La baja de Mirotic y el problema del Barça con los cupos
Los azulgranas tienen que inscribir a su estrella lesionada para cumplir con los cupos, pero la normativa les permite sustituirlo por Nnaji.
Arranca la temporada de manera oficial con la Supercopa, y con ella las inscripciones de jugadores en la ACB. Las plantillas de 12, el número máximo de jugadores permitido que se pueden dar de alta (los mismos que participan en un partido), tienen que cumplir unos requisitos: no se permiten más de dos extracomunitarios y es obligado un mínimo de cuatro jugadores formados en España (españoles, comunitarios, cotonús o con tratado de asociación con la Unión Europea que hayan militado durante tres campañas en un club afiliado a la FEB entre los 13 y los 20 años, al menos seis meses en cada una de ellas).
Y ahí, en el cupo de jugadores formados localmente, el Barça va algo apurado esta temporada tras las salidas de Rolands Smits y Pierre Oriola, y aún más tras la lesión de Nikola Mirotic (tendinitis en el tendón de Aquiles) que le impide empezar el curso. El club azulgrana, sin embargo, ha inscrito a su estrella para este Supercopa con el propósito de cumplir con la normativa de cupos. Junto con Mirotic, están dados de alta Álex Abrines, Oriol Paulí y Sergi Martínez. Los cuatro que se requieren.
¿Y qué pasa con Mirotic si está lesionado? No jugará, aunque su lugar sí puede ocuparlo uno de los jugadores vinculados al equipo filial del Barça. Debe ser, como decimos, un canterano, no vale cualquier otro de la plantilla; pero, eso sí, no hace falta que sea cupo como sucedía anteriormente, una medida que se tomó durante la pandemia para flexibilizar la normativa frente a tanto positivo. Así que el Barça incluirá entre los 12 jugadores que se enfrentarán al Joventut este sábado (21:30, #Vamos) al pívot nigeriano James Nnaji (2,12 m y 18 años), canterano que acaba de renovar hasta 2027. Nnaji inicia ahora su tercera campaña con menos de 20 años en el club azulgrana, por lo que se convertirá en cupo (Nigeria es uno de los países del acuerdo Cotonú) en cuanto cumpla seis meses de su inscripción en este curso, pero todavía no lo es. Al Barça no le hace falta para ajustarse a la normativa por la flexibilización antes mencionada. De lo contrario, hubiera incluido a Michael Caicedo, oro europeo con la Selección Sub-20, que sí es jugador de formación, aunque es un alero y no un interior, y además no ha viajado a Sevilla.
La inclusión de Nnaji, más las de Abrines, Paulí y Sergi Martínez, fuerza a Jasikevicius a hacer dos descartes entre algunos de sus jugadores principales, lo que supone una merma de potencial. Los elegidos para quedarse fuera ante la Penya son Kyle Kuric y Da Silva, aunque, en caso de victoria culé, podrían participar en la final siempre que el técnico lituano prescinda de otros dos jugadores, ya que se permiten los cambios del sábado al domingo.
En los otros equipos de la Supercopa, por ejemplo, el Madrid dispone en Sevilla de cinco jugadores formados en España (Sergio Rodríguez, Llull, Rudy, Hezonja y Tavares) más el vinculado Ndiaye, que forma parte del primer equipo esta campaña. El Coosur Betis, por su parte, va más justo: cuatro con Pepe Pozas, Pablo Almazán, Rodions Kurucs y Amar Sylla, de estos dos últimos, uno crecido en la cantera del Barça y el otro en la del Madrid. Y como vinculado, Gonzalo Díaz. Y, finalmente, en el Joventut, hay seis jugadores de formación: Guillem Vives, Albert Ventura, Pau Ribas, Pep Busquets, Joel Parra y Zsombor Maronka. Vinculado, de momento, el holandés Yannick Kraag.