Fin del culebrón: Kyrie y Durant no se mueven de los Nets

Se acaba el morbo. Tras unos días de una intensidad muy grande de rumores en torno a, claro, Kyrie Irving, el base ha decidido ejercer su player option de 37 millones con los Nets y continuará ligado al equipo de Brooklyn, al que llegó en 2019. La siempre controvertida estrella decide cumplir así con su compromiso de cuatro años (así se pensó inicialmente) con los neoyorquinos, pero también con un Kevin Durant cuya continuidad también se había puesto en entredicho en las últimas horas, especialmente si su compañero finalmente salía de la franquicia. Finalmente, y tras unas horas frenéticas en las que varios periodistas apuntaban a la posibilidad de una salida casi inminente, Shams Charania anunciaba la decisión de Kyrie y las aguas volvían a su cauce a apenas unos días de la apertura del mercado de la NBA (la noche del jueves al viernes, a las 00:00).

“La gente normal mantiene el mundo en marcha, pero aquellos que se atreven a ser diferentes nos guían hacia el mañana. He tomado la decisión de participar”, aseguraba Kyrie en un escueto y misterioso mensaje, muy acorde a su polémica personalidad. Irving aterrizó en los Nets junto a Kevin Durant en 2019, pero desde entonces solo ha disputado 103 partidos de 226 posibles (82 de esta última temporada y 72 por cada una de las dos anteriores, acortadas por el coronavirus). Sus siempre cuestionables ideas, su falta de compromiso, su hermetismo y su capacidad para ser siempre una especie de alma libre que no se casa con nadie han originado muchos problemas en el seno de la franquicia. La decisión de no vacunarse contra el coronavirus y defender a ultranza esa idea causó estragos en los Nets y el base apenas ha participado en 29 partidos esta temporada, que ha acabado con una eliminación temprana y objetivamente contundente ante los Celtics (4-0), a la postre finalistas.

Tras la conclusión de la temporada, Sean Marks (General Manager del equipo) y Steve Nash (entrenador), atendían a los medios y lanzaban dardos claros a Kyrie. Ambos, en especial el directivo, hablaron de “compromiso”, y se refirieron a la situación de un jugador que estaba obligado a tomar decisiones y a decidir si realmente quería estar con el equipo. Su participación entre bambalinas (y junto a Durant) del despido de Kenny Atkinson, la decisión de contratar a Nash (muy cuestionado) para contentar a ambos jugadores, su desaparición en plena pandemia para asistir a la fiesta de cumpleaños de su hermana y su postura con las vacunas no han gustado al equipo, incluido Durant. Y deportivamente su nivel no ha compensado: 27,4 puntos y 5,8 asistencias en su fugaz regular season, sí, pero apenas 21,3 en la serie ante los Celtics. 39 en el primer partido y 10, 16 y 21 en los tres siguientes, en los que promedió 15,3 puntos con un 37% en tiros.

Las últimas horas han sido taquicárdicas en el seno de los Nets. Hace unos días, Durant, harto de la situación, aseguraba que se desentendía del futuro de su compañero (”no quiero ser parte de esto”), y las últimas informaciones apuntaban a que los Nets estaban preparados para desprenderse de ambas estrellas, que llegaron juntas al proyecto, lo han personalizado y han visto como por él pasaban James Harden y sus cosas y, tras su traspaso, un Ben Simmons que lleva un año en el dique seco. Los Nets dieron permiso a Irving para tantear opciones y la posibilidad de un sing and trade que le llevara a otra franquicia era cada vez más real. Según los rumores, la opción favorita del baase eran los Lakers de LeBron James, jugador con el que ya compartió equipo en los Cavaliers y con el que conquistó el anillo de 2016. Tras todo el lío originado, Kyrie ha hecho efectiva su player option y seguirá en los Nets.

La idea, claro, es que Durant siga con él, aunque Adrian Wojnarowski ha revelado que el entorno de la estrella y ella misma todavía no se han pronunciado tras la decisión de Irving. La continuidad de Durant estaba supeditada a la de su compañero, pero su malestar con él ha ido in crescendo en las últimas fechas, especialmente en una última temporada en la que ha tenido que tirar casi en solitario del equipo y en la que, cuando ha contado con la ayuda de Kyrie, ha sido para ver como una temporada que nunca empezó terminaba en una primera ronda que no iba acorde a las expectativas iniciales del proyecto. Uno que, recordemos, se formó para ganar el anillo pero lleva tres años gastándose una cantidad ingente de dinero en sus estrellas, sin margen salarial para nada más que firmar mínimos de veterano y con un entrenador que depende neta y completamente de los deseos, filias y fobias de dos estrellas a las que tiene que contentar de forma constante. De momento, o eso parece, año cuatro de Kyrie y Durant en los Nets. ¿Última oportunidad?