Heurtel no jugará en el Barça

La temporada del Barça se puede definir por ahora, y es más bien un eufemismo, como movida. Y lo de las últimas horas parece el colmo: a la desvinculación de Neto siguió el fichaje, apalabrado, casi concretado y ahora parece que frenado de un Thomas Heurtel que hace no mucho era algo así como el enemigo público número 1 en la casa azulgrana. Y que ha volado a Barcelona pero no sabe, ahora mismo, en qué va a quedar su situación cuando todavía parecía cerrado. El equipo, además, no carbura y presenta un balance de 16-16. En la Liga Endesa, es octavo, última plaza que da acceso a la Copa del Rey con 7 victorias en 13 jornadas, mientras que en la Euroliga es 11º con 9 triunfos tras 18 partidos disputados. Está fuera de los puestos del playoff. También de los del play in después de arrancar la máxima competición continental con un esperanzador 7-2. En la Supercopa, el primer titulo de la temporada, fue apeado en las semifinales por el Real Madrid, que le ha ganado los tres Clásicos jugados hasta la fecha.

Un pobre rendimiento al que no han ayudado las lesiones. Principalmente, la de Nicolás Laprovittola. El base argentino se rompió el ligamento cruzado de la rodilla derecha el pasado 20 de octubre en el Palau Blaugrana ante el Baskonia en la ACB. Una lesión que también le afectó al menisco externo de la rodilla derecha. Su baja, 10 meses. Adiós hasta el próximo curso.

Los azulgranas se movieron para encontrar un reemplazo… que no salió como todos querían. Se fichó a Raulzinho Neto a finales de noviembre. Un extraordinario base brasileño (con pasaporte italiano), de enorme calidad y mucha experiencia de alto nivel, con ocho temporadas y 435 partidos en la NBA. Pero también con mucho riesgo por culpa de diversos problemas físicos, el peor, la rotura del tendón rotuliano de la rodilla derecha que sufrió con su selección en el Mundial 2023.

Y el riesgo salió ganador en la batalla, con el Barça y Neto separando sus caminos tras solo dos partidos y solo siete minutos. Debutó contra el Madrid y se lesionó (aductor de la pierna izquierda). Regresó frente al Estrella Roja y volvió caer. Una tragedia que los culés quieren convertir en una comedia con el jugador elegido como reemplazo del reemplazo: Thomas Heurtel (35 años y 1,89 m), que ya vistió la camiseta azulgrana cuatro temporadas.

La operación parecía y, de hecho, Heurtel ha aterrizado hoy en Barcelona para pasar el reconocimiento médico y firmar hasta final de temporada. En el aeropuerto de la Ciudad Condal, ha hablado ya en clave azulgrana: “Estoy muy feliz y con muchas ganas de empezar. He hablado con todos. Con Navarro, con Mario, Navarro, Joan... He entrenado mucho en China así que el estado de forma física no va a ser un problema”. Sin embargo, según el periodista Marc Mundet, todo puede irse al traste en lo que sería otro giro circense de un fichaje de por sí, como poco, muy llamativo. Mundet, muy fiable en lo referente a la sección de baloncesto del Barcelona, ha explicado en el canal de Twitch de Jijantes que todo se ha parado y que el fichaje ahora “pende de un hilo”. La razón principal, que en el club se han replanteado la operación al ver el aluvión de críticas que ha llegado, sobre todo a través de las redes sociales, por parte de sus aficionados. En el club hay división: unos temen que esa reacción de la masa social pase demasiada factura, pero otros consideran que parar ahora del todo la operación sería incluso más dañino para la imagen, ya muy tocada, de un equipo que en todo caso necesita un base, a ser posible que no ocupe plaza de extracomunitario. Ahora mismo no se puede saber si ese jugador será un Heurtel que está en hotel de Barcelona, sin haber pasado siquiera la revisión médica y a la espera de acontecimientos.

La salida del Barcelona

El primer paso de Heurtel por el Barcelona fue de más a menos. De héroe a villano para la afición. De ser doble campeón y MVP de la Copa del Rey a no contar para Sarunas Jasikevicius y quedarse en tierra en Estambul (Turquía) en diciembre de 2020 tras un duelo de Euroliga frente al Anadolu Efes. El motivo, negociar con el Madrid a espaldas del club cuando el francés aseguraba que su siguiente destino sería el Fenerbahçe… aunque el Fener no tenía intención de contratar sus servicios.

“Al no estar (el jugador) bajo la disciplina del equipo en este partido, se decide que no vuelva con el grupo. No estuvo desatendido en ningún caso y se le dieron todas las facilidades -noche de hotel, billete de vuelo regular y toda la documentación pertinente- para poder viajar y volver a Barcelona el día siguiente”, se defendió conjunto culé, que recibió múltiples críticas por su decisión, en plena época post-COVID. En enero de 2021, ambas partes separaron sus caminos.

