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NBA | NUGGETS-HEAT

A los Heat todavía les quedan vidas

Los de Spoelstra parecieron muy inferiores en el primer partido de las Finales, pero tienen armas para cambiar las cosas e igualar la eliminatoria.

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A los Heat todavía les quedan vidas
Kyle TeradaUSA TODAY Sports via Reuters Con

Esta noche (02:00, hora española) se deshará un nudo tal vez definitivo en las Finales 2023 de la NBA. Si Denver Nuggets vuelve a ganar con comodidad y coloca el 2-0, ¿cómo de lógico sería esperar una reacción de los de Florida, una lo suficientemente grande para poner realmente el título en cuestión otra vez? Se ha hecho, claro. Los propios Heat lo lograron contra los Mavs en 2006, y el último antecedente es reciente: los Bucks a los Suns hace solo dos años. Pero, ¿no parecen estos Nuggets un equipo lo suficientemente bueno y lo suficientemente superior a su rival como que eso no le suceda a ellos? Seguramente, eso sí, también en 2006 y 2021 parecían Heat y Suns igual de superiores después de los dos primeros partidos (+25 los texanos, +23 los de Arizona).

Miami Heat es un seed 8, con lo cual era obvio desde el principio que su margen de error era minúsculo. Su plan, en esencia, pasa por hacerlo todo bien todo el tiempo, porque Denver Nuggets no es un equipo con las carencias y contradicciones que aplastan a los Celtics, el mejor de la NBA en sus picos, un desastre líquido en sus valles. El primer partido de la Final acabó con un +11 (104-93) que no parece hacer justicia a las sensaciones (59-42 al descanso), +24 en el tercer cuarto… A partir de ahí, cada uno puede elegir cómo de en serio se toma la reacción de los Heat, que se pusieron a 10 a falta de 9 minutos y llegaron a bajar de la decena (-9) sin poner nunca del todo en cuestión el triunfo de los Nuggets.

¿Fue un tramo de control de daños de los locales o realmente los de Florida encontraron una forma de jugar más efectiva, se fueron aclimatando a la serie? Eso también lo dirá, en gran parte, este segundo partido. Territorio desconocido para los Heat, que empezaron sus tres series en el Este (Bucks, Knicks, Celtics) ganando. Hoy, apenas tienen margen de error. Pueden evitar el 2-0 de los Nuggets, más allá de que su rival sea superior y favorito. Estas son algunas de las claves para hacerlo, de los mensajes que dejó el primer partido:

ADAPTACIÓN A LA ALTURA. El problema de la altura es real, la Mile High (una milla de altitud, más de 1.600 metros) de Denver. Históricamente, la pista de los Nuggets ha generado la mejor ventaja de campo de la NBA. Según Hoopshype, desde la llegada de los Nuggets (junto a Spurs, Pacers y Nets) en el merger ABA-NBA, los de las Rocosas tienen la mayor diferencia entre balance de victorias en casa y fuera de su pista: +31%. El tercero, por cierto, es Utah Jazz (+28%), la segunda ciudad NBA por altitud. LeBron James, antes de la final del Oeste, señaló a los último minutos del primer tiempo como un momento clave en esa pérdida de oxígeno y piernas que implica la altitud, y los Nuggets tienen un +63 en las primeras partes de los primeros partidos de sus cuatro eliminatorias: +11 a Wolves, +17 a Suns, +18 a Lakers y +17 a Heat. Si se añade que los de Spoelstra jugaron el lunes el séptimo partido de la final del Este, en Boston, y que llegaron a Denver después, ya a las 5 de la mañana, el tiempo de adaptación fue muy bajo. Además, esperaba un rival que llevaba nueve días completos de descanso tras barrer a los Lakers. Para esta noche, en principio, los Heat estarán más adaptados, con más capacidad física y algo más recuperados, quizás, con dos días completos de descanso entre partidos y ya más lejos la serie contra los Celtics.

UNA DEFORMACIÓN EN LOS TIROS LIBRES. Nunca en toda la historia de los playoffs, un equipo se había quedado en solo dos tiros libres intentados. Miami Heat solo lanzó dos (Haywood Highsmith) y ni siquiera hubo declaraciones grandilocuentes ni líos con el arbitraje. Bam Adebayo dijo que no quería responder para que no le multaran, pero en general en los Heat se asumió que había habido falta de agresividad por su parte, ciertos momentos contemplativos en ataque y menos penetraciones hacia el aro y más suspensiones. Solo Jimmy Butler, que en su mejor versión presiona constantemente a la defensa rival, llegó a la final promediando nueve tiros libres en los playoffs. Ahí tienen un obvio margen de mejora los visitantes: los Nuggets lanzaron 20 y anotaron 16 (+14 desde la línea de personal).

UNA NOCHE NEGRA DE LOS TIRADORES. Los Heat dependen mucho del triple. Fueron un mal equipo desde la larga distancia en la regular season pero frieron a triples a Bucks y Celtics en dos sorpresas mayúsculas, gigantescas, en las eliminatorias. En el primer partido, Max Strus dejó un terrible 0/9 en triples (0/10 total) con siete de los nueve lanzados totalmente liberado. Caleb Martin, héroe contra los Celtics, jugó enfermo y firmó un 1/7 en tiros totales. Y el triplista Duncan Robinson acabó en 1/5. Los Heat encontraron buenas posiciones de tiro en la primera parte, pero se desangraron en una catarata de fallos. De su 34,4% en triples en regular season, al 36,3 combinado contra Bucks y Knicks y el espectacular 43,4% contra los Celtics a un 33,3% final (13/39) en el primer partido contra los Nuggets, y eso gracias a los aciertos del último cuarto. Lo normal es que Miami no tire tan mal, claro. Pero la realidad es que necesita varias noches mejores que lo normal para tener opciones en una eliminatoria completa.

