Mac McClung ya es el rey eterno del Concurso de Mates de la NBA
Cuatro puntuaciones de 50 y tres títulos del Concurso de Mates. No hay discusión: Mac McClung es uno de los mejores de la historia.

San Francisco estaba preparada para algo especial. Han visto a Golden State triunfar hace algo más de dos años, después del cambio de ciudad que le brindó a los mejores Warriors de la historia en una versión todavía potable. Saben lo que es la grandeza y la tienen bien fresca. La noche de los concursos siempre la cierran los mates, por mucho que a parte de la afición le desilusionen los carteles que se promocionan últimamente, y con un buen regusto esperaban irse a casa los que se acercaron al Chase Center. Final apoteósico y entradas amortizadas.
Mac McClung se había llevado a casa el trofeo de ganador en las dos últimas ocasiones. El miembro de los Magic, que sólo ha disputado un partido con ellos esta temporada porque se centra en la liga de desarrollo gracias a su contrato dual, apostó alto una vez más y se corona con un triplete que le pone a la cabeza del palmarés, ya que nadie había conseguido este hito encadenando sus victorias. Este chico de Gate City, que ni se acerca a los dos metros de altura pero sabe compensarlo con unos muelles de escándalo, abrió las puertas de la eternidad.

Las mejores imágenes del concurso de mates, triples y habilidades
¿Queríais historia? ¡Pues tomad historia! Sólo había un jugador con títulos de campeón en los mates a lo largo de toda la NBA. Ni Jordan. Ni Dominique. Ni Erving. El menudo Nate Robinson se coronó en 2006, 2009 y 2010. No hay registros, desde que se instauró en los años 70, de que hubiera habido three-peat. Bueno, hasta este momento. Lo ha logrado un apuesto base-escolta de 1,88 que ni siquiera está a tiempo completo en la NBA, pulula por la G-League y cada año, a mediados de febrero, sale del escondite para maravillar en cada vuelo. La Liga sigue esperando a los Zion o LeBron, sueños húmedos de épocas pasadas, y a unos Ja Morant y Giannis Antetokounmpo que parecen postularse, pero primero hay que pasar por encima del rey, que la cuarta ya le aguarda.
Mac McClung se citó con algunos de los más grandes. Concursó con el callo en las manos que da la experiencia, sabiendo que era el rival a batir, aplaudiendo el buen hacer de algunos compañeros. Matas Buzelis, de los Bulls, y Andre Jackson, de los Bucks, acusaron los nervios y se quedaron en la primera fase con un par de intentos, respectivamente, flojos de solemnidad. La inquietud pasaba a los espectadores, ya que Matthew era el único que atacaba el aro dando en la diana. La competición estaba en duda y otro ayudó a levantarla con sus intentos.
San Francisco tuvo a bien presentar un panel de expertos a la altura. Recordando el concurso que protagonizó Vince Carter un cuarto de siglo atrás, con él en los comentarios y Tracy McGrady y Kevin Garnett en la mesa de votación junto a Jason Richardson y Baron Davis, guiño a la historia de los Warriors, salió un evento para guardar en la hemeroteca. Castle fue tan digno finalista que hizo sudar a McClung, que clavó sus cuatro muestras con cincuenta puntos aunque en el último, acuciado por el oponente, tiró a asegurar para quedarse con el título.
MAC MCCLUNG COMPLETES THE THREE-PEAT SCORING FOUR 50s 🏆
— NBA (@NBA) February 16, 2025
🌟 Reverse Jam over a #KiaK5
🌟 360 over Nate Dougherty
🌟 Double Dunk over hoverboard
🌟 Rim-tapping Slam over 6'11" Mobley
What a DOMINANT 3-year #ATTSlamDunk run for @McclungMac! 👏 pic.twitter.com/geHmNwJGcR
El concurso abrió con Castle y un molinillo clásico que le daba buenos puntos. Buzelis se lio con un intento original, botar alto el balón e intentar pasarlo entre sus piernas, pero puntuó el mínimo, 40, y quedó descartado. Jackson optó por probar cuatro opciones distintas en una misma tanda y terminó con sencillez para no quedar en blanco. Y McClung revolucionó al pabellón desde el principio: para comenzar, sacó un coche que sirvió como patrocinador y emuló lo que hizo Blake Griffin hace catorce años, dejó el balón en manos de un asistente que asomaba por el techo del vehículo y saltó sobre él con las piernas estiradas y rematando con un apoyo bajo y mate a dos manos de espaldas; mejorar eso era tarea para expertos, él lo intentó con un brinco sobrehumano en otro a doble mano y en giro sobre el mismo ayudante, erguido bajo aro, como segunda tentativa.
Bárbaro que se hubiera cargado el Concurso de Mates del All-Star, con lo que representa, nada más abrir boca. No sería así. Las noticias fueron mejores. Stephon Castle se lo iba a disputar hasta donde supiera. Puntuó 47,2 y 47,8 el de los Spurs en la tanda de apertura, eliminando a dos rivales. Con este evento en entredicho desde hace años, qué mejor que un reto así para disipar las dudas.
La ronda final dio con Stephon haciéndoselo pasar mal a McClung. Tanto que éste tragó saliva antes de que le dieran como ganador. Castle abrió turno con un mate original que quizá mereció los 50 puntos: un ayudante anotó a tablero y él, recogiendo muy abajo tras tocar el balón la red, levantó el esférico con severa fuerza. El público, votando desde casa, y McGrady no vieron la perfección en ello. Mac, mientras, machacó dos pelotas a la vez, una palmeado de una persona subida en una escalera y otra cogida de las manos de una segunda persona que iba en un patinete giratorio. Castle sí obtuvo el premio máximo al pasarse el balón de mano a mano en mitad de un giro y recoger con la mala, la zurda, para acabar. El cierre de McClung se vio mejor repetido: saltando sobre Evan Mobley, golpeando el aro con el balón e impulsándose otra vez más.
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