El lío en el Madrid

“Mis antiguos agentes estaban negociando una salida. Estaban hablando con el Madrid. Lo sabía, no el Barcelona, que pensaba que iba a fichar por el Fenerbahçe. Mis agentes me pidieron que viajara con el equipo a Estambul. El Barcelona se enteró antes del partido contra el Efes. Al final de la noche, estoy en el aparcamiento y al pie del autobús me dicen: ‘Nos vamos. Te quedas. Te hemos reservado un billete de avión para mañana’. Está claro que debería haberme negado a ir a Estambul, haber puesto las cartas sobre la mesa, haber dicho con quién estábamos negociando, incluso si eso significaba correr el riesgo de que se negaran. El club siempre ha sido claro y justo conmigo. Después, el club y Sarunas Jasikevicius son dos cosas diferentes… Tras su llegada, todo cambió. Y después del incidente de Estambul, ni siquiera me hablaron. Fue muy duro para mí y para mi familia”, explicó un año después en L’Equipe Heurtel, que a los seis meses de su salida del Barça ya lucía la camiseta blanca.

Una nueva aventura. Un nuevo comienzo con palabras de admiración hacia un club al que el base ya había hecho en el pasado algún que otro guiño (una publicación en Instagram con la camiseta del Real). “Llegar aquí es como un sueño. Estar en un club tan grande como el Madrid, que ha ganado tantos títulos, era uno de mis objetivos y estoy muy feliz. (…) Ha sido larga la espera, pero ya estoy aquí para disfrutar y ganar con todos vosotros”, dijo durante su presentación. Todo era ilusión ese 6 de julio de 2021. Casi nueve meses después, todo se vino abajo.

El día antes de enfrentarse al Panathinaikos el 31 de marzo de 2022 (y que se saldó con derrota para los madridistas), Heurtel, Thompkins y Yabusele disfrutaron de la noche ateniense. Demasiado. Los dos primeros fueron apartados del equipo y se marcharon al final de esa temporada. El tercero no recibió castigo alguno. “Salí por Atenas el día antes de un partido. Destruí lo que estaba tratando de construir con un gran club como el Madrid”, continuó en L’Equipe el jugador, que culpó directamente a Pablo Laso, entrenador blanco en esos momentos, de la dureza del castigo: “Una vez ocurrido ese hecho, Pablo Laso se puso a inventar cosas. A partir de entonces, rápidamente se encontró al culpable, me usó como chivo expiatorio. No creo que sea el único ni el último en salir de fiesta. Lo asumo: me equivoqué, cometí un error”, contó en el medio galo Ouest-France. “Pero no creo que debí haber recibido ese trato. Sobre todo, porque no era el único que salió de fiesta, había bastantes implicados. Pero fui el único jugador con Trey Thompkins que fue sancionado”, finalizó.

Francia, Rusia y China

Ni Madrid ni Barça. Heurtel encontró la paz en su país, en Francia. Primero, en el Asvel; luego, en la Selección con la que se colgó la medalla de plata en el Eurobasket 2023 tras caer en la final de Berlín contra España. Un matrimonio feliz que el base decidió boicotear con su fichaje por el Zenit de San Petersburgo en plena ofensiva rusa sobre territorio ucraniano. Una invasión que llevó a Francia, entre otros países, a aplicar sanciones económicas a Rusia desde febrero de 2023.

Y a su federación a obligar a sus seleccionables a firmar un documento que obligaba a “no estar comprometidos y no plantearse firmar después con equipos rusos o bielorrusos”. Un documento que especificaba también que el jugador que lo desobedeciera no seguiría en los planes de Francia para los siguientes campeonatos internacionales, al menos, mientras estuvieran en vigor “las medidas de exclusión de las competiciones internacionales (a Rusia y Bielorrusia)”.

Huertel firmó la carta, jugó el Eurobasket… y fichó por el Zenit tres días después de la final: “Cuando firmé la carta con la Federación Francesa, no había fichado por el Zenit. No estaba 100% seguro de mi futuro, estaba esperando otras propuestas. Pero sí que era ya una de mis opciones importantes. Yo no quería ignorar lo que dijo la Federación, son ellos los que decidieron no contar conmigo, yo no tomé esa decisión”. “Gano dos o tres veces más que en otro equipo. Hago mi trabajo. No estoy cogiendo un arma y yendo a luchar”, se defendió el francés, que después de dos temporadas cogió las maletas para probar en China, con los Shenzhen Leopards este verano.

Una experiencia que toca a su fin con la llamada del Barcelona, que tendrá que explicar a su afición el fichaje de un ex que no es muy querido, que fue recibido con una sonora pitada cuando disputó el Clásico en el Palau bajo la camiseta del Real Madrid y que tuvo que aguantar el cántico de “¿dónde está el avión?” tras su mala salida y su confesión de amor hacia el eterno rival.

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