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NBA | MERCADO

Millones o drama: el verano de Kyrie, LeBron, Zion, Harden...

El mercado veraniego estará marcado por algunos casos muy trascendentes que acapararán titulares... y pueden transformar el mapa deportivo de la NBA.

LeBron James y Zion Williamson, durante un partido.
JONATHAN BACHMANGetty Images

En la edad de oro de la NBA, puede llegar a parecer que el dinero llueve del cielo. Las franquicias valen más que nunca (por encima de los 2.500 millones), el salario medio de los jugadores supera los 7 millones, los contratos televisivos se disparan de forma histórica… Los equipos gastan más que nunca en sus plantillas, la subida del salary cap multiplica el valor de los contratos… pero el dinero sigue siendo dinero. Los propietarios siguen viendo con malos ojos, muchas veces, rascarse el bolsillo. Y las negociaciones incluyen momentos tensos en los que todos tratan de hacer valor sus motivos para presionar.

Cada año se firman contratos que acaban pareciendo grandes errores, ideas que salen mal, situaciones que hipotecan el futuro de franquicias. Por eso, los ejecutivos siguen mirando con tiento sus cuentas. Y esta ventana de mercado veraniego no será distinta porque, además, incluye varios casos muy mediáticos que pueden salir cara o cruz, resolverse sin dramas o provocar terremotos que pueden acaparar muchos titulares… e incluso transformar el mapa deportivo de la NBA. Son estos:

BRADLEY BEAL (WASHINGTON WIZARDS)

Beal va a cumplir 29 años. Lleva en la NBA desde 2012 y ha demostrado que puede anotar casi a su antojo cuando está en plenitud: 22,1 puntos de media en su carrera (645 partidos) y dos temporadas seguidas (2019-21) por encima de los 30 por noche. La pasada solo jugó 40 partidos, lastrado por una lesión de muñeca. Sus medias fueron de 23,2 puntos, 4,7 rebotes y 6,6 asistencias. En 2019, Beal firmó una extensión positiva para él y para los Wizards, el equipo que lo drafteó (número 3 en 2012): dos años, 72 millones extra para ponerse, en ese momento, en un total de 4x130 con una player option para la última temporada, que es la que viene: 2022-23. Puede elegir agotar contrato en Washington por 36,4 millones de dólares.

Beal rechazó una nueva extensión que le habría sacado de los rumores de marcado para el medio plazo: los Wizards querían darle 181,5 millones por cuatro temporadas más de las ya firmadas, pero el escolta prefirió apurar sus opciones. Ahora, todo indica que declinará su player option y firmará un nuevo contrato. Los Wizards pueden darle un máximo de cinco años y unos 245 millones. Si se va a otro equipo como agente libre, su tope estará en cuatro años y 180 millones. Beal se debate entre la fidelidad a la que por ahora es su única franquicia NBA y el deseo de probar las aguas de la agencia libre y, sobre todo, de jugar en un equipo con aspiraciones reales de ser campeón.

Los Wizards están entre las aguas de la reconstrucción y la competición, un terreno en el que es peligroso comprometerse con un jugador de la edad de Beal y que pasaría a cobrar una media de 49 millones al año, algo que ahora solo supera Stephen Curry (53,8). No hay certezas de que Beal, un grandísimo anotador, pueda ser líder principal de un equipo de máximas aspiraciones (hay muchas dudas, de hecho). Así que la situación puede acabar siendo difícil tanto para el jugador, al menos a nivel deportivo, como para un equipo que en todo caso tiene que asegurarse de que no pierde a Beal sin ningún retorno. Como mínimo, tendría que acordar un sign and trade: darle el nuevo contrato con un traspaso ya acordado con la franquicia que fuera a hacerse con Beal… y ese nuevo (y monstruoso) vínculo económico.

