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LIGA ENDESA | 32ª JORNADA

Delgado se hace un hueco en la historia del Bilbao Basket

Récord de valoración en la historia del club: 44, tras un partido descomunal en el que el Tenerife parecía al final con la cabeza en la cercana F4 de la Champions de Miribilla.

Delgado, con Rousselle
Delgado, con RousselleAIOL

El Bilbao Basket es un club joven, pero empieza a peinar canas de éxito. Han pasado muy buenos jugadores por sus filas, no hay más que ver las camisetas retiradas de Mumbrú y Salgado que decoran uno de los fondos de Miribilla. Y Raúl López, Hervelle, Jackson... Pues bien, nadie ha alcanzado la galáctica cota de Delgado esta noche ante el Tenerife: 44 de valoración. Superó los 41 de Balvin el curso pasado ante el Betis, los 40 de Gabriel en la 2004-05 ante el Lleida y los 39 de Bouteille en la 2019-20 ante Burgos. Tres 'cincos' y un 'tres'. Apoyado en ese Supermán, el mejor reboteador de la ACB como lo fue el propio Balvin el año pasado, el Bilbao Basket se siente indestructible en su feudo. Lo mismo acentúa la crisis del Madrid, que se carga a un pujante Valencia o los férreos Murcia y Tenerife. Lleva cuatro victorias seguidas al calor de su gente y mientras las matemáticas no digan lo contrario, el playoff es posible.

La hoja de servicios de Don Ángel ante uno de los mejores cincos de la historia reciente de la ACB como Shermadini, es abrumadora: 27 puntos, 11 rebotes, 2 asistencias, 2 tapones y 7 faltas recibidas. En resumen y como chiste muy malo y fácil: Delgado estuvo inmenso, 'engordó' hasta el infinito su estadística. Al margen de sus números, su intensidad es demoledora, un volcán, porque no sólo trabaja en campo ofensivo, también se pega como una lapa a su par atrás y no pierde la vigilancia cuando el balón anda lejos. Le llaman el Carpanta de los Rebotes, un cíclope imbatible en la zona. Dejó atrás su techo en cuanto a valoración, que estaba en 39 el año pasado en su época estudiantil. El partido estaba siendo igualado, aunque al Tenerife le faltaba algo de punch, a la espera del típico arreón final de los locales, en el que los insulares se vieron desarbolados. “Parecíamos el Club de Amigos del Bilbao Basket, lo somos, pero no se trata de ponerlo sobre la cancha. No hemos defendido”, reprochó un locuaz Vidorreta, que repartió saludos con todos los periodistas de Bilbao, a los que conoce bien. No pudieron contar con Wiltjer, aunque no esgrimió ese factor como determinante. “Este parón mental no nos beneficia de cara a la Champions”, remarcó.

Siguiendo una vena musical, el Tenerife fue el grupo de los Cinco Exbilbaínos. No les va mal ser mansos, para reclutar adeptos para el cercano torneo europeo. Tras jugar en el Palau el domingo, ha pedido tres días de residencia en Bilbao, la ciudad donde vino al mundo su entrenador, Vidorreta. Hay un amplio grupo de jugadores que vistieron de negro y todos fueron ovacionados, quitando algún pito a Sulejmanovic, tras marcharse ejecutando la cláusula de escape hace casi dos años. Este equipo va a jugar la F4 de la Champions en el recinto vizcaíno la semana próxima, así que este conocimiento adquirido desde el lunes le va a venir de cine frente a los otros tres rivales. Por lo tanto, el partido presentaba un aspecto muy familiar.

Los insulares comenzaron con pocas ganas de hacer amigos: 0-6. Luego ya fue otra cosa. Es un equipo muy trabajado, con el sello de Vidorreta que tan bien se reconoce por Bilbao. Por ejemplo, nada más entrar, Marcelinho ya puso en marcha su sello indiscutible: el pick and roll con Shermadini. Eso sí, tuvo una mejor puesta en escena Guerra, más agresivo y con puntos bajo el aro. El Bilbao Basket empató a 12 con una canasta más adicional, este fallado, de Delgado en el ecuador del primer cuarto.

Un triple de Masiulis puso por delante a los locales por primera vez a falta de 3:52 para cerrar el primer cuarto: 15-14. El Surne siempre está enchufado cuando comparece en su casa y lo perdía la cara al choque. Cerró ese primer acto con una canasta a aro pasado de Withey, el inicio de un 7-0 que disparó Reyes con su veloz manera de desenfundar desde el arco del triple: 27-21.

La sociedad de Marcelinho con los pívots quedará para la historia en la ACB. Desde los tiempos de La Casilla con Banic, ha surtido de balones a los grandes en situaciones muy ventajosas, nadie ha logrado descifrar las claves y anularlas en ese pim, pam, pum. Si el base brasileño no logra una asistencia, se para a cuatro-cinco metros y anota seguro en suspensión. Hakanson, el pobre, se pasó la tarde persiguiendo sombras.

