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PAU GASOL, UNA LEYENDA LAKER

Cáceres, el Real Madrid y una maldita apendicitis

El talento de Pau Gasol era incuestionable y su futuro, brillante. Pero pocos esperaban una explosión como la que protagonizó en la temporada 2000-01, la última antes de irse a la NBA.

Cáceres, el Real Madrid y una maldita apendicitis
ALBERTO MARTINEFE

El 7 de marzo, Los Angeles Lakers retirarán el número 16 de Pau Gasol, que se alzará en el techo del pabellón junto a, en púrpura y oro, algunos de los más emblemáticos de toda la historia del baloncesto: el 32 de Magic Johnson, el 33 de Kareem Abdul-Jabbar, el 8 y el 24 de Kobe Bryant, el 13 de Wilt Chamberlain, el 22 de Elgin Baylor, el 44 de Jerry West, el 34 de Shaquille O’Neal… Será un día histórico para el deporte español, el homenaje a unos años que cambiaron para siempre nuestro baloncesto, la cima del mejor de los nuestros y uno de los mejores jugadores europeos de toda la historia. Esta es la historia de los años, los títulos y la gloria de Pau Gasol en Los Angeles Lakers. Años de púrpura y oro.

PRIMERA PARTE: Lo primero, claro, fue el traspaso

SEGUNDA PARTE: Kevin Garnett, Dwight Howard, Kevin Garnett

TERCERA PARTE: Un número 3 del draft en tres ciudades

CUARTA PARTE: Cáceres, el Real Madrid y una maldita apendicitis

¿Por qué aceleró Pau Gasol su salto a la NBA, que dio finalmente nada cumplir 21 años? La respuesta sigue escrita en la temporada anterior a su debut con Memphis Grizzlies, la 2000-01, y una explosión devastadora, un crecimiento exponencial -partido a partido, semana a semana- que metió el turbo a lo que habría sido, en todo caso, un proceso inevitable.

Simplemente, ese futuro inevitable al otro lado del Atlántico parecía algo más lejos, no tan a punto, apenas unos meses antes de ese 27 de junio de 2001 en el que seleccionado con el pick 3 del draft cuando todavía tenía 20 años. La realidad, una cuestión facultades y talento, atropelló a cualquier previsión. Seis días antes del draft, ganó la Liga en el Raimundo Saporta de Madrid y en lo que acabo siendo su despedida del baloncesto europeo de clubes antes de su regreso al Barça, para cerrar el círculo de su carrera con la consecución de la Liga 2020-21, exactamente veinte años después de la anterior. La que le redimensionó como estrella emergente de nivel global. Un jugador generacional en plena explosión.

En esa temporada 2000-01, Pau Ganó Liga y Copa con el Barcelona y fue MVP en las dos finales. Podría haber añadido la Euroliga pero el Barça, aunque era favorito, cayó en el playoff de octavos contra la Benetton: 0-2 pese a que partía como favorito. Pero estaban tocados Nacho Rodríguez y Sarunas Jasikevicius (que en 2021 entrenó a Pau) y el propio Gasol no pudo jugar la serie porque estaba recuperándose de una apendicitis. Esa fue la única espinita en un gran año que, en Europa, acabó en derrota frente al equipo italiano en el que jugaban Jorge Garbajosa (presidente de la FEB e íntimo amigo de Pau), Pittis, Nicola, Marcus Brown…

JORGE GARBAJOSA es presidente de la FEB y excompañero de Pau en la Selección española: “Yo estaba en la Benetton, y nos cruzamos con ellos en la Euroliga. Conseguimos ganarles, pero porque Pau estaba con apendicitis. Si no, no sé cómo habría sido la historia (risas)”.

Pau sí sabía ya lo que era jugar una Final Four. En 2000 estuvo en Salónica, donde el Barça cayó en semifinales (65-51) contra el Maccabi. Con 19 años, Pau jugó 7 minutos y sumó 2 puntos y 2 rebotes. Había debutado en ACB el 17 de enero de 1999, en Cáceres. En la siguiente temporada, 1999-00, saltó definitivamente al primer equipo, y una después de esa llegó su descorche. Los problemas entre Aíto y el pívot Rony Seikaly, que había llegado como un fichaje de proyección histórica y fue un chasco para el recuerdo, le abrieron de par en par los minutos en el juego interior después de semanas jugando como alero, puesto en el que estaban Arturas Karnisovas y Rodrigo De La Fuente.

