El Tour espanta a Froome y seduce a los escaladores

ASO inició su adquisición de la Vuelta en 2008, pero desde entonces Unipublic ha influido en el Tour más de lo que se podía pensar. La ronda gala se está españolizando, si entendemos por este concepto la tendencia a suprimir las contrarreloj del recorrido e incluir muchos finales en alto. A Javier Guillén, máximo dirigente de la Vuelta, le hace tilín la idea: “Me encantaría creer que nuestro formato sirve como modelo”. Y si la edición de 2014 tuvo 54 kilómetros de crono individual y siete etapas de montaña, la Grande Boucle de 2015 dispondrá únicamente de los 14 km de la primera jornada, en Utrecht, más otros 28 km por equipos y ¡nueve! metas cuesta arriba. Repetirá el pavés, 13,3 km divididos en siete sectores camino de Cambrai.

Thierry Gouvenou, el director de carrera, define este diseño como “un Tour para escaladores atacantes”. Aparte, reconoce implícitamente que se encuentra descompensado: “Pasaremos del llano de la primera semana a la alta montaña de la segunda y de la tercera. La dureza se concentrará en los últimos puertos y en los últimos días”. Mientras, Christian Prudhomme, jefe de la prueba, se muestra ilusionado con las innovaciones: “Hemos apostado por un trazado más espectacular”.

Sin embargo, no convence a Chris Froome, ganador del Tour en 2013. El británico confirmó en las redes sociales que el escaso kilometraje contra el reloj no le motiva: “La crono de 60 km y las subidas del próximo Giro se adaptan muy bien a mis características. El Tour se decidirá en las ascensiones, sin margen para la contrarreloj. Igual tengo una estupenda oportunidad de afrontar Giro y Vuelta”. El líder del Sky no acudió al Palacio de Congresos, tampoco Contador, Purito, Quintana y Valverde.

Alberto Contador afirmó a través de una nota de prensa que sí le va lo que vio: “Se trata de un Tour que me gusta, más exigente que en los últimos años. La primera parte será nerviosa con los muros, el viento y los adoquines, y la segunda, con tanta montaña, ofrecerá posibilidades de todo tipo”. La representación española en París se redujo a Javier Guillén, Eusebio Unzué, mánager del Movistar, y Luis Ángel Maté, ciclista del Cofidis.

A favor. A Quintana también le agrada: “Salvo por la tensión de los días iniciales, las piedras y la crono por escuadras metida en carrera. Pero me gusta, me favorece”. Como a Vincenzo Nibali, vigente campeón: “Me recuerda al Tour que gané este año, aunque con más metas en alto y menos contrarreloj. Mi piace (me complace)”. Si ASO y el Tour se han atrevido a reducir los kilómetros de crono de manera tan drástica, con acogida principalmente positiva en el pelotón, quizá se haya abierto la veda contra una disciplina hasta ahora necesaria.