“Haliburton está acabado”
Tim Hardaway, jugador icónico de los 90, alaba al base de los Pacers, pero piensa que su lesión le repercutirá en el futuro.


El mundo se quedó mudo cuando, el pasado 22 de junio, durante el séptimo encuentro de las Finales, Tyrese Haliburton se lesionó del tendón de Aquiles, teniendo que abandonar el partido a los siete minutos de juego. Entre lágrimas saladas que daban a entender que estaba fuera. Y poniendo rumbo al túnel de vestuarios en una imagen que ya es tristemente icónica: con los brazos alrededor de dos miembros del cuerpo técnico y con una toalla que le tapaba la cara para no mostrar su dolor. El público de los Thunder se quedó prácticamente en silencio cuando se lo llevaron. Era la otra cara del deporte. Y encima con una de las lesiones más graves y punitivas que hay en el baloncesto junto al ligamento cruzado anterior de las rodillas. Una pena en un partido que se esperaba épico pero apenas contó con la presencia de uno de los jugadores que más enamoran de la actualidad en la NBA. Aunque tardemos en volver a verle.
Las Finales terminaron ahí: los Thunder ganaron (103-91) y se encumbraron, con justicia, junto a su estrella, un Shai Gilgeous-Alexander para la eternidad. En lo referente a Haliburton, el héroe de esos Pacers en unos playoffs en los que se había hartado a hacer exhibiciones grandiosas y a meter tiros ganadores para la posteridad, fue operado esa semana y días después se anunció que no jugaría en toda la temporada 2025-26. Un mazazo enorme para un jugador de apenas 25 años que iba camino al merecido estrellato, practicando un baloncesto delicioso y volviendo a tener ínfulas de ser generacional tras superar también lesiones en el pasado reciente.
De eso precisamente ha hablado Tim Hardaway, uno de esos jugadores celebérrimos de la década de los 90, miembro del Hall of Fame y oro en Sydney con la selección de Estados Unidos, además de padre del jugador con idéntico nombre. Y le ha comparado precisamente con Reggie Miller, compañero suyo de generación y probablemente, en lo referente a la carrera, el mejor jugador de la historia de los Pacers: “Reggie nunca tuvo una lesión realmente grave. Haliburton es un gran talento. Iba a jugar un séptimo partido épico. Se le notaba en los ojos, en su actitud y en todo. Lo siento por él. Rezo por él”, asegura, añadiendo que en determinados aspectos su papel en los pasados playoffs podría estar por encima de algunos momentos del conocido triplista, famoso también por anotar bajo presión y protagonizar remontadas increíbles cuando todo está perdido.
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Eso sí, Hardaway piensa que la carrera de Haliburton pende de un hilo tras la lesión: “No volverá en toda la temporada. Está acabado para esta temporada. Está acabado. No va a volver”. Nadie sabe si se refiere sólo al próximo curso (algo que ya se sabía) o piensa que no puede cumplir esa promesa que hizo entonces de regresar al 100%. Eso sí, Hardaway, que se retiró en la 2002-03 jugando apenas 10 partidos al lado de su buen amigo Miller, ha dado un mensaje de esperanza de cara al futuro, diciendo que piensa que el equipo se va a reforzar bien. Lo que no sabemos es cuándo ni cómo va a llegar Haliburton. Y si bien la ciencia y la medicina han avanzado lo suficiente como para que un jugador se recupere de una lesión tan grave, el hecho de sufrirla con 25 años es absolutamente desolador.
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