Yo digo González Linares

Primera fiesta de los italianos

La primera etapa en línea del Giro nos dejó un final para italianos, que a punto estuvo de estropear Purito Rodríguez. Sin embargo, Joaquín arrancó demasiado pronto. Si en vez de atacar a un kilómetro lo hubiera hecho a falta de 500 metros, se habría llevado la victoria. Él conocía la meta por la vuelta anterior al circuito y debería haber aprovechado su explosividad y el factor sorpresa. Porque los que se jugaron el triunfo eran auténticos especialistas en llegadas que pican para arriba. Riccardo Riccó, Di Luca, Rebellin, Pellizotti y Savoldelli son pata negra. Al final ganó Riccó, que ya realizó una gran carrera el año pasado y demuestra que llega con las aspiraciones al máximo para ésta. Aunque lo más importante ha sido ver a Contador en los puestos de cabeza durante casi todo el repecho. Eso quiere decir que ha venido con ganas, que no está tan mal como pensaba. Además, el Giro hay que empezarlo un poco verde e ir cogiendo el punto poco a poco. Como va a hacer él.

En la Clásica de Alcobendas, Ezequiel Mosquera se llevó la carrera después de su exhibición en el Alto de Navacerrada. Ha sido el más fuerte en los dos días de competición, sobre todo en la etapa decisiva, y ayer tanto él como su equipo, el Karpin, controlaron la prueba para no dar lugar a ningún imprevisto. El doble sector, como era prácticamente llano y con circuito incluido, se lo apuntó un sprinter por la mañana, Baden Cooke, y otro velocista por la tarde, Bernardo Ricco. No hubo sorpresas.

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