Los Mavericks falsearon una lesión de Doncic

El traspaso de los traspasos, la operación que llevó a Luka Doncic a Los Angeles Lakers y Anthony Davis a Dallas Mavericks, sigue llenando hojas en blanco. Tratar de comprender el intercambio es una de las grandes obsesiones actualmente en la NBA: nadie entiende muy bien qué paso. Ni jugadores ni estrellas ni entrenadores ni directivos. Nadie comprende porque la franquicia texana dejó escapar a un jugador generacional de 26 años (los cumplió el 28 de febrero) por una estrella de 31 que en solo una de las cinco últimas temporadas ha superado los 60 partidos.

Todos quieren encontrar la explicación a esa piedra de Rosetta que es Nico Harrison. Odiado en las butacas de American Airlines Center de Dallas, el mánager general de los Mavs ha querido normalizar una operación que se comenzó a fraguar a principios de enero por iniciativa propia (y consentimiento explícito de la nueva gerencia de la franquicia).

Y, para ello, ha deslizado múltiples versiones en las que pone en entredicho la ética laboral y la forma y los cuidados físicos del esloveno. “Doncic bebe cerveza y fuma narguile (cachimba), dos actitudes que no son atípicas para un jugador de 25 años. Pero esos comportamientos no encajaban en el molde de Harrison”, señalan desde The Athletic en un reportaje en el que tratan de descifrar la figura de Nico Harrison.

El mánager general llegó a Dallas de la mano de Mark Cuban, el antiguo y excéntrico dueño de los Mavs, en 2021. Su aterrizaje tenía más que ver con sus contactos como integrante de Nike (de ahí viene su buena relación con Rob Pelinka, gerente general de los Lakers) que con su amplio conocimiento en las alcantarillas de las operaciones de la NBA… aunque no tuvo problema con la fontanería. Renovado el pasado junio de 2024, el presidente de operaciones tejió, mercado tras mercado, plantillas que permitieron a los Mavericks alcanzar una final de la Conferencia Oeste en 2022 y unas Finales de la NBA en 2024, las primeras desde el anillo de 2011.

Una buena labor que quedará siempre empañada por el traspaso de Doncic a los Lakers. Y con su intentó de taparlo con todas las artes posibles. “La dirección lo presionó (a Doncic) sin éxito para que se pusiera en mejor forma, incluso cuando dominaba la Liga, con un promedio de al menos 27 puntos, al menos ocho rebotes y al menos ocho asistencias durante cada una de las cinco temporadas posteriores a su primera en la NBA. Doncic controlaba más decisiones diarias que el jugador promedio, como los horarios de los entrenamientos, aunque las superestrellas de otros equipos reciben un trato similar”, continúa el medio estadounidense.

Haralabos Voulgaris, ejecutivo en la franquicia desde 2018 a 2021, también dio su opinión sobre la labor de Doncic dentro de la organización: “Todos los que trabajaban en los Mavericks, excepto yo, le tenían miedo a este tipo”, asegura. El actual presidente del Castellón, equipo de la Segunda división del fútbol español, también contó una historia sobre su relación con el base durante su temporada de novato. El canterano del Madrid llenó un termo con limonada y té dulce. “Sé que las calorías líquidas son la muerte”, le dijo a Cuban en esos momentos sobre un problema, que seamos sinceros, siempre ha estado sobre la mesa. Era el elefante en la habitación.

Sin lesión de muñeca

La forma física y los hábitos. Siempre la forma física y los hábitos como defensa para la operación más impactante en la historia de la Liga. Una y otra vez, Harrison ha puesto sobre la mesa la defensa de que el cuerpo de Doncic se marchitará antes de tiempo. “Se descompondrá posiblemente antes de lo que cualquier persona sospecharía”, continúan en The Athletic.

Una preocupación que, según el medio, provocó que Dallas falseara una lesión de su jugador en noviembre. “Doncic se perdió cinco partidos (ese mes) por lo que los Mavericks anunciaron como un esguince de muñeca derecha. Esa clasificación de lesión no era del todo cierta. En realidad, se suponía que Doncic usaría el tiempo libre para mejorar su acondicionamiento”, dijeron fuentes del equipo.

Sin embargo, el balcánico, estuviera como estuviera, ha superado los 60 partidos en pista desde su año de novato. Solo en esta temporada, por culpa de la lesión en el gemelo de la pierna izquierda que sufrió el partido de Navidad, caerá por debajo de esa cifra.

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