Popovich: “Si Ginóbili salía desde el banquillo, cualquiera puede hacerlo”
El entrenador de los Spurs desde hace más de un cuarto de siglo afronta una nueva temporada con un jugador generacional en su plantilla: Victor Wembanyama.
Con esta temporada, que empieza el próximo 25 de octubre, Gregg Popovich habrá estado de primer entrenador en 28 cursos baloncestísticos diferentes, si bien llegó con el primero de ellos empezado (tras despedir a Bob Hill y cambiando los despachos por los banquillos). No está mal para una figura legendaria, indivisible al deporte en general y a la NBA en particular. Uno que en toda esta época ha conquistado 5 anillos, ha disputado 6 Finales, ha vivido dos lockouts, una pandemia y ha visto como el tiempo y los jugadores pasaban y él, imperecedero, se mantenía inamovible. Popovich ha visto el nacimiento, auge y retirada de Tim Duncan, pasar a cinco Presidentes de Estados Unidos por el Despacho Oval mientras él seguía en el de los Spurs, convertir en lo que son hoy a Tony Parker y Manu Ginóbili y, al mismo tiempo, convertirse en una presencia fantástica, un referente social y cultural y, claro, uno de los mejores entrenadores de la historia, incluido el que más victorias ha conquistado jamás: 1.366, superando el curso pasado las 1.335 de Don Nelson.
Popovich llegó a esa cifra en 2.127 partidos dirigidos, un 64% de acierto, lo que le coloca por detrás sólo de Phil Jackson (70%). En playoffs, que no ha vuelto a disputar desde 2019, está a una de Pat Riley (171), mientras que el Maestro Zen parece inalcanzable en esa categoría (226). Tiene, además, tres premios a Mejor Entrenador (2003, 2012 y 2014), más que nadie; y sumó un total de 22 temporadas consecutivas en playoffs, un récord que comparte con los Nationals/76ers entre 1950 y 1971. No pudieron ser el primer equipo con 23 viajes seguidos a las eliminatorias, no quedaban más milagros en los bolsillos de un equipo de leyenda. Pero qué más da. Queda para la posteridad. Y no parece que Popovich tenga prisa en retirarse: ni mucho menos. Al fin y al cabo, firmó este verano un contrato con los Spurs que le ata a la franquicia para las próximas cinco temporadas, siempre y cuando él quiera cumplirlo en su totalidad. Esto le permitiría superar las 30 temporadas dirigiendo a un sólo equipo, un hecho insólito. Y le haría retirarse del profesionalismo, si no llegan más acuerdos después (que nunca se sabe), con 80 años.
De momento, Popovich sigue ahí. Y afronta la nueva temporada con una nueva perspectiva y algunas expectativas que no ha tenido en estos últimos años, de crisis para la franquicia, que no pisa playoffs desde 2019. El número 1 del draft encumbró a Victor Wembanyama, que fue a recalar a unos Spurs que lograron dicha selección en la lotería. Y la dimensión del jugador francés es tal que serán muchos los que tengan un ojo puesto en un proyecto del que se espera mucho y del que se ven algunas similitudes con 1997, cuando Duncan llegó en el número 1 del mismo draft. Es la tercera vez que los texanos logran dicho puesto, lo que ya hicieron también en 1987, con David Robinson, uno de los mejores pívots de siempre. Duncan, por su parte, es ampliamente considerado el mejor ala-pívot de siempre. Y ambos ganaron anillos, de forma conjunta en 1999 y 2003, este último el que certificó la retirada de Robinson. Luego, Duncan ganó tres más (2005, 2009 y 2014). Ahora, se espera mucho de Wembanyama, que puede mezclar las promesas de jugador generacional con la presión añadida de tener todos los focos puestos en él y que se den tantas similitudes.
Toca esperar. El 25 de octubre todo volverá a empezar y Popovich, de momento, ha estado en un media day más, algo que se convierte en rutina para él por estas fechas, y ha estado hablando de cómo ve al equipo, que tiene mucha gente joven, algún nombre conocido y otro que no tanto: Devin Vassell (que ha firmado un contrato de 146 millones en cinco temporadas), Doug McDerMott, Cedi Osman, Tre Jones, Keldon Johnson, Devonte´ Graham... No son estrellas, pero sí jugadores de rol que pueden funcionar de forma excelente sí lo hace también Victor Wembanyama (19 años, 2,24 cm), cuyos partidos el curso pasado, cuando militaba en el Metropolitans 92, se televisaron en el League Pass, la aplicación de la NBA para ver los partidos, un hecho insólito. Mientras tanto, Gregg Popovich sigue fiel a su estilo y no se casa con nadie. Así lo aseguró en la atención a los medios, cuando dejó claro que ni siquiera había pensado en un quinteto titular cuando fue preguntado sobre el tema. “Si Manu Ginóbili pudo salir del banquillo cualquiera puede y no quiero escuchar nada al respecto”. Con el legendario entrenador nadie tiene el puesto asegurado. Y lo ha dejado bien claro. Es Gregg Popovich. Es su más pura esencia.