Mumbrú fue variando su táctica. Puso unos instantes a Withey con Sulejmanovic y a Ingis con Shermadini. O variaba quintetos, con dos cuatros. La igualdad era máxima. Delgado ya fue el mejor del primer tiempo y un par de despistes de Withey le mandaron al banquillo. Además, llevaba tres personales. Goudelock sufría defensas muy pegajosas y apenas pudo lanzar a canasta en esos 20 minutos iniciales.

El partido a veces carecía de nervio, tanto que los árbitros se veían con un papel muy auxiliar y se pusieron a pitar cosas raras. Especialmente Pereda. Vidorreta mantiene una rotación continua, los cambios son infinitos, siempre buscando la concentración y exigencia.

El Tenerife no se va de los partidos así como así, por eso extrañó su final. Se dio una vuelta por los alrededores al inicio de la segunda parte, desconcertado ante un Delgado descomunal. Y en el tramo definitivo. Seguía con su recital el pívot dominicano, metió 12 puntos seguidos para el Surne y puso la máxima diferencia en favor de los locales: 56-47. Ahí se fue al banquillo a descansar, al grito de ‘MVP, MVP’, un coro que se repitió el la fiesta tras los 40 minutos. Llevaba 22 puntos, 6 rebotes y 32 de valoración. Y le quedaba faena. No le van mal estos emparejamientos con gente grande como Shermadini y Guerra, a los que el juego físico y de contacto que promociona Delgado les hace sufrir. Pero es que este no sólo se desenvolvió con su amplia gama de semiganchos y recursos varios bajo el aro, es que le regalaron libertad de movimientos en distancias intermedias y anotó como un campeón. Por otro lado, estaba siendo clave desactivar a Fitipaldo, la batuta amarilla en la primera parte.

Los insulares seguían con su juego a partir del bloqueo frontal y las triangulaciones posteriores. Sule empezó a anotar con fluidez en tiros abiertos y los visitantes retomaron el mando: 58-60. Pero al Surne no le importaba concederle tiros al bosnio, porque no es Wiltjer. Echaba de menos el orden de Luz, que lleva unas jornadas sin brújula. Mumbrú, desesperado con Perea, fue castigado con técnica. La cosa aún se enturbió más después, con 70-67 y cuando quedaban 5:10. Rousselle, el más fresco de ideas y valiente al ejecutarlas, cometió una falta sobre Guerra en la pelea por un rebote y le sancionaron con técnica; era la quinta falta, a la calle cuando estaba siendo básico. Pero en final ajustado, si es en Bilbao, la moneda siempre cae del lado de los locales (ya van 12-4). Los cinco minutos finales fueron un borrón en un candidato a ganar la Champions, tal vez porque tienen más la cabeza en esta, y una nueva exhibición de los 'hombres de negro'.

Mumbrú: "Delgado tendrá que pagar una cena al equipo"

Mumbrú, dijo que el dominicano Ángel Delgado "tendrá que pagar una cena al equipo" para celebrar su gran actuación en la victoria frente al Lenovo Tenerife en la que ha firmado 44 puntos de valoración, récord del club vasco en la ACB. "Ha hecho un gran partido, pero por encima de sus puntos y rebotes me quedo con la entrega. Ha habido momentos en los que parecía que los únicos que tenían energía eran él y Rousselle. En momentos en los que caíamos ellos ha seguido con su actividad y nos han hecho creer", valoró.

Sobre las opciones de alcanzar el 'playoff' se limitó a comentar que el único objetivo es "no pensar más allá del próximo partido" y centrarse en el encuentro del próximo sábado en la pista de un Casademont Zaragoza que "se juega mucho". "No estamos en 'playoff', no tenemos 'average' de cara y no queda otro que ir a Zaragoza a competir como hemos hecho hoy. Lo sabemos bien del año pasado. Hasta el último balón del último partido esto no se acaba y pueden pasar muchas cosas", concluyó.

Vidorreta: "Los últimos 5 minutos fuimos el club de amigos del Bilbao"

 Vidorreta, consideró que la clave de la derrota encajada en Miribilla (87-79) fue que su equipo "no defendió en los últimos cinco minutos" en los que fue "el club de amigos del Bilbao Basket" y, especialmente, del dominicano Ángel Delgado.

"En los últimos cinco minutos no hemos defendido y los errores individuales nos han penalizado. Alex (Mumbrú) no se puede quejar hoy de que hemos mandado a Delgado a la línea de tiros libres. Somos amigos del Bilbao Basket, pero no se trata de serlo en la pista", bromeó el técnico bilbaíno. Vidorreta admitió que la derrota le "duele" porque el Tenerife no estuvo "al nivel que podemos estar y al que hemos estado durante buena parte de la temporada".

"Estamos mejor que el año pasado antes de la Final Four de Moscú, pero no lo suficientemente bien y eso hay que cambiarlo de cara al sábado. Es importante para acabar lo más arriba posible, concretar el puesto de 'playoff' y llegar bien al retorno a Bilbao para la Champions", dijo, recordando la fase final de la competición europea que jugará también en Miribilla del 6 al 8 de mayo.