ZACH LAVINE (CHICAGO BULLS)

Un caso con ciertos paralelismos al de Beal, y al de muchos otros en un punto así de su carrera. LaVine, que acabó con problemas de rodilla la pasada temporada, es un all star los dos últimos cursos que se ha convertido en uno de los escoltas más espectaculares de la NBA. Lleva en los Bulls desde 2017, y rechazó una amplicación de cuatro años y 157,4 millones de dólares. Va a ser el mejor agente libre del mercado veraniego y va a firmar su primer mega contrato (el anterior era de cuatro años y 78 millones). Se puede llevar 212,3 millones por cinco años de los Bulls. Si se va a otro equipo como agente libre o vía sign and trade, opta a 157,4x4. Lo normal es pensar que sigue en los Bulls, pero las informaciones desde Chicago apuntan a que en la franquicia están divididos. Un eterno problema: LaVine es muy bueno pero… ¿lo suficiente para comprometer más de 200 millones?

David Kaplan, de NBC en Chicago, explicó las dudas que tenían en los despachos del equipo: “Hay quienes quieren darle contrato máximo y ya está. Pero otros creen que no tiene esa mentalidad de perro que es necesaria para ganar. Es muy bueno. Maneja la bola, asiste… muy bueno y muy buen chico. Pero, ¿va a intentar matarte cuando se esté decidiendo el partido? Michael Jordan habría matado a su familia para ganar. Kobe, que en paz descanse, igual…”.

KARL-ANTHONY TOWNS (MINNESOTA TIMBERWOLVES)

Otra vez, la paradoja: Towns es muy bueno, un enorme talento. All star, en edad óptima (26 años) y con cuatro temporadas seguidas de más de 24 puntos por noche (la pasada, 24,6 y 9,8 rebotes) con una de las mejores muñecas que ha tenido un pívot en la historia de la NBA (es el vigente campeón del concurso de triples, de hecho). Los Wolves acaban de regresar a playoffs después de una temporada muy positiva (46-36) en un equipo que acaba de demostrar su recién descubierta ambición con la contratación del directivo Tim Connelly, robado a los Nuggets a golpe de talonario.

Towns tiene todavía dos años más de contrato por los que cobrará 68,9 millones de dólares. Pero desde Minnesota aseguran que va a tener sobre la mesa este verano una extensión que sería de cuatro años y 211 millones porque ha calificado para el supermax que equivale al 35% del salary cap del equipo. Pese al talento de Towns, algunos dudan de su gen competitivo y su capacidad para ser el líder de un equipo en el que emerge con mucha fuerza Anthony Edwards. Un ejecutivo lo ha dejado claro, de forma anónima, en Hoopshype: “Yo no le daría el súper máximo. Es muy bueno, pero no ha hecho nada que merezca ese tipo de contrato. Es un súper talento… pero es blando”.

ZION WILLAMSON (NEW ORLEANS PELICANS)

Uno de los asuntos del verano, desde luego. Las aguas parecen discurrir con más tranquilidad ahora en el frente Pelicans: otro equipo al alza, que ha vuelto a playoffs y ha encontrado su identidad deportiva. Y, por el camino, ha arreglado parte de su estropeada relación con Zion Williamson, el ultra mediático número 1 del draft de 2019, para el que ha llegado el verano de la extensión: un máximo de cinco años por 181 millones de dólares, que habrían sido hasta 210 si hubiera entrado en los Mejores Quintetos una vez en tres temporadas en las que solo ha podido jugar 85 partidos (la última en blanco por una lesión en el pie y después de ser all star en 2021).

