ACB | ZARAGOZA 80-BILBAO BASKET 82

El Bilbao Basket no arroja la toalla

Una canasta de Luz en el último suspiro permite a los 'hombres de negro' acabar con sus penalidades en Zaragoza. El playoff aún es posible y problemas para los aragoneses.

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El Bilbao Basket no arroja la toalla

El Bilbao Basket suda tinta china cada vez que aparece por el pabellón Príncipe Felipe. Sus comparecencias allí suelen deparar palizas sonadas, y hasta van teniendo eco en Miribilla de vez en cuando. Cinco partidos sin poder ganar al Zaragoza son muchos. Esta vez estaba garantizado que el pulso iba a acabar parejo, algo es algo. A falta de diez segundos y con empate a 80, tras dilapidar unas cuantas ocasiones para romper el choque, el equipo de Mumbrú sacó para ganar en línea lateral. No se plasmó lo que estaba previsto, porque Luz la puso en juego y se la devolvió Masiulis; se vio con la pelota cuando las miradas defensivas estaban por otras zonas. Negaron el pase a Goudelock. No había ni un instante para meditar la mejor opción: se fue el base brasileño al monte en una penetración con cambio de ritmo perfecto, un amago de parada y arranque ante Waczynski, más el colofón de una 'bombita' perfecta. Canasta sin dejar mucha opción de respuesta en locales, ya que Sakota se había 'comido' todos los tiempos muertos. Con cuatro segundos, pudo el Casademont sacar y armar un triple lioso Waczynski en medio campo que no encontró el aro. Los vizcaínos siguen agarrados con uñas y dientes a las opciones del playoff y el cuadro aragonés aún tendrá que mirar a las matemáticas.

El Surne, en todo caso, se arrima a Europa, porque se supone que la novena-décima plazas pueden conducir a su deseada Champìons. La puerta del playoff se le abrió algo más a mediodía con la derrota del Granca ante el Breogán, pero en triples empates contra Murcia (ahora los tres están con 16 victorias y el Surne contabiliza una jornada más disputada), el cuadro de Sito Alonso sale triunfante, por los dos triunfos ante los amarillos. El plantel de Miribilla se lo podría jugar ante el Barça en el Palau: allí debe ir con ganas de disfrutar de un grandísimo premio que empieza a merecerse.

El Zaragoza mostró al final la tensión que arrastra como una pesada bola de presidiario desde hace muchas semanas. Quedó agarrotado, aunque tuvo una opción de llevarse el choque que le daba la tranquilidad. A estas alturas del campeonato, jugar en casa o fuera es como el blanco y el negro. El Bilbao Basket, por ejemplo, no era en el Príncipe Felipe el trueno que dio buena cuenta en su feudo de Madrid, Valencia, Murcia y Tenerife. Más bien se trataba de un equipo encogido, que concedía faltas blanditas y otorgaba ocho 2+1. Peno no pudo vestirse de corto por una fascitis plantar y en su lugar entró Basterrechea. El partido tuvo ritmo, pero el desacierto hizo que los dos equipos se fueran haciendo más 'segurolas' y el espectáculo decayó.

El Surne estaba descabezado, sus bases no encontraban la brújula y Hakanson no entró en juego hasta el final, aunque a falta de 42 segundos, un tiro suyo típico a media distancia en parada, paso lateral y disparo, más una recuperación posterior fueron casi definitivos. El partido fue igualado y con alternativas. Se intercambiaron parciales y protagonismo. Tuvo la fuerza de uno que juega por el sobresaliente y el otro, por no despeñarse a la LEB suspendido. 40 minutos sin concesiones y con algún gesto impresentable, como el de Mekowulu al banquillo visitante tras una canasta, para provocar a Delgado. Masiulis cuajó sus mejores instantes en España, bordando el juego por línea de fondo, y entre el rebote de Delgado (diez en el primer tiempo) y el porcentaje en los triples, los vascos fueron atenuando el daño por la falta de fluidez ofensiva y las lagunas en momentos puntales.

