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CAVALIERS 105-NETS 100

La máquina de los Cavs no para

Once victorias seguidas para abrir la temporada de unos Cavs que remontaron en el último cuarto. Los Nets, otra vez muy competitivos.

La máquina de los Cavs no para
John JonesUSA TODAY Sports via Reuters Con

Boston Celtics, el campeón y el mejor equipo de la NBA mientras no se demuestre lo contrario, mirará (imaginamos) con curiosidad los movimientos en el Este. De los grandes candidatos mediáticos a desafiar su posición, nadie le estará dando miedo por ahora: los Knicks son todavía una idea en construcción, los Sixers se pasan los días sin poner en pista nada parecido a su equipo tipo y los Bucks son, simple y llanamente, una decepción gigantesca si es que se contaba con ellos de verdad. Entre los tres han ganado siete partidos, uno menos que los ocho que ya han embolsado (8-2) unos Celtics que seguramente estarán fijando ya definitivamente su atención en otro rival, los Cavaliers de Kenny Atkinson.

El mejor inicio en la historia de la franquicia de Ohio (y mira que es difícil descubrirle marcas que no lleven la firma de LeBron James) está ya en 11-0 después de ganar con apuros a Brooklyn Nets (105-100). Es el duodécimo equipo que arranca una temporada con once victorias, a dos ahora de su mejor marca de triunfos consecutivos (en cualquier punto de un curso), trece, que alcanzó tres veces; Las tres con LeBron y la última hace siete años, en 2017 y más o menos por estas mismas fechas. En uno de esos partidos perros que enfrentan a dos equipos en segunda noche de back to back, de esos en los que pasan cosas como que el mejor equipo se la acaba pegando, los Cavs salieron vivos y siguen siendo, ahora, la referencia de la NBA. Con un Atkinson feliz: el viernes ganó (arrasó, de hecho) a los Warriors, el equipo en el que ha sido asistente los tres últimos años; el sábado a los Nets, el que le dio la primera oportunidad como entrenador principal y con el que hizo un trabajo fantástico hasta que, justo antes del inicio de la pandemia, salió disparado tras la llegada, finalmente tan disparatada, de Kevin Durant y Kyrie Irving.

Estos Nets siempre compiten

Los Nets de Jordi Fernández, que arrancó su sueño americano en Cleveland, donde empezó a dar los pasos que le acabaron llevando al banquillo neoyorquino, están 4-6 pero siguen siendo una de las sorpresas más agradables de la temporada. Un día después de llevar a la prórroga a los Celtics tuvieron contra las cuerdas a los Cavs. Un -9 total en 24 horas y en, seguramente, el doblete más difícil que puede ofrecer ahora la NBA a domicilio. Demostración de la competitividad de un equipo cuyos directivos preferirán esta fórmula: perder jugando bien, creando algo mientras, en el inicio de una profunda reconstrucción, se mira al próximo draft y se multiplica, por el camino, el valor de jugadores de los que se hablará mucho antes del cierre de mercado invernal: esta vez, 23 puntos y 4/7 en triples de Cam Johnson, 22 y 5 asistencias de Dennis Schröder y 22+6 de Cam Thomas. Los Nets han sido el primer equipo que ha conseguido dejar a los Cavs en menos de 110 puntos, el único que los ha sometido hasta atraparlos en un cuarto de 13 puntos (el tercero, 13-27).

Los Cavs, después de ese susto tras pasar por vestuarios (y no es el primero, su mayor lunar por ahora) reaparecieron a tiempo en el último parcial (35-18) gracias en gran parte a la gestión de un Atkinson que apostó por el small ball, sin Jarrett Allen ni ninguno de los aleros altos (a falta de Max Strus, que todavía no ha debutado esta temporada), Dean Wade e Isaac Okoro. Esa fórmula dictó el ritmo del partido después de que los Nets consiguieran hundirlo en el tercer cuarto, en el que habían amasado 14 puntos de ventaja justo antes del cierre (68-82) y tras abrirlo con un 0-15 en cinco minutos en los que sellaron completamente ese ataque de los Cavs que se está moviendo en números históricos y que reapareció a tiempo, después: 14/18 en tiros en el último parcial, con Mobley gobernando el partido y Darius Garland ejecutando con la bola en las manos. El interior acabó con 23 puntos, 16 rebotes, 4 robos y un 10/11 en tiros de campo. El base, con 20 puntos, 6 asistencias y un 8/11. Son, desde luego, los dos grandes beneficiados del nuevo estilo que ha traído Atkinson, un juego muy móvil en el que todos participan y todos están permanentemente conectados. Donovan Mitchell anotó 15 puntos en el primer cuarto pero solo sumó siete más después; Acabó con 22 y se pasó los últimos minutos ayudando sin acaparar protagonismo, moviéndose sin balón y poniendo bloqueos mientras la energía de Caris LeVert y Ty Jerome hacía el resto.

Todo el potencial que la temporada pasada parecía comprimido y a punto de echarse a perder en los Cavs está explotando ahora. Es una dimensión totalmente nueva para un equipo que ha virado de serio a brillante, de sólido a temible. Y al que hay que contar ya como aspirante a todo, sin miedo ni vértigo. Nadie empieza una temporada 11-0 si no es extremadamente bueno. Y los Cavs, ahora mismo, son eso y más. Tanto que en unos días, si la cosa sigue así, quizá empecemos a hablar del mejor inicio de siempre, aquel 24-0 de los Warriors del 73-9 en la temporada 2015-16. La que acabó con anillo de, precisamente y tras remontada milagrosa, Cleveland Cavaliers. Cosas.

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