El poder de la épica: Pau, Nowitzki y las batallas del pasado
Alemania y España se vuelven a enfrentar en un duelo muy repetido en el siglo XXI. Dos selecciones con dos referentes eternos en Europa: Nowitzki y Pau.
Si Europa se dio a conocer, a la NBA y al mundo, fue gracias a Dirk Nowitzki y Pau Gasol. Desde el punto de vista baloncestístico, claro. Alemania y España jamás forjaron una rivalidad deportiva histórica, pero sí que han tenido varios enfrentamientos a lo largo del siglo XXI con sus dos estrellas como grandes referentes. Ambos también se enfrentaron en la mejor Liga del mundo, donde tampoco tuvieron enfrentamientos especialmente épicos, pero que sí contaron con altas dosis de narrativa y análisis. Al fin y al cabo, estamos hablando de dos jugadores que representaron el aperturismo norteamericano en lo referente a la parte europea del Viejo Mundo. Que acogieron con los brazos abiertos a dos hombres llenos de talento. Y que tienen en ellos a dos referentes que, cada vez que jugaban un torneo FIBA, lo hacían como grandes estrellas de la NBA.
Pioneros y campeones (Nowitzki ganó un anillo y Pau dos), ambos hicieron historia a su manera. Pau Gasol fue el primer europeo que conseguía el Rookie del Año, al final de la temporada 2001-02. Nowitzki, el primer MVP de la temporada nacido en Europa (2007). También el segundo que conquistaba el mismo premio en las Finales, tras la consecución del premio por parte de Tony Parker (otro que daría mucho que hablar) en 2007, con los Spurs. El alemán ha sido hasta 14 veces All Star por 6 del español, que tendrá su camiseta de los Lakers retirada en lo más alto del Staples Center, algo que seguro que repetirá Nowitzki con los Mavericks, sus Mavericks. Los dos, cuando cumplan el plazo establecido desde su retirada, serán parte del Hall of Fame. En definitiva: dos carreras únicas para dos jugadores absolutamente generacionales.
Cada vez que ambos jugadores se enfrentaban, la comparación era clara. La españolización inherente a la defensa de los deportistas de según qué nación provocaba que se intentara justificar la superioridad de Pau sobre Nowitzki, pero la realidad es que el alemán tiene mejor carrera en la NBA y, aunque en FIBA sale perdiendo, sus números son superiores y ha logrado hazañas incuestionables con equipos de talento bastante cuestionable. Único jugador extranjero de la historia en superar los 30.000 puntos en la mejor Liga del mundo y uno de los tres mejores ala-pívots de siempre (Tim Duncan, Kevin Garnett...), Nowitzki es toda una leyenda y ha sido pionero en una idea que luego Nuggets y Bucks han imitado con Nikola Jokic o Giannis Antetokounmpo. Un jugador franquicia europeo en torno al que construir un proyecto a largo plazo. Al retirarse Dirk, los Mavericks mantuvieron su idea y apostaron por Luka Doncic. Mark Cuban sigue fiel a sus principios.
Las batallas de antes
España y Alemania se han enfrentado hasta 13 veces en la historia del Eurobasket, con un resultado favorable a España de 11-2. Desde 2001, en el primer partido que contó con, al menos, uno de los dos jugadores, el balance es de 5-1 con una sola victoria para Nowitzki, precisamente en la que Pau no estuvo presente, en 2005. El alemán anotó entonces 27 puntos y una canasta a 3 segundos para el final (por encima de Jorge Garbajosa) que apeó a España de su segunda final consecutiva y dejó a Alemania a las puertas de una medalla de oro que jamás conquistó con la estrella en sus filas. En esos años, el combinado germano no contaba precisamente con una plantilla de ensueño: Mihat Demirel, Ademola Okulaja, Patrick Femerling o Stefano Garris eran algunos ejemplos.