Porque lo cierto es que Denver Nuggets acabó en un muy pobre 8/27 en triples. Sobre todo Michael Porter Jr (2/11) también con muchos buenos lanzamientos al limbo. Así que los de Malone también tienen margen de mejora por ahí. Los Heat dependen más del triple: 39% en playoffs hasta el jueves, la mejor cifra de todos los equipos que iniciaron la carrera por el título. 41% en las victorias y 36% en las derrotas.

EL CONTROL DE LAS POSESIONES. La matemática favorecía a Miami Heat, algo que tiene que mantener sin duda para poder ganar en Denver: lanzó 17 tiros más (79-96) gracias a un 6-11 en rebotes de ataque y a que solo apiló 8 pérdidas. Un excelente dato que dejó a los Nuggets en nueve puntos en transición (su media en las series del Oeste fue de 16) y, al final, en 104 totales, una anotación baja y más para un equipo de tanto potencial ofensivo. Eso sí, los Heat se quedaron en solo 4 puntos en transición.

LA AGRESIVIDAD DE JIMMY BUTLER. Malone reconoció ayer que no espera tanto ajustes tácticos de los Heat como un cambio de actitud. Desde luego, tiene que haber más agresión en la forma de atacar de los de Spoelstra, más físico y más presión hacia el aro. Y eso empieza con Jimmy Butler, que se quedó en el arranque en 13 puntos con 14 tiros (6/14), solo cuarto anotador de su equipo, y con un -17 en sus 38 minutos. Los Heat ganaron los 10 minutos en los que el alero se sentó, y sacaron un +3 cuando descansó Jokic. En esa ecuación solo falta la producción de un Butler que dejó claro tras el partido que sabe que tiene que ser más incisivo. La duda es cómo está de piernas, cómo de cansado ha llegado tras la agotadora serie contra los Celtics. Y cómo está el tobillo que se lesionó contra los Knicks. Más allá de esa intensidad más baja de lo habitual, se le quedaron cortos demasiados tiros, un patrón que suele indicar que las piernas van justas. Los Nuggets le pusieron siempre muchos cuerpos delante, obligándole a lanzar sin dejar que penetrara. Fue el segundo partido de playoffs en el que no penetró ni diez veces (acabó en 8) y solo produjo así 0,66 puntos por jugada, una cifra demasiado baja. En pick and roll, también estuvo muy por debajo de lo habitual: 0,36 puntos por ataque. Eso tiene que cambiar, claro.

EL REGRESO DE TYLER HERRO. El escolta sufrió una fractura en la mano derecha en el primer partido de los playoffs, contra los Bucks. Se rumorea que podría volver para el game 2, pero parece mucho más lógico esperar su regreso para el tercero, el primero de las Finales en Miami. Herro es un defensor cuestionable, pero su producción ofensiva puede ser trascendental para su equipo: en regular season promedió 20,1 puntos con casi un 37% en triples tras bote (generados por él), un 56,6% de true shooting percentage (el baremo que mide todos los lanzamientos que se realizan, también desde la personal) y un 25% de usage (peso en el ataque), algo que también ayudaría a descargar de responsabilidad permanente a Butler.

LA LECTURA DE BAM ADEBAJO. Los Nuggets diseñaron un plan defensivo que pasaba por dejar que Bam Adebayo lanzara. El pívot de los Heat castigó desde la media distancia (5/5), un tiro que no siempre le trae buenas noticias, y acabó con su tope de lanzamientos (25) en un partido de playoffs. Sus 26 puntos, 13 rebotes y 5 asistencias son desde luego una gran noticia, pero con el asterisco de que durante muchos minutos pareció que los Nuggets estaban encantados con eso, convencidos de que es la fórmula con la que menos posibilidades de ganarles tiene su rival. Adebayo también tiene que atacar más el cuerpo a cuerpo para desgastar a Jokic, y tiene que seguir buscando los pases, no solo a los tiradores sino también (y lo hizo muy bien en algunos tramos) a los jugadores que quedan en ventaja cerca del aro. el pívot no tendría que tener un peso esencial en ataque ya que tiene que ocuparse de la defensa de Jokic, una tarea complejísima y agotadora, pero si sigue produciendo y se muestra proactivo en ataque, se multiplica la versatilidad ofensiva de los Heat.

REPLANTEAR LA ZONA. Denver Nuggets ha sido el mejor equipo contra defensas en zona tanto en regular season como en playoffs. Las zonas de Spoelstra han sido claves para crear disrupciones en el ritmo del rival en las anteriores series. Así que era importante ver quién cedía en esa batalla, y en el primer partido salió peor parado Miami Heat. En 19 posesiones contra la zona, Denver anotó 1,19 puntos de media. Con un dato muy curioso: fue más eficaz sin Jokic (1,50) que con el serbio (0,91) en pista. Normalmente, Jokic es un arma letal contra las zonas por su capacidad de lectura y pase, y los rivales suelen usar esas defensas cuando descansa el pívot. Los Heat quizá recurran menos a esas variantes, porque en otros apartados sí tuvieron éxito: los Nuggets solo anotaron 0,36 puntos de media (los Heat 0,80) en sus aclarados de uno contra uno. Y según avanzó el partido se fueron reduciendo los pases de Jokic en el poste a los jugadores que cortaban, algo que en el primer cuarto fue letal gracias a, sobre todo, la conexión del serbio con Aaron Gordon. Los Nuggets promedian por partido de playoffs 11,6 pases desde la zona para tiros también en la zona. Arrancaron el partido con siete pero acabaron en 16, de más a menos. Y el rating ofensivo pasó de 131,1 en la primera parte a 93,8 en la segunda.