Pau deslumbró en la Copa de Málaga, donde fundió al Real Madrid (80-77) con 25 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias y 39 de valoración. Y después repitió MVP en Liga, un 3-0 del Barça a los blancos en el que Pau brilló especialmente en el último partido, en territorio rival: 22 puntos, 10 rebotes y un tramo para el recuerdo en el tercer cuarto, en el que anotó 12 puntos para que su equipo rompiera el partido (de 46-46 a 51-59) tras una gran primera parte de Alberto Herreros. Un triple de Gasol puso el 57-74 que ya era definitivo. Pau fue campeón, después logró el bronce con España en el Europeo de Turquía 2001 y a continuación… se marchó a la NBA.

JUAN CARLOS NAVARRO es el responsable de la sección de baloncesto del Barcelona. También leyenda de Pau Gasol, es amigo íntimo de Pau Gasol con el que compartió vestuario en el Barça, los Grizzlies y, claro, la Selección: “Nos conocimos cuando él llegó al Barça. Yo ya estaba en el club y él vino del Cornellá, con 15 o 16 años, no sé si en júnior de primer año o en cadete de segundo. Al principio no fue todo rodado. Él era el nuevo, quizá estaba un poco apartado del núcleo que llevábamos años jugando juntos. Pero le intenté ayudar, congeniamos muy bien, salíamos juntos, hacíamos cosas aparte del baloncesto. En las concentraciones jugábamos a cartas, como luego en la Selección con la pocha. Íbamos al cine, jugábamos a tenis que también nos gustaba mucho, a cenar y tomar algo... Entre Vane, mi mujer, y yo lo llevábamos por ahí”.

ANTONI DAIMIEL es periodista especializado en la NBA desde 1995: “Estuve en directo en Málaga, en la Copa, y tuve la sensación definitiva de que era un jugador especial, súper dominante. En esa Copa tuvo una sensación que he tenido pocas veces en directo en cuanto a un jugador que fuera tan dominante en todo lo que pasaba en la pista, en cualquier situación y en cualquier posición”.

JUAN CARLOS NAVARRO: “Al principio se veía que tenía mucho talento y mucha facilidad con el balón, pero estaba muy delgadito. Le costaba, sobre todo, jugar en las posiciones interiores porque le sacaban de la pista y se iba más hacia fuera. Pero ya veías su mentalidad, y el cambio físico después fue primordial para su carrera”.

JORGE GARBAJOSA: “Yo recuerdo ver la evolución de Pau y decir ‘¿qué es esto?’. Del principio de temporada, que casi no jugaba porque estaba Rony Seikaly y de repente pensar ‘¿qué es esto, qué es esto?’. Primero es un chavalito muy joven que es obivo que se ve que tiene mucho potencial y que físicamente esta hecho para jugar al baloncesto. Un partido, vale. Pero dos, tres, cuatro... hostia, que domina la competición. Te impacta mucho”.

JUAN CARLOS NAVARRO: “Una vez que juega en el primer equipo... pasó lo de Seikaly y él cogió la oportunidad al primer momento. Luego la Copa del Rey... ahí ya le veías que iba ganando confianza cada día, ya era más maduro. Así que no nos sorprendió”.

SERGIO SCARIOLO es el seleccionador de España y uno de los mejores entrenadores de la historia del baloncesto FIBA: “La final de la Copa de Málaga... le dio la vuelta al partido casi solo y le dio la victoria al Barça. Y en la final de la Liga también contra el Madrid demostró ya condiciones de jugador top a nivel europeo”.

AMAYA VALDEMORO es, seguramente, la mejor jugadora de la historia del baloncesto español. Fue tres veces campeona de la WNBA (1998-2000) con Houston Comets: “Fue tal el impacto de Pau en aquella temporada que todos sabíamos lo que iba a pasar. A mí me dio pena, después de la barbaridad que vimos en aquella Copa del Rey. En aquella época, todavía había jugadores que esperaban un poco antes de irse.

