Récord histórico, sin premio: la estrella Caitlin Clark cae en la final

Caitlin Clark. Recuerden su nombre porque será la revolución del baloncesto femenino en el futuro. La base de 1,83 metros, nacida en West Des Moins (Iowa), rompió este domingo el récord de puntos anotados en una sola edición de March Madness femenino con 191. Atrás quedan los 175 de Sheryl Swoopes en 1993.

Fue una proeza agridulce, triste porque sus 30 tantos con un 8 de 19 desde el triple (algunos increíbles e imposibles, que firmaría el propio Stephen Curry) no sirvieron para dar a Iowa Hawkeyes su primer título en el gran torneo en su segunda participación de siempre en una final. El triunfo final recayó en LSU Tigers (85-102), que antes del descanso vivió de una Jasmine Carson que pasó de no anotar ni un solo punto en las dos rondas previas, a dispararse a los 21 con 5 triples sin fallo en una primera parte que se cerró con un +17 (42-59) para las nuevas campeonas. Alexis Morris (21) y LaDazhia Williams (20) hicieron también una gran labor para que las de Luisiana alzaran el primer campeonato nacional de su historia.

Pero regresemos a Clark, una jugadora ultramediática que apunta a número 1 del draft 2024 dentro de una camada llamada a cambiar el rumbo del baloncesto femenino: Paige Bueckers, Hailey Van Lith, Olivia Cochran... y una Angel Reese con la que se enfrentó este domingo en el American Airlines Center, el majestuoso pabellón de Dallas Mavericks, lleno a reventar en sus más de 19.000 localidades, y que hizo 15 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias y 3 robos… Y que trató de provocar a Clark: con el duelo finiquitado le hizo el gesto de no puedes verme pasándose la mano por la cara (gesto que hizo Caitlin ante Louisville... aunque no directamente a nadie) para, a continuación, señalarse el dedo donde pondrá su anillo de campeona. Tan joven y ya buscando bronca. Un poco extraño. Un poco absurdo en el alba de su carrera.

Capaz de lanzamiento de fantasía, la de Iowa, muy lastrada en la final por las faltas, cierra su tercera temporada con las Hawkeyes con 27 puntos, 7,3 rebotes y 7,9 asistencias. Y el March Madness con 31,8 tantos 10 capturas y 5,2 pases de canasta. Promedió un 42,7% desde el perímetro con un 32/75 en el lanzamiento. En los últimos cuatro partidos del campeonato hizo 30 o más puntos, y en el Elite 8 y en las semifinales alcanzó los 41 con 8/14 y 5/17 de tres, respectivamente. “Eres una jugadora generacional”, le aseguró Kim Mulkey, la entrenadora de los Tigers tras cerrarse el partido, en el que a pesar de la derrota la base sale coronada como la futura emperatriz de la WNBA.