Lastras: “Muchos jóvenes me piden que les hable del Chava”

—Chava Jiménez... ¿Qué le inspira su recuerdo?

—El recuerdo de una persona espléndida y generosa.

—¿Por qué?

—Por su carisma, naturalidad y transparencia. Transmitía siempre buen humor. Hacía reír hasta al mismísimo Alfredo Sáenz (expresidente de Banesto).

—¿Por qué cree que le querían tanto los aficionados?

—Porque no mentía a nadie.

—¿Un buen compañero?

—Mucho. Siempre estaba mirando por los más jóvenes, nos aconsejaba mucho. Recuerdo que me dijo una vez: “¿Tú por qué te entrenas como si fueras a ganar el Tour, si nunca vas a ganar el Tour? Céntrate en ganar una etapa y ya verás cómo lo consigues”. Tenía muy buena visión y nos sacaba lo mejor.

—¿Era el líder de la grupeta?

—Sí, sí… Chava guiaba la grupeta siempre. Una vez, cuando faltaban ocho días para comenzar el Giro de 2001, mi primera grande, habíamos subido varios puertos y aún nos quedaba uno, cuando me dijo: “Tú te vas ya para casa, estás fuerte y delgado, no te entrenes más. Según estás, vas a ganar una etapa”. Y vaya que si la gané.

—Hay cierta leyenda de que Chava no era trabajador.

—Es falso, lo que pasa es que Chava necesitaba su mes o dos para desconectar, eso es lógico. Yo le vi terminar una etapa de la Vuelta a Burgos y volver al hotel en bici, o acabar los Puertos y regresar por un camino más largo. Chava no era de esos ciclistas que enseguida afinan: él tenía que currárselo mucho y entrenar más que nadie.

—Usted colabora con la carrera juvenil en su memoria...

—Ayudo en lo que puedo para conservar su legado… Qué bueno sería que todos los profesionales apoyáramos un poco a promocionar a esos jóvenes.

—Muchos de esos jóvenes ni habrán visto correr al Chava.

—Algunos no, pero existen vídeos, está internet... Vienen ilusionados a la carrera que lleva su nombre. Pasa algo parecido con los jóvenes que llegan nuevos al equipo, muchos me preguntan por él, que les cuente, y me hacen sentir bien.