El asunto es peliagudo: las lesiones, el estilo de juego, el perfil físico y su actitud cuando ha estado de baja han hecho que muchos cuestionen las bondades de dar semejante contrato a un jugador que, por otro lado, es una mina de oro mediática y tiene un potencial incuestionable… cuando puede jugar con continuidad: en su año all star, 27 puntos, 7,2 rebotes, 3,7 asistencias y un 61% en tiros de campo. Tiene todavía 21 años, se le ha vinculado a grandes mercados como el de Nueva York… ¿Qué hacer? Todo apunta a que los Pelicans le ofrecerán un contrato muy grande… pero no un máximo de cinco años sin condicionantes ni protecciones para la franquicia. Se habla de más de 100 millones garantizados, en todo caso. Si Zion acepta (podría tener la oferta ya el 1 de julio), no habrá culebrón. Si quiere el contrato íntegro por cinco años… empezará uno de los culebrones del año (o de los últimos años) en la NBA.

JAMES HARDEN (PHILADELPHIA 76ERS)

Otro caso delicado que, en este caso, puede resolverse casi por sí mismo. Harden no aceptó en octubre una extensión de los Nets, que le ofrecían 161,1 millones por tres años extra. Llegó en febrero a Philadelphia y tampoco llegó a ningún acuerdo a tiempo, así que ahora puede ser agente libre… o acogerse a una player option gigantesca: 47,3 millones de dólares. Con opción, además, a una extensión de cuatro años y 233 millones. Una barbaridad que pondría su salario en más de 61 millones de dólares en la temporada 2026-27, que jugaría con 36 años.

Los grandes medios estadounidenses ya han señalado la hoja de ruta: Harden aceptará esa player option y tratará de llegar a un acuerdo extra con los Sixers. El mercado apenas presenta buenas oportunidades para él y su nivel de juego en la última temporada no le va a permitir exigencias altísimas. Y su equipo no va a ofrecerle esa extensión máxima en ningún caso. Con 32 años, su declive físico es muy evidente. Ya no es la máquina de producir en ataque fue en el los Rockets y en sus 21 partidos de regular season con los Sixers, después del traspaso, promedió 21 puntos, su mínimo desde 2012, cuando era un reserva de tercer año en los Thunder. Además, con sus peores porcentajes: 40% con un 32% en triples. En playoffs tampoco enseñó su mejor versión: 18,7 puntos y 7 asistencias en la serie contra Miami Heat. Así que el obvio descenso de su rendimiento puede hacer que haya poco drama en este caso.

KYRIE IRVING (BROOKLYN NETS)

Otro caso que parecía más enrevesado de lo que puede acabar siendo… o no. Es difícil saber en situaciones así, y más cuando el protagonista es la estrella más inestable de la actual NBA. Kyrie tenía sobre la mesa una extensión máxima antes de la pasada temporada. Como Harden (y al contrario que su inseparable Kevin Durant), no firmó. Después, vino una temporada en la que los Nets han sido un sonado fracaso (paso por el play in, barrida en primera ronda contra los Celtics), entre otras cosas porque Kyrie se pasó tres meses fuera del equipo por su negativa a vacunarse y acabó jugando solo 29 partidos después de haber jugado solo 54 el anterior. Su fama de personalidad poco fiable está en máximos, y tiene una player option de 36,5 millones que en principio iba a rechazar para firmar un nuevo contrato con los Nets.

Con 30 años y uno de los talentos más especiales de la historia del baloncesto, parecería de cajón darle un máximo de cinco años y 246 millones. O uno de cuatro y 190. Sin embargo, todo apunta a que los Nets no quieren pillarse los dedos con una personalidad tan compleja, sin bien necesitan llegar a un acuerdo satisfactorio por ambas partes. No solo por el nivel de Kyrie sino por su estrecha relación con Durant. Ambos eligieron en 2019 reunirse en los Nets, y cuando acabó esta temporada dejaron claro que querían seguir juntos. Es decir: una falta de acuerdo con Kyrie también podría alienar a Durant. Si Kyrie rechaza la player option y firma con otro equipo que no sea Brooklyn Nets, podría llegar a un máximo de cuatro años y 182 millones. Si se acoge a su player option, podría firmar extensiones de tres o cuatro años extra pero ya perdería dinero con respecto a su mejor hoja de ruta. Los Nets tratarán de buscar un acuerdo que les deje ciertas opciones abiertas si Kyrie sigue sin jugar de forma estable.

