VUELTA A ESPAÑA
Se abrió el fuego en la Vuelta
Matthews ganó en el repecho de Arcos de la Frontera. Contador no falló y Valverde, que se cayó, perdió siete segundos y el maillot rojo.
De ser apostadores nos hubiéramos arruinado en quince segundos. Primero dimos por seguro que ganaría Giampaolo Caruso y después, raudos, colocamos las fichas en la casilla de Daniel Martin; ganó Michael Matthews, nuevo líder. El ciclista del Orica, que en septiembre cumplirá 24 años, tiene un futuro tan brillante que podría coserse las gafas de sol a la cabeza: en la pasada Vuelta se llevó dos etapas y en el último Giro se vistió de rosa. La próxima vez apostaremos por él. Ya sin dinero.
Cumplido el homenaje al ganador (volveremos a encontrarnos), la etapa, culminada con la subida final, nos dejó la primera pista del estado de forma sobre los favoritos. Purito, tercero, lideró un grupo en el que estaban incluidos Kelderman, Evans, Froome, Urán, Samuel, Nairo, Gesink y Contador. Faltaba Valverde, que perdió siete segundos, como Talansky, Hesjedal, Aru, Van den Broeck y Barguil. Para todos hay excusa. Valverde se vio involucrado en una caída que acabó con varios ciclistas del Movistar por el suelo; otros llegaron mal colocados, otros al punto de ebullición y otros pensaron, probablemente, en las 18 etapas que faltan.
Vayamos con el grupo de cabeza. Entre quienes se presentaron por delante, Contador dejó las mejores sensaciones (por sorprendentes). En el primer examen serio a su rodilla maltrecha, afrontó la escalada final en cabeza y sólo cedió algo de terreno en los últimos metros. Es posible que nuestras ilusiones estén engordando para morir cualquier tarde, pero hay que agradecer su comportamiento. Las estrellas que se ven obligadas a correr en contra de su voluntad se abandonan a la primera dificultad para tener razón, para demostrar que no estaban en condiciones de competir. Contador, de momento, compite.
También compite Kelderman, y es hora de tenerlo en cuenta. La última esperanza del ciclismo holandés (23 años) es un magnífico escalador que terminó séptimo el pasado Giro, después de ser protagonista en numerosas etapas. Quién sabe si no habrá elegido la Vuelta para descubrirse como una estrella. Así lo hicieron otros como Hinault (1978) o Fignon (1983) y así esperamos que lo haga también Barguil, otro francés de altos vuelos y sólo 22 primaveras.
Entretanto, Froome, Nairo y Purito no hicieron más que confirmar su disposición a pelear por el triunfo final. De ellos no se duda. Ni siquiera en una jornada tan exigente como la de ayer, horneada con una temperatura cercana a los 40 grados y animada por una escapada que tuvo como su representante más destacado al mallorquín Lluís Mas (Caja Rural), nuevo líder de la Montaña. Lo de Aramendia es contagioso.
Acabada la etapa, Cancellara se quejó en Twitter de las altas temperaturas y descubrió que había perdido 4,5 kilos durante la jornada. Hoy, camino de Córdoba, seguirá adelgazando. Habrá más calor y un puerto final, a 25 km de meta, que se define a sí mismo: Alto del Catorce por Ciento. Hagan sus apuestas.