El cuádruple-doble: Wembanyama amenaza la estadística imposible

Victor Wembanyama finalizó su duelo ante los Nuggets con 23 puntos, 15 rebotes, 8 asistencias y 9 tapones. Más allá de la hoja estadística o que tuviera un día horrible en el lanzamiento (9 de 29 en tiros de campo, con 2 de 11 en triples), lo curioso fue que se quedó muy cerca de conseguir una marca casi inédita en la NBA: la del cuádruple-doble. Le faltaron dos pases a canasta y un par de bloqueos para lograrlo, algo increíble que deja clara la dimensión del pívot. Pero que también corresponde al baloncesto actual, donde las estadísticas se disparan constantemente, se alcanzan números que eran imposibles en el pasado y se sigue una ruta evolutiva ascendente que no cesa. Y no tardará en pasar: estamos viendo más dobles-dobles y triples-dobles que nunca, lo que significa que lo siguiente también caerá. Y Wembanyama, con una facilidad inusitada para poner tapones y que ha demostrado que también sabe hacer todo lo demás, podría ser el candidato perfecto para lograrlo.

Ha habido cuatro jugadores que han alcanzado semejante hito, ninguno de ellos en el siglo XXI. El último fue hace 30 años, David Robinson, que lo logró en 1994. Curiosamente miembro de los Spurs de esa época, el pívot se fue a 34 puntos, 10 rebotes, 10 asistencias y 10 tapones. Antes lo consiguieron Nate Thurmond (en 1974, hace 50 años, con 22+14+13+12), Alvin Robertson (1986 y el único que lo ha conseguido con robos de balón, sumando 20+11+10+10) y el mítico Hakeem Olajuwon, uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, que en 1990 se fue a 18+16+10, con 11 tapones. Todo esto teniendo en cuenta que las dos últimas categorías estadísticas se introdujeron en la 1973-74 y que históricos como Wilt Chamberlain o Bill Russell podrían haberlo conseguido con bloqueos. Y otros como Oscar Robertson o Jerry West con robos. Pero la ausencia de datos de esa época en estos aspectos y los pocos documentos visuales que hay dificultan corroborarlo.

Ha habido casos en los que se ha estado cerca de lograr la estadística, y el mismo Olajuwon se quedó cerca en varias ocasiones, teniendo en cuenta su facilidad para poner tapones. También lo rozaron otros, con dos casos que sobresalen sobre los demás al darse en las Finales: Shaquille O’Neal y Tim Duncan. En 2001, en la previa del segundo asalto ante los Sixers, Phil Jackson insinuó a su pívot que le daba miedo Allen Iverson y salir a molestarle cuando se metía en la zona (la estrella se fue a 48 puntos en la única derrota de los Lakers en dichos playoffs). Shaq, como no podía ser de otra forma, se enfadó ante el comentario de su entrenador y respondió con una actuación legendaria: 28 puntos, 20 rebotes, 9 asistencias y 8 tapones, rozando el cuádruple-doble. Dos años después, en el que fue el sexto y definitivo partido de los Spurs ante los Nets, Duncan logró una estadística similar: 21+20+10, con 8 bloqueos. En ambas ocasiones, a las dos estrellas les faltó un poco para redondear el logro, aunque las actuaciones fueron igualmente inolvidables.

Wembanyama podría entrar en esta pelea. Y no sería de extrañar que consiguiera hacerlo varias veces en una misma temporada. En la presente, su primera, con el premio Rookie del Año en el bolsillo, lleva más de 80 robos y 225 tapones, números inéditos. Y ha logrado dos triples-dobles, uno de 16 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias contra los Pistons y otro de 27 tantos, 14 rechaces y 10 tapones ante los Raptors. También un 5×5, es decir, sumar al menos 5 dígitos en las 5 categorías principales. Lo hizo en un Spurs-Lakers, con 27+10+8+5+5. Algo espectacular para alguien de apenas 20 años y que demuestra que puede conseguir e incluso normalizar hitos que antes pasaban de lo imposible a lo improbable. Es lo que tiene un jugador único, con un físico inédito, que ha roto todos los moldes y está empezando a confirmar lo que muchos pronosticaban. Que no es un número 1 del draft fallido ni las ínfulas de grandeza que muchos vertían sobre su persona eran infundadas. Que es mucho más. Alguien especial, mágico, místico. El nuevo unicornio de la NBA.

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