DEANDRE AYTON (PHOENIX SUNS)

Los Suns ganaron 64 partidos en la mejor temporada de su historia. Después de quedarse a dos pasos del anillo en las Finales 2021, eran los principales aspirantes al título cuando comenzó la temporada. Pero llegaron los playoffs… y la franquicia de Arizona se hundió en la semifinal contra los Mavericks. Después de mandar (2-0 y 3-2) cayeron (3-4) en un deshonroso séptimo partido, en su pista, en el que llegaron a perder por 46 y en el que solo apilaron 26 puntos entre Devin Booker, Chris Paul y DeAndre Ayton. El pívot tuvo pocos minutos y después se supo que su entrenador, Monty Williams, se había cansado de lo que consideraba lagunas injustificables de concentración y lapsus en el tono competitivo del pívot, número 1 del draft de 2018.

Con 23 años, Ayton es un pívot de futuro, un jugador que ha sido vital en el ascenso de los Suns y que ha mostrado su mejor nivel desde la llegada de Chris Paul, un experto en maximizar el valor de sus jugadores interiores. La pasada temporada, Ayton promedió más de 17 puntos y 10 rebotes por partido. Sin acaparar tiros, con un rol secundario en ataque y cada vez más útil y concentrado en defensa. Y eso a pesar de que, cosa extraña con un número 1 de draft y un jugador titular y clave en un equipo finalista, comenzó la temporada sin extensión de su contrato rookie. Los Suns se negaron a darle el máximo, cinco años y 172,5 millones de dólares. Después se supo que incluso tantearon cuál podría ser su valor de mercado y el jugador, por su parte, reconoció que se sentía decepcionado.

La eliminación y el feo final, con los rumores de críticas internas, se han sumado a la ola de opinión que apunta a que acaba no siendo rentable, en la actual NBA, dedicar los grandes contratos a pívots puros… que no sean, claro, Joel Embiid y Nikola Jokic. Ayton será agente libre restringido por 16,4 millones de dólares. En ese caso, los Suns podrían igualar cualquier oferta y retener al pívot. Pero ahora mismo todas las opciones están sobre la mesa (también un sign and trade) y, además, en este caso sí suenan pretendientes muy claros: Indiana Pacers, Detroit Pistons…

LEBRON JAMES (LOS ANGELES LAKERS)

Todo acabó tan mal en los Lakers, en dos años del anillo a quedarse fuera incluso del play in, que por haber, puede haber hasta caso LeBron. El alero tiene contrato la próxima temporada por 44,4 millones de dólares. En principio, los Lakers le ofrecerán una extensión por otras dos y 97 millones de dólares. Un contrato que acabaría con 39 años. Pero desde su entorno ya se ha filtrado que podría no aceptarlo y que entre sus bazas está volver a la ruta que eligió en sus últimos años en Cleveland Cavaliers: ir año a año para maximizar sus opciones deportivas. Aunque L.A. sigue siendo un mercado ideal para él, la situación de los Lakers es complicada y asoma también su deseo de jugar con su hijo Bronny, que podría llegar a la NBA en 2024.

LeBron, después de la temporada, suavizó el tono y envió mensajes de concordia a unos Lakers que, por su parte, desactivaron la que sería la gran bomba: no traspasarán a LeBron ni aunque este no extienda su contrato y haya riesgo de que se vaya como agente libre en 2023. Será, en todo caso, uno de los asuntos a seguir con detenimiento este verano porque traerá noticias, o como mínimo pistas claras, de cómo será el final de la legendaria carrera de LeBron en la NBA. Muchos creen, sin embargo, que no dejará pasar la oportunidad de superar el récord de puntos de Kareem Abdul-Jabbar con la camiseta de los Lakers. Si en L.A. consiguen hacer un equipo que vuelva a aspirar a cosas importantes, será más fácil que todo se arregle sin jaleos.