Francia deposita su fe para el Tour en Rolland

Pierre Rolland debutó en el Tour en 2009, en las filas del Bouygues Telecom. Rindió a un gran nivel y terminó en el puesto 21º con 22 años. En 2011 confirmó las expectativas con un rendimiento excepcional en la defensa del liderato de Thomas Voeckler, el ídolo francés, que acabó a un paso del podio, cuarto. Rolland ganó la jornada de Alpe d'Huez a Samuel y Contador, fue décimo de la general y mejor joven. Para este 2012, habrá cambio de guardia en el Europcar: el líder será la esperanza de Francia (calificado así por L'Équipe), de 25 años. Voeckler, que cumple mañana 33, abandonó el Dauphiné con problemas de rodilla, no disputará los Nacionales y duda de su papel en la Grande Boucle.

Rolland no oculta que su principal objetivo de 2012 es el Tour: "Toda mi temporada la he enfocado para llegar en plena forma y con las máximas aspiraciones. Me siento capacitado para el reto". Rolland es buen contrarrelojista, y mejor escalador, pero 101,4 km de crono resultarán demasiados para él. En un país que no brinda por una victoria en su carrera desde 1985, cuando la conquistó Bernard Hinault, a cualquier ciclista que irrumpe con fuerza enseguida se le etiqueta como futuro vencedor de la ronda gala. Como le ocurrió a Sylvain Chavanel, un magnífico corredor, que, sin embargo, no puede ganar un Tour.

La friolera de 27 años desde el triunfo de Hinault se traduce en una terrible crisis de palmarés para la nación que más victorias ha conseguido en su prueba (36), que la celebra cada año como una fiesta de toda la población. Richard Virenque logró el último podio, segundo tras Jan Ullrich en 1997. Luego estalló el Caso Festina en 1998, y en Francia se acuñó el término de ciclismo de dos velocidades: la lenta era la de los limpios, que iban al agua clara, los franceses. No obstante, también se criticó lo comodones que se habían vuelto. "Achacan a que otros se dopan su falta de talento y de ambición", dijo Hinault de ellos. Los últimos años han sido más fructíferos, con importantes prestaciones de Gadret, Moncoutié, Voeckler, Chavanel, Peraud, los Feillu, Fedrigo, Dumoulin, Simon, Hivert o Coppel. Y, ahora, Francia ha depositado su fe en Rolland.