómetro inicial y se marchó en solitario.

En el km 20 se le unieron otros dos corredores: el belga Iljo Keisse (Etixx-Quick Step) y el canadiense Antoine Duchesne. Y los tres se lanzaron a la aventura de la jornada, que llegó a superar los siete minutos de ventaja. A 17 km, el pistard Keisse abandonó la compañía de sus colegas, pero duró poco. Atrás, por tercer día consecutivo, tiraba el Tinkoff, que confiaba nuevamente en Peter Sagan, que ya colecciona un primero, un segundo y un tercer puestos.

La etapa deparó poca cosa más: Froome sufrió un pinchazo y su gregario Mikel Nieve se vio implicado en una caída sin consecuencias. Ante la falta de más acción, hubo que entretenerse con el mercadeo: Ryder Hesjedal ha fichado por el Trek y Rein Taaramäe por el Katusha. Y también con las secuelas de la descalificación de Vincenzo Nibali, que clama con insistencia “respeto”, después de haber reconocido su equivocación y de haber pedido disculpas: “No me parece bien que me hagan pasar por un monstruo”. El ‘Tiburón’ ha tenido que suspender incluso su cuenta de Twitter.

La Vuelta cambiará de protagonistas en los próximos dos días, con dos llegadas consecutivas en Cazorla (3ª) y la Alpujarra, concretamente en Capileira (1ª). Dos nuevas ascensiones para probar a los favoritos y una oportunidad para Esteban Chaves para recuperar el maillot amarillo. Más en la etapa del viernes que en la de este jueves, que finaliza en una cuesta suave, donde Óscar Freire venció en la Vuelta a Andalucía de 2007, por delante de Fran Ventoso. A pesar de ello, seguramente habrá más cosas que contar.