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WARRIORS 124-NETS 120

Hasta que rugió Stephen Curry

Exhibición en el último cuarto de un Curry harto de perder partidos. Los Nets tuvieron opciones hasta los últimos segundos, pero esta vez se salvaron los Warriors.

Actualizado a
Hasta que rugió Stephen Curry
D. Ross CameronUSA TODAY Sports via Reuters Con

Al final, Stephen Curry. No podía ser de otra manera, si los Warriors querían sonreír un poco y si querían quitarse de encima las derrotas, los finales angustiosos sin premio, el debate incesante en torno a Draymond Green… y su ausencia, siempre una sombra alargadísima para unos Warriors que, al borde de la fractura definitiva, se pusieron en manos de Curry. Qué iban a hacer. Y Curry respondió, claro, y los Warriors ganaron a los Nets (124-120) y evitaron otra remontada impactante de su rival, su cruz durante tantos partidos de una temporada en el que nadie ha tenido que jugar más finales apretados (doce ya).

Esta vez, los Warriors amasaron una ventaja de 18 puntos. Otra vez se dejaron remontar (97-99 en un último cuarto que empezó 95-89 después de haber llegado al descanso 70-54), pero por fin aguantaron de pie la zozobra final, sobrevivieron. Hizo falta que los Nets fallaran algunos ataques claros, perdieran ocasiones perfectas con triples liberados y sumaran algunas pérdidas que echaron un cable. Pero todo acabó resumido en una iluminación de un Curry que, más cansado de lo habitual porque tiene 35 años y está peor acompañado que nunca, había jugado algunos muy malos últimos cuartos, especialmente para sus estándares en esas situaciones de máxima presión. Esta vez, al contrario: 16 puntos, 7/7 en tiros, ni una pérdida y un tramo mágico con 12 puntos seguidos en poco más de dos minutos.

Curry acabó con 37 puntos y un 6/8 en triples. Klay Thompson, que va a más, con 24 y un 4/9. Anotó dos triples importantísimos en los momentos calientes y ha apilado 54 puntos en sus dos últimos partidos. Brotes verdes. Los Splash Brothers, por fin a la altura de su nombre (10/17 en triples), sumaron 22 de los 29 puntos de los Warriors en un último cuarto peliagudo en el que, con sufrimiento y una alegría final que se correspondía con lo que se había sufrido en las últimas semanas, se quitaron de encima la pesada carga de tantos disgustos. Al menos por una noche.

La otra gran noticia fue (volvió a ser) el rookie Brad Podziemski, cuyos galones de guard titular empiezan a ser incuestionables: 19 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias y un 4/9 en triples. Una de esas buenas historias que ahora mismo no abundan en unos Warriors que volvieron a tener momentos de confusión y a sufrir contra un rival acostumbrado a meterle en problemas, con Mikal Bridges especializado en defender (pocos lo hacen como él) a Curry. El partido, de hecho, fue durante muchos minutos un baile en el que Steve Kerr intentó cambiar ese emparejamiento defensivo para liberar a su gran estrella, el asidero al que aferrarse en un momento tan convulso.

Funcionó gracias a esos arrebatos de furia y talento de Curry, cuyo lenguaje corporal también dejó claro que no lo ha pasado bien en los últimos días. Y que está harto de perder partidos que su equipo debería ganar. Los problemas de los Warriors no han desaparecido en una noche, pero necesitaban una victoria así. Para los Nets, en la zona templada del Este (13-12) fue una ocasión perdida. Se fueron al limbo 41 puntos de Cam Thomas (con un 15/24 en tiros), 19 y 12 rebotes de Claxton, 18 de Bridges…

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