Javier Guillén

"La crisis actual ha obligado a la Vuelta a ganar en calidad"

La Vuelta a España ha revisado sus modelos para "vadear la crisis". Sus cuatro líneas de negocio son las sedes, los patrocinios, la televisión y las relaciones públicas.

FELIPE SEVILLANO

¿Cómo afronta la crisis y se hace rentable un evento como la Vuelta a España?

Si la pregunta es si a la Vuelta le afecta la crisis, la respuesta es que le afecta y mucho. Nuestras líneas de negocio son las de cualquier otro evento a excepción de la taquilla. Fuera de eso nuestras fuentes de financiación son cuatro: las sedes, los patrocinios, los derechos de televisión y las explotaciones de acciones de relaciones públicas.

¿Y en qué les afecta?

Afecta en que hemos tenido que cambiar nuestras técnicas y modelos en la forma de explotación. Antes, en las sedes había una interrelación muy directa con los ayuntamientos por la llegada y la salida. Ahora buscamos más apoyos institucionales. Aquí hemos encontrado una gran interlocución en las diputaciones y gobiernos autonómicos. Eso nos ha servido para darle mayor calidad a la Vuelta, porque estas instituciones no sólo se centran en la salida y la meta, también les interesan mucho los ayuntamientos de paso, lo que hace que el recorrido tenga que ser más meditado.

La Vuelta llega más...

Lógicamente, lo que prima es lo deportivo, pero también nos preocupamos de llegar a muchos más pueblos, de acercar la carrera a más gente, y es una plataforma mayor de promoción de España. Aunque surge de una necesidad, ese cambio lo interpretamos a mejor, porque las diputaciones y comunidades se deben a la integridad de un territorio, y no sólo a un ayuntamiento concreto.

Antes pagaba el ayuntamiento directamente. ¿Y ahora?

Ahora lo hace el ayuntamiento con la diputación, o el ayuntamiento con el gobierno autonómico, o la diputación con la comunidad. La relación ha cambiado. Ya no se centra sólo en llegar o salir, sino que hay que hacer una gran acción de promoción, alimentar a esos sitios todo el año, y también estamos fomentando la marca Vuelta porque nos obliga a hacer más cosas y llegar a mucha más gente.

De esos cuatro pilares de ingresos, ¿cuál es el principal?

Ahora son los derechos de televisión y los patrocinios. Cada uno cubre más del 30 por ciento. Las sedes están en un 20% y las relaciones públicas en un 5%. Antes las sedes cubrían más y la correspondencia con patrocinios y televisión era del 30-30-30, pero han bajado en torno al 15%. Eso se debe a la situación económica en la que nos encontramos, porque curiosamente sí hay más peticiones para la Vuelta, pero la economía está como está. La Vuelta no lo critica, sino que se adapta. Habrá que estar preparados también para cuando haya más dinero, pero de momento lo que hacemos es vadear la crisis ofreciendo calidad.

Desde fuera sí da la sensación de que la Vuelta es más rica en escenarios.

Primero se debe a una cuestión filosófica. La Vuelta tiene que llegar a todos los puntos de España, porque es uno de nuestros referentes. Hay muy pocos eventos internacionales de primer nivel que aglutine a las máximas figuras. Entre ellos, el único que llega a cualquier rincón de España es la Vuelta y tenemos que explotarlo. El elemento que enriquece es el público y cuanto más cerca estemos, mejor. Luego está la necesidad: cada vez nos obligan a mostrarnos más, las exigencias son mayores, y eso enriquece la Vuelta. Tan importante es ir a Madrid o Barcelona, como a Ézaro o Valdepeñas de Jaén. Ahora que se habla tanto de la marca España, la Vuelta es un elemento que se puede asociar muy bien, porque si lo que queremos es fomentar la actividad económica a través del turismo, nosotros somos una ventana que enseña España con proyección a 150 países.

El patrocinador público siempre ha tenido peso en la Vuelta. ¿Se nota con la crisis?

Antes quiero aclarar que tanto con las sedes como con los patrocinadores o la televisión, la Vuelta se mueve por contraprestación. Quiero matizarlo porque cuando se habla de patrocinio público, parece como si fuera una subvención o una ayuda. Todo lo contrario: aquí hay una contraprestación contractual. Vamos a las ciudades porque nos demandan ir. Cuando hay un patrocinador público, es porque hay una propuesta comercial para convencer que asociarse a la Vuelta es bueno para su imagen y publicidad. A cambio obtenemos una financiación.

La pregunta es: ¿afecta más la crisis a este patrocinio?