El inicio de la leyenda de los Júniors de Oro

Si se sigue desandando el camino que ha acabado con la camiseta de Pau Gasol retirada por los Lakers se llega siempre, inevitablemente, a Lisboa 1999, el Mundial Sub-19 en el que nació la leyenda de los Júnior de Oro, la generación que transformó para siempre el baloncesto español: Pau, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes, José Manuel Calderón, Raúl López… Aquel equipo, entrenado por Charly Sáinz de Aja, que ganó la medalla de oro tras doblegar en la final a la todopoderosa Estados Unidos (94-87). Un hito histórico para un grupo de jugadores que había logrado el oro continental un año antes, en el Europeo Júnior de Varna. Y que se colgaría doce medallas con la Absoluta entre 2001 y 2017 (el Mundial de 2019 fue el primer campeonato en casi dos décadas sin ninguno de sus integrantes). La generación que derribó muros imposibles hasta entonces: el oro de Japón, las dos platas Olímpicas (2008, 2012) tras luchar de tú a tú contra ese Redeem Team de Estados Unidos que ya es leyenda, el triunfo frente a Francia y sus 27.000 aficionados en la caldera de Lille en 2015

JOSÉ MANUEL CALDERÓN jugó en la NBA entre 2005 y 2019 y fue compañero de Pau Gasol en la Selección española: “Mi primer recuerdo de Pau es la primera concentración en las categorías inferiores de la Selección, debió ser por el 95 o el 96. Él llega por primera vez y todos nos sorprendemos por su altura, por lo delgado que estaba... y porque en aquellos primeros años que él viene con nosotros, en el baloncesto se veía el futuro, pero no el presente. Nuestras conversaciones eran de niños de esa época. Lo que ponían en la tele, series, otros deportes, lo que estábamos haciendo cada uno en nuestros campeonatos... Pau cantaba mucho, tiene buena voz. Le pedíamos que cantara, y recuerdo que cantaba mucho ‘I Believe I Can Fly’. Nuestras cabezas no estaban todavía en la NBA, por claro”.

SERGIO SCARIOLO: “Yo acababa de llegar al Real Madrid y había vivido como espectador y admirador la aventura de este grupo de chicos que tenía algo especial y que jugaron esa final júnior contra Estados Unidos en Portugal. Pau no tuvo gran protagonismo pero fue mi primera toma de contacto con la existencia de este chico, que todavía tenía mucho por crecer y mejorar, sobre todo a nivel físico, pero apuntaba ya obviamente maneras importantes”.

CHUS BUENO, ahora director general de Legends en España y Portugal, trabajó para la FEB y fue Vicepresidente de Negocio de la NBA para Europa, Oriente Medio y África: “Cuandoyo estaba en la Federación, veíamos que era una generación muy buena pero no podíamos imaginar que iba a ser tan, tan buena. Pero luego el Europeo del 98, cuando ganan el Mundial Júnior derrotando a Estados Unidos, y de la forma que lo hicieron… Yo me acuerdo de ver ese partido y decir ‘qué barbaridad, qué capacidad de competir’. Piensas que tenemos futuro pero lo dejas ahí, ‘tenemos futuro’. Llegan los Juegos de Sidney y un momento clave, el Europeo de 2001. Cuando estábamos en Turquía con Pau, Navarro y Raúl vimos que tan jóvenes como eran, ya estaban dominando el baloncesto europeo. Ahí nos dimos cuenta de que las cosas iban a cambiar muchísimo. Para mí tuvieron un impacto grandísimo hasta en mi vida profesional. Cuando estaba con ellos en las concentraciones, me colaba en las habitaciones cuando estaban jugando a la pocha… les escuchabas cómo hablaban y pensabas, perdonadme la expresión, ‘estos cabrones van a romper el molde’. Su ambición no tenía límites. Estabas con ellos en los Juegos de 2008 y hacían bromas sobre quién iba a defender a LeBron James… Siempre me decía a mí mismo que ojalá me pudiera quedar con un poquito de ese ADN, chupar de ahí para ser más competitivo en la vida, no tener miedo a romper moldes. Creo que eso es lo que más nos aportó esa generación, en manos de Pau y Juan Carlos Navarro, pero sobre todo de Pau. Vinieron a romper moldes y han tenido un gran impacto en la sociedad”.