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VUELTA A ESPAÑA

Valverde cribó el gran grupo y Degenkolb arrolló a 42 grados

El murciano probó camino de Córdoba bajo un aplastante calor. Tiró Katusha y fue capturado. El alemán del Giant ganó con autoridad al sprint. Matthews sigue líder.

Actualizado a
John Degenkolb celebra su apabullante victoria sobre Vicente Reynés y Michael Matthews.
John Degenkolb celebra su apabullante victoria sobre Vicente Reynés y Michael Matthews.
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El termómetro de la meta marcaba 42 grados en el Paseo de la Victoria de Córdoba cuando el alemán John Degenkob cruzó la línea de llegada como un avión, para adjudicarse con poderío el sprint de la cuarta etapa de Vuelta a España, por delante del renacido mallorquín Vicente Reynés. Michael Matthews quedó tercero, arañó cuatro segundos y mantuvo el maillot rojo. El calor había endurecido el recorrido de 165 kilómetros. También un ataque de Alejandro Valverde en el tramo final, que hizo una criba en el pelotón y obligó a trabajar a los equipos rivales.

Valverde se había caído en la etapa del lunes y había expectación por conocer su estado físico. Muchas veces, los golpes duelen más a la jornada siguiente. “Tengo molestias en la espalda, pero son los dolores normales en un caso así”, explicó en la salida de Mairena del Alcor (Sevilla). No parecía el día para grandes exhibiciones… Y sin embargo, el murciano fue el gran protagonista de la etapa. A 25 kilómetros, tras coronarse el Alto del Catorce por Ciento (2ª), Valverde abrió gas y se lanzó a por Anacona, Yates y Sicard, que ya remaban por delante.

Las alarmas se encendieron en los equipos de sus rivales. Primero tiró el Tinkoff, pero su trabajo dejó al descubierto las debilidades del equipo de Contador, que pronto se quedó solo en el grupo. Luego pasaron por delante el Katusha (sobre todo), el Sky, el Giant… El cuarteto de cabeza no superaba la ventaja de 18 segundos. En un momento dado, la cámara de televisión enfocó al velocímetro de la moto que rodaba junto a Valverde: la velocidad de descenso era de 86 km/h. Se volaba. A nueve kilómetros, los escapados fueron neutralizados por el pelotón. El murciano no llegó, pero exigió el máximo en la captura, mientras que su compañero Nairo Quintana no dio una pedalada de más.

El aplastante calor tampoco puso freno a los aventureros de la jornada, que ya habían arrancado en el km 3. Otra vez el Caja Rural y otra vez Aramendia, acompañado por el estonio Joeaar (Cofidis) y los franceses Turgot (Ag2r) y Engoulvent (Europcar). Apenas superaron los cuatro minutos al principio de la tentativa, porque el Orica mantuvo un atosigante control sobre ellos. En la primera subida del recorrido, el San Jerónimo (3ª), a 53 kilómetros de la meta, los escapados se rindieron. Entonces tomó el relevo Amets Txurruka (el Caja Rural, una vez más), a quien se unió Engoulvent en el descenso, todavía con ganas de pelea. Tampoco llegaron muy lejos: en la siguiente y última ascensión, el Alto del Catorce por Ciento, fueron engullidos por un pelotón tirado por el poderoso Movistar, que preparaba ya el golpe sorpresa de Valverde.