Nowitzki consiguió entonces su segunda medalla con Alemania, la que sería también la última. Antes, en el Mundial de Indianápolis 2002, lideró a su selección al tercer puesto. En dicho torneo, superó a Pau en cuartos con 20 puntos y cayó contra Argentina en semifinales (86-80), pero conquistó el bronce ante Nueva Zelanda anotando 24 puntos y siendo elegido MVP del torneo. Un resultado magistral para un hombre que jamás estuvo bien acompañado, pero que sacó todo el jugo a su equipo y consiguió emerger ante las selecciones más potentes de una época extremadamente competitiva: Argentina, Estados Unidos, la propia España...
Y, aunque en competiciones FIBA Pau haya salido ganador, sus promedios individuales han sido peores (casi 17 puntos y más de 6 rebotes por los casi 20 y 8 del alemán) y en la NBA el duelo se decanta claramente hacia Nowitzki, tanto en promedios como en victorias: 35 21, 27+21 en regular season y 8-0 en playoffs, unas cifras incontestables que el ex de los Mavericks redondea con 22,6 puntos y 8,6 rebotes de promedio, contra los 17,1+8,1 de un Pau al que siempre le costaron algo más los enfrentamientos directos ante su rival y que, más allá del 4-0 que recibió estando en los Grizzlies en 2006, tuvo un sentimiento mucho más doloroso en 2011, cuando el sweep en semifinales de Conferencia despedía a los Lakers del adiós, retiraba a Phil Jackson y ponía punto y final a tres Finales y dos anillos consecutivos junto a Kobe Bryant.
La batalla de ahora
Hoy, 16 de septiembre de 2022, España y Alemania se volverán a enfrentar con sus dos grandes estrellas retiradas y plantillas nuevas, peor en el caso del combinado nacional español, pero mejor para los germanos. El final de la Generación de Oro permite a la Selección estar en semifinales de una forma inesperada y siendo una de las sorpresas del torneo junto a Polonia, que disputará la otra semifinal. Alemania, que juega en casa, donde han rendido tributo a un Nowitzki permanentemente presente (metafórica y literalmente) ha juntado a un grupo extremadamente talentoso que quiere llevarse el oro: Dennis Schröder, Daniel Theis, Franz Wagner, Maodo Lo...
Nowitzki disputó su último Eurobasket con Alemania en 2011. Pau, el último torneo con España el año pasado, en Tokio, en sus cuartos Juegos Olímpicos. Ambos están ya retirados: Dirk lo hizo en 2019 y Pau dos años después, en 2021, tras superar una vorágine eterna de lesiones y decir adiós en el Barça primero, y con la Selección después. El alemán, nacido el 19 de junio de 1978 (44 años) tiene su número retirado de Alemania (el 14) y de los Mavericks (el 41). El catalán, del 6 de julio de 1980 (42 años) lo tendrá en los Lakers, el club más grande de la historia de la NBA (el 16). Será el 7 de marzo de 2023 en una ceremonia que promete ser histórica.
Dos jugadores titánicos, contemporáneos y generacionales que marcaron un antes y un después y se convirtieron en la referencia eterna de sus respectivos países en lo referente al baloncesto. Dos estrellas comprometidas con sus selecciones, que siempre intentaron acudir a los campeonatos internacionales y que cuentan con dos historias distintas, pero a la vez parecidas. Dos jugadores enormérrimos, extraordinarios, capaces de cambiar el curso de la historia y de estar siempre a la altura de las circunstancias. Y dos hombres sin los cuales el baloncesto europeo (y mundial) no se podría entender.
Vuelve una rivalidad que nunca fue tal, pero que nos permite retrotraernos a las batallas del pasado, a las tumultuosas aguas de los mitos ya retirados, pero todavía presentes. A los duelos carismáticos y los partidos que quedarán escritos en las páginas de la historia. Y, en el recuerdo, lejano pero no olvidado, nos acordamos del primer gran duelo del siglo XXI entre ambas selecciones: fue el 9 de septiembre de 2001, hace ya 21 años. El Eurobasket de Estambul fue testigo del mejor partido entre estos dos grandes del baloncesto europeo. Ganó España (99-90). Nowitzki se fue hasta los 43 puntos (5-7 en triples) y añadió 15 rebotes; Gasol sumó 31 tantos y 10 rechaces. Dos auténticos colosos. Empezaba la leyenda.