Mumbrú trataba de hacer comprender a sus chicos que se batían el cobre contra unos tipos que se jugaban la vida. Estos tenían tal tensión que fallaban unos cuantos tiros libres. Salieron vivos de un momento comprometido, por el rebote de ataque y porque ganaban muy fácil la zona adversaria. Todo quedó para el final y ya se sabe que la estampa de Burgos, Fuenlabrada y Gran Canaria pesa mucho en las filas del Surne. Una pérdida tonta de Goudelock hacia presagiar lo peor. Inglis, soberbio una vez más, metió dos tiros libres a falta de 20 segundos: 77-80. Kilpatrick anotó un triple que hizo respirar al personal. El Bilbao Basket tenía la prórroga asegurada, al menos su bolsillo no iba a quedare vacío como otras veces. Y Luz encendió la moto para anotar la canasta de la victoria. Al final, en ese sorbo definitivo demostraron que tienen más ritmo, adquirido ante el Tenerife entre semana, y que han aprendido lo que hay que hacer en un cara o cruz ante un enemigo angustiado. El balance ya está equilibrado: 16-16.

Sakota: "No puedo aceptar que un visitante sea más agresivo"

Sakota, consideró que una de las claves de la derrota fue que el equipo vasco les superó en "agresividad" y en ese sentido aseguró que no puede aceptar que "un visitante venga a nuestra casa y sea más agresivo". "Era un partido importante y esa importancia nos ha puesto mucha presión, pero no puedo aceptar que un visitante venga a nuestra casa y sea más agresivo porque cuando nosotros hemos sido más duros hemos tenido nuestros mejores momentos", dijo.

El técnico serbio añadió que durante el partido no han "utilizado correctamente información sobre el rival" que habían recopilado durante la semana y puso como ejemplo la jugada de la canasta decisiva de Rafa Luz en los segundos finales. "Sabíamos que podía producirse y se ha producido. No puedo aceptar esa falta de disciplina en un momento clave del partido. Y tampoco han sido buenos algunos de los últimos ataques", añadió.

Sakota dijo que "se notó también" que el Bilbao Basket "tenía más ritmo, que arrastraba del partido contra el Tenerife". "Tengo la sensación de que pudimos hacerlo mejor, aunque el rival no nos ha dejado y se notaba que querían ganar", concluyó.

Mumbrú: "Tuvimos el acierto final que nos faltó en otros partidos"

Mumbrú, aseguró que la clave de la victoria fue que su equipo sí tuvo en los últimos instantes "el acierto" que les faltó en los recientes finales ajustados ante Burgos y Fuenlabrada. "Fue un final ajustado, como ya sabíamos, y los dos nos jugábamos mucho. Ellos quizás por su situación tenían más presión, pero el partido podía caer de cualquier lado. Ya tuvimos dos partidos en esta situación en los que no estuvimos acertados, pero hoy sí nos hemos podido ganar", explicó el preparador barcelonés.

El exalero admitió que en el inicio de encuentro el Zaragoza "fue claramente dominador" y lo mejor fue que el Bilbao Basket, que no tuvo "la intensidad necesaria", no acabó "muy dolido" en el marcador. "En el segundo cuarto hemos igualado su nivel de intensidad y en el tercero estuvimos bien defensivamente y metimos tiros que nos dieron confianza", añadió.

RESUMEN

Casademont Zaragoza (20+21+17+22): San Miguel, Bone (4), Yusta (10), Radoncic (6) y Hlinason (15) -cinco inicial-; Ferrari (5), Cook (5), Kilpatrick (16), Wazcynski (3), Thompson (10) y Mekowuku (6).

Surne Bilbao Basket (14+24+26+18): Rafa Luz (5), Goudelock (14), Walker (6), Masiulis (13) y Delgado (10) -cinco inicial-; Rousselle (3), Hakanson (4), Reyes (2), Inglis (15) y Withey (10).

Árbitros: Emilio Perez Pizarro, Arnau Padrós y Andrés Fernández. Eliminaron por faltas a Rousselle (m.35).

Incidencias: Partido de la jornada 31 de la Liga Endesa de baloncesto disputado en el Pabellón Príncipe Felipe ante 5.937 espectadores, según la estadística oficial.