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NBA | LAKERS 116 - NETS 103

Davis vuelve al pasado y los Lakers frenan a Durant

Partido tremendo de Anthony Davis (37+18) que recordó al que en su día fue y lideró a los Lakers a la victoria ante unos Nets que ven su racha cortada.

Partido tremendo de Anthony Davis (37+18) que recordó al que en su día fue y lideró a los Lakers a la victoria ante unos Nets que ven su racha cortada.
ETIENNE LAURENTEFE

Los Lakers tendrán noches así esta temporada. No las veremos con asiduidad ni serán la tónica general, pero de vez en cuando saldrán bien casi todas las cosas y los angelinos se darán una alegría. Así fue ante los Nets, uno de esos rivales que venía muy fuerte al Staples y que se había convertido, desde la llegada de Jacque Vaughn, en el mejor de la NBA, con el mejor net rating y algunos de los mejores datos tanto en defensa como en ataque. Ni así pudieron batir a unos Lakers tocados por una varita mágica, unos que hicieron un partido extraordinariamente serio, genial en defensa y acertado en ataque. Esta vez, esos típicos bajones que provocan el adiós a una actuación decente y a sus posibilidades de victoria no aparecieron, y los Lakers controlaron el acercamiento de los Nets (80-77 al final del tercer cuarto), para sentenciar por todo lo alto y sumar su tercera victoria de la temporada... en 13 partidos, claro. Las cosas, que nadie se olvide, están como están.

El partido supuso casi una noticia inédita para los Lakers: por encima del 48% en tiros de campo y del 40% en triples (esto último, una tortura desde el inicio de curso), los angelinos anotaron 17 tiros libres de 20 intentos, 10 menos que sus rivales. Ganaron la batalla por el rebote (45-41), dieron más pases a canasta que los Nets (25 por 21) y apenas perdieron 9 balones, un dato importante teniendo en cuenta la poca seguridad que tienen los angelinos a la hora de asegurar la posesión y no dar pases precipitados. Los Lakers no permitieron a los Nets tomar la iniciativa en el marcador en toda la noche y, a falta de 4 minutos para la conclusión y con el duelo en el bolsillo, llegaron a tener una ventaja de 18 puntos. Solo ese 16-3 con el que los Nets cerraron el tercer periodo (cuando los Lakers ganaban por 77-61) hizo que planearan las dudas sobre el Crypto Arena. Esta vez, un espejismo: los locales supieron cerrar ante su público. Rematar. Redondear un gran partido.

El nombre propio, el héroe de la noche, fue Anthony Davis. El jugador interior no está realizando una mala temporada, pero ha realizado seguro su mejor partido con su actuación ante los Nets y, sobre todo, ha recordado al que era antes: bien en los bloqueos, con una fuerza interior extraordinaria y sin miedo a chocarse con otros cuerpos voluminosos por esa posibilidad de lesión que siempre está presente en su cabeza. Davis se metió a pelear todos los balones, atrapó hasta 10 rebotes ofensivos, lanzó desde cerca del aro y desde la media distancia y tomó riesgos (5 faltas) calculados, pero que fueron también una buena muestra de su nueva animosidad, de su inopinado atrevimiento. El resultado, unos datos tremendos que lideraron a los Lakers: 37 puntos, 18 rebotes, 2 asistencias y una serie de lanzamiento fabulosa: 15 de 25 en tiros de campo y 7 de 7 desde la personal. Sobran las palabras.

A Davis le acompañaron Lonnie Walker (25 puntos, con 4 de 5 en triples), Austin Reaves (15, con 3 de 4) y un Russell Westbrook intermitente, mal en el lanzamiento (4 de 15, con 1 de 6 en triples), pero bien en la distribución y con buenos números al final: 14 puntos, 6 rebotes y 12 asistencias. Westbrook se emparejó en más de un momento con el que fuera su compañero en esos Thunder que iban a conquistar el mundo y al final se quedaron en nada: Kevin Durant. La estrella acabó con 31 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias, aunque los Nets no pudieron conseguir su tercera victoria consecutiva y su quinta en los últimos seis partidos... todos sin Kyrie, que no jugó ante los Lakers y sigue sin tener fecha de regreso. Tampoco jugó Ben Simmons. Cosas que ya no son anomalías en unos Nets que están mejor sin sus teóricas estrellas más allá de un Durant que parece otro desde que tanto cambio causó tanto terremoto. Aunque hoy, claro, no ha podido con los Lakers de Anthony Davis. El equipo angelino espera el retorno de LeBron James (que es duda para el sábado y no coincide en una pista de baloncesto con Durant desde la Navidad de 2018) y espera dejar a todos sus rivales en 103 puntos (116-103 hoy al final). Si es así, puede que tengan opciones. O no. En realidad, es posible que lo único que les quede a los Lakers sea, de cuando en cuando, una pequeña alegría.