Siempre hemos tenido patrocinadores públicos: ahora la Roja está asociada a IDAE, aunque en estos momentos no sabemos si va a seguir, por los cambios ministeriales. Aun siendo conscientes de que habrá recortes, esperamos continuar con estos patrocinios. La Vuelta ya ha sido capaz de tener patrocinadores públicos en época de crisis, que no es de ahora, que viene de 2008. Y si le sumamos la crisis del dopaje de 2005, donde ya no estamos, podemos decir que ya hemos pasado periodos críticos y los patrocinios públicos seguían ahí. ¿Cómo afectará en la Vuelta 2012? No lo sé, pero no creo que afecte más que otros años. Además, hoy que vivimos en un mundo competitivo, la Vuelta comparativamente con otros eventos es un evento de oportunidad.

¿Por qué?

Por las posibilidades que ofrece comparativamente con las cifras que mueven otros eventos. Somos más rentables para el patrocinador.

¿También ha tenido que cambiar la Vuelta su relación con los patrocinadores igual que con las sedes?

También. Antes era más fácil, había más inversion. Al haber menos, hay que subir la calidad. ¿Cómo? Pues diciendo al patrocinador que no se trata de una simple plataforma publicitaria, sino que es un evento de primer nivel y queremos que se sume a los valores del evento, del deporte y del ciclismo. A partir de ahí tratamos de que tengan mucha calidad en lo que reciben: eso te obliga a tener menos patrocinadores. Les puedes cuidar mejor, pero también exigir algo más. Todo ello sumado a la gran posibilidad de exposición publicitaria: dos horas de televisión, 150 países, con un escenario de 170 kilómetros que te permite exhibir muchos soportes. Pero ya no vamos tanto a la cantidad como a la calidad.

¿La asociación con el Tour atrae más patrocinio?

La implicación de ASO en la Vuelta es máxima y se traduce en tres realidades. Una: más exposición y más recursos de la venta de derechos internacionales. Dos: hemos sido capaces de explotar las relaciones públicas. Y tres: traen patrocinadores como Cofidis, Skoda, Le Coq Sportif y Alcatel.

¿En qué consisten las acciones de relaciones públicas?

Es la cuarta línea de negocio, pero está creciendo mucho. Tratamos de buscar paquetes promocionales. Primero seleccionamos un escenario y a partir de ahí creas un paquete promocional. El ciclismo es muy sencillo, sales a la calle y lo ves, pero nosotros procuramos que se vea de otra manera, enseñando un entorno, metiéndolos en la carrera en coches exclusivos o en helicópteros. También les acercamos a equipos y exciclistas. Unos vienen buscando la Vuelta más la riqueza turística, pero otra línea es añadir la práctica deportiva: grupos de cicloturistas que hagan parte de la etapa. Es muy demandado en el extranjero.

¿Cómo está el contrato de la Vuelta a España con TVE?

Tenemos un contrato estable hasta 2013. TVE es la aliada natural de la Vuelta, llevamos con ella desde 1983. Es una asociación que funciona bien, costaría entender la Vuelta sin TVE. Nuestra vocación es estar siempre con ella. Por otro lado, los derechos internacionales están subiendo bastante y acabamos de renovar con la UER.

TVE es otra incógnita. No se sabe si habrá una reestructuración, si traspasará derechos

No puedo hablar más allá de la Vuelta. Si nosotros nos hemos reestructurado, TVE está en esa reflexión, supongo. La Vuelta y el ciclismo son muy rentables televisivamente, nuestras cifras están alejadas de otro tipo de eventos, se nos paga menos, lo cual permite que la Vuelta pueda ser un proyecto que se mantenga mejor en la situación actual.

¿Salir al extranjero es otra posible fuente de financiación?

Salir de Holanda en 2009 fue una de las mayores promociones que se ha hecho de España en el extranjero. Organizativamente afrontamos un reto muy difícil y salimos reforzados. Fue rentable, pero el dinero iba en consonancia con la dificultad que suponía salir fuera. Y ellos me trasmitieron que fueron capaces de rentabilizarlo. Nos gustará repetir en 2015.

La creación de una cicloturista es una demanda social, pero también un nuevo ingreso.

Sí. Todo tiene que analizarse como actividad económica: si no es rentable, no se haría. Pero la cicloturista responde también a una alta demanda. A mí me encantaría que se creara un producto estable de la Vuelta por la imagen y por lo económico.

¿La Vuelta sigue siendo rentable?

Sí, pero su rentabilidad ha bajado. Hemos sido capaces de adaptarnos a una situación de hostilidad, pero es necesario que salgamos de este entorno económico para seguir siendo rentables, no vamos a ser una excepción al mercado.

¿La crisis ha hecho más daño que el dopaje?

Lo que ahora está poniendo en dificultad al ciclismo es la crisis. El dopaje hizo mucho daño, pero se supo afrontar y ahora somos un deporte creíble. Hay que insistir en esa lucha, pero hoy el dopaje desde el punto de vista económico no es el problema.

¿Cómo titularía usted esta entrevista?

Un titular podría ser: "De la crisis se sale pedaleando". A nosotros la crisis nos ha obligado a ponernos las pilas, a revisar modelos y a reaccionar a entornos hostiles. Ganamos menos, pero la calidad ha crecido.

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