Popovich, por encima de todos
El triunfo de los Spurs ante los Jazz le convierte en el entrenador con más victorias (1.336) en la historia de la NBA. Supera a Don Nelson y lo hace, además, en casi 400 partidos menos.
¿Es Gregg Popovich el entrenador más grande de la historia de la NBA? En realidad, qué más da. Es uno de ellos. Es de la estirpe de Red Auerbach, de Pat Riley, de Phil Jackson. Es parte de la mitología, escritura sagrada, de una liga que no se puede entender sin él. En la que todo el mundo tiene una historia, una anécdota o un gran asunto, algo relacionado con Popovich. Siempre bueno, ¿lo has notado? Nadie habla mal de él. Nadie, más allá de rivalidades deportivas, tiene una mala palabra ni un esqueleto en el armario de un entrenador que lleva desde 1996 en el banquillo de San Antonio Spurs. Una vida. Y que, con la victoria de su equipo contra los Jazz tras una remontada improbable (104-102 final), se ha convertido en el entrenador con más victorias de la historia de la NBA. Ahora 1.336 en regular season por las 1.335 de Don Nelson, que por fin ha quedado atrás.
Los Jazz, un equipo ahora mismo mucho mejor que los Spurs, tenían el partido controlado (66-81 a falta de diez minutos). Esta derrota les puede hacer daño (41-25, solo medio partido sobre los Mavs, quinto del Oeste) del mismo modo que la victoria empuja (26-41) a los texanos a solo un partido del décimo puesto, del play in. Pero eso son batallas menores, apenas intrahistoria de una noche gigante y de un partido en el que toda la leyenda de los Spurs, de estos Spurs de Popovich, pareció conjurarse para empujar en unos últimos minutos de rabia y fuerza. Con un equipo con poco talento, de entreguerras y que no se sabe qué forma tendrá en el futuro, Popovich sigue arañando victorias de donde puede. En cuanto el rival le deja un resquicio. Cuando acabó el partido, sin apenas show porque el protagonista es quien es y no le va la farándula, las pantallas del AT&T Center, de la casa de Pops, emitieron un vídeo en el que Don Nelson felicitaba al entrenador, antaño su discípulo, que le acababa de superar: 1.335 victorias Nellie, 1.336 para Pops. Y 1.332 para Lenny Wilkens, 1.221 para Jerry Sloan…
Solo diez entrenadores han llegado a 1.000. De ellos, solo Phil Jackson (70%) tiene mejor porcentaje de triunfos que Popovich: 65,8%, 1.336 victorias y 694 derrotas en 2030 partidos. Entre 1996 y 2022, en 26 años. Todos en el mismo banquillo. Nadie lleva más temporadas seguidas como entrenador del mismo equipo en todas las grandes Ligas profesionales estadounidenses. Popovich, que ha ganado más partidos que seis franquicias (Magic, Hornets, Wolves, Raptors, Grizzlies, Pelicans) y que tiene balance ganador contra todos los equipos de la NBA, superó por encima del 50% de triunfos sus primeras 22 temporadas completas en el banquillo de los Spurs, un récord que le quitó a Phil Jackson, uno de sus más encarnizados rivales, en muchas cosas su némesis. Es el único entrenador que ha dirigió dieciocho temporadas seguidas (2000-2017) de al menos 50 victorias, e igualó el récord de presencias consecutivas en playoffs: 22. Y tiene, claro, cinco anillos. Y el oro olímpico conquistado en Tokio.
Popovich es el cuarto entrenador que se pone al frente del ranking histórico desde que lo abrió el legendario Red Auerbach en 1947. En los 75 años de historia de la NBA solo dos más han estado en esa cima entre Auerbach y él: Wilkens (1995-2010) y Nelson (2010-2022). Después del partido, uno más y a la vez uno de los más especiales, el nuevo hombre récord dedicó el hito a sus jugadores. A su equipo, a su ciudad. A su hogar. Y entendió la ironía de la felicitación de Nelson, no solo su íntimo amigo sino también el hombre que le llevó como asistente suyo en los Warriors, en 1992: "Él me dio trabajo cuando no tenía".
Dos años después, Popovich volvió a San Antonio como vicepresidente de operaciones y general manager. El resto es historia: un 3-15 para abrir la temporada 1996-97, con David Robinson lesionado, permitió a Popovich destituir a Bob Hill y trasladarse al banquillo. Las lesiones le ayudaron a acabar en 22-60 esa temporada y llevarse el número 1 del draft: Tim Duncan. Así nació una de las parejas entrenador-jugador más emblemáticas de la historia del deporte. Y así se gestó la leyenda: primero Duncan y Robinson, después Duncan, Tony Parker y Manu Ginóbili, más allá Kawhi Leonard… del equipo ultra físico de defensa y músculo, un villano en la NBA, al despliegue artístico de pases extra y tiros liberados. Una evolución entre el primer y el quinto anillo (1999-2014) que explica en realidad la transformación de la propia Liga, de la esencia del baloncesto.
Gregg Popovich, nacido en Indiana el 28 de enero de 1949 (tiene 73 años), de padre serbio y madre croata. Que jugó al baloncesto y se graduó en estudios soviéticos en la Academia de las Fuerzas Aéreas mientras servía en la Air Force. Que comenzó allí a entrenar y que se abrió paso, un camino improbable, hasta el banquillo de los Spurs, del que no se ha movido desde aquel 10 de diciembre de 1996. Pops, que amenazaba con irse diez minutos después de la retirada de Tim Duncan pero que sigue ahí, seis años después del adiós de su avatar en pista. Un entrenador maravilloso, un personaje único, un tipo excepcional y un tomo entero, por sí mismo, de la enciclopedia de la NBA. Un trozo de historia, un pedazo de la gran leyenda y, desde hoy, también el entrenador con más triunfos de siempre. Es tan grande que, en realidad, solo era cuestión de tiempo.