Nate Robinson: de querer volver a la NBA a pelear con Mike Tyson
El regreso de Mike Tyson al boxeo llevará consigo, en la misma velada, a otros protagonistas famosos. Uno de ellos es el exNBA Nate Robinson.
Nate Robinson vuelve a ser protagonista. Y no lo es por sus virtudes jugando al baloncesto, que siempre fueron muchas, sino por pasarse a otro deporte. Como muchos otros conocidos hicieron antes, deja el baloncesto al ver que el propio baloncesto es el que ya le rechaza. Robinson, que ha dado tumbos en los últimos años buscando una última oportunidad en su querida NBA, se pasa al boxeo al menos por una noche: competirá en la velada de regreso de Mike Tyson.
Tyson regresará a los cuadriláteros en un combate de exhibición. Lo hará con 54 años. Robinson quiere probar en este mundillo y peleará con 36 ante Jake Paul, creador de contenido en YouTube. Ambos se medirán el 12 de septiembre en Los Ángeles. Es una de las peleas previas al evento principal, en el que Mike Tyson se medirá a Roy Jones.
"Quiero demostrar que soy un deportista de talla mundial: jugué al fútbol americano en la universidad, jugué once años en la NBA y ahora estoy muy contento por esta aventura en el boxeo", dijo en el comunicado en el que se anunció su participación.
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La carrera de Nate Robinson en el baloncesto es muy rica pese a que ni fue un superclase ni el propio recorrido ha sido tan largo como debería. Sus condiciones y lo conseguido con ellas le ayudó a contar con un aura especial, teniendo un no corto impacto en el aficionado. Proclamarse campeón de mates midiendo sólo 1,75 metros ayudó y lo hizo tres veces (2006, 2009 y 2010), teniendo un duelo muy recordado con Dwight Howard en una de ellas. Jugó de 2005 a 2015 en la mejor liga del mundo y su calidad iba más allá de la anécdota de los mates, mostrándola sobre todo en los Knicks, los Celtics y los Bulls. En las últimas temporadas estaba enlazando contratos más cortos y se veía que su final estaba cerca. Se marchó a Israel e intentó volver mediante la D-League, la liga de desarrollo, pero fue de nuevo rechazado y tuvo que hacer vida fuera de Estados Unidos. En el Guaros de Lara venezolano fue campeón de liga en 2017. Su último destino conocido era Líbano.
Uno de sus sueños era volver al baloncesto. Ya no la NBA, el baloncesto. Quería jugar con su hijo Nahmier. Deberá esperar, ya que aún es joven, o centrarse en este otro reto que se ha propuesto, el del mundo pugilístico.