En el primer partido dieron el aviso y en el segundo han ido más allá. Los Bulls se imponen a los Bucks en el segundo partido de la primera ronda de la Conferencia Este, en los playoffs de la NBA 2022. Los hacen bien, como un gran equipo bien plantado atrás y resolutivo por talento adelante, gestionando ventaja y recuperando las breves remontadas rivales, convertidas en reacciones rápidas y consistentes que han fortificado una victoria tan inopinada como merecida. La de la redención, la reivindicación, ese sexto puesto del Este que al final supo a poco y que han olvidado para plantar cara a un equipo que se dejó perder en el último partido para enfrentarse a ellos. Porque eran el rival fácil, el caramelito, el equipo sencillo al que pasar por encima para esperar al ganador de una teórica serie larga independientemente de que haya o no ventaja de campo. Pues bien, la serie larga se está haciendo corta (los Celtics ganan 2-0) y la corta se va a alargar más de lo previsto (1-1).

Los Bulls han ganado porque, sencillamente, han sido mejores. Esta vez no se acercaron para meter miedo en el cuerpo durante el tercer cuarto, llevaron la batuta desde el inicio: 9-0 de inicio y a volar. Los Bucks consiguieron frenar en cierta manera el ímpetu inicial y se fueron vivos al final del primer cuarto (28-29), pero no lograron contener a sus rivales en el segundo y se fueron 14 abajo al descanso (49-63). En el tercer cuarto, los visitantes lograron su máxima ventaja del partido (53-71), antes de que la reacción de los Bucks provocara un amago de remontada que se quedó en eso. Hasta el 80-83 llegaron los locales gracias a una canasta de Giannis Antetokounmpo, pero se hundieron ligeramente antes de finalizar el tercer periodo (80-87) y más aún en el inicio de los últimos 12 minutos, en los que el equipo de Chicago volvió a recuperar una ventaja (90-96) que fue finalmente insalvable y acabó condenando a los Bucks, siempre a contrapié, a contracorriente y con un rival que controló el partido mucho más de lo que dice el resultado.

El duelo supremo estuvo entre Giannis y DeMar Derozan, y el balón esta vez salió cara para el jugador de los Bulls. La estrella local, uno de los candidatos a MVP de la temporada, hizo de todo: 33 puntos, 18 rebotes y 9 asistencias. Pero no pudo con el empuje de los Bulls y los fallos de sus compañeros: Jrue Holiday tuvo un tiro fácil cerca de la canasta con 102-107 para dejar a su equipo a tiro de piedra. En el otro lado, Nikola Vucevic metía un triple que silenciaba el conato de rebeldía del Fiserv Forum, que contuvo el aliento con otro intento errado de Holiday, esta vez de 3 (con 104-110) y nada pudo hacer al final. DeRozan, que anotó 10 puntos en el último cuarto, se fue a 41 en total (quinto jugador de la historia de los Bulls en superar lo 40 puntos en un partido de playoffs), su máxima en la fase final, con 7 rebotes, 4 asistencias y un extraordinario 16 de 31 en tiros de campo y 9 de 9 en tiros libres (falló los dos triples que intentó). Un candidato a MVP por números (se le escapa por narrativa y por su bajón en la recta final de la fase regular) que es también una de las estrellas más infravaloradas de la actual NBA. Monstruoso.

Los Bucks competieron 15 pérdidas y, a pesar de todo ello, hicieron partido de una posesión con un 2+1 de Brook Lopez que puso el 109-112 para posteriormente permitir 2 rebotes ofensivos y una canasta de DeRozan que sentenció el choque. Alex Caruso (uno de los rebotes ofensivos fue suyo), magistral en la defensa, sacó una falta en ataque a Giannis clave en la siguiente jugada y acabó con la historia. Lopez se fue a 25 puntos para los Bucks y Khris Middleton, intermitente, a 18 con 8 asistencias (4 pérdidas). En los Bucks, segundo gran partido consecutivo de Nikola Vucevic (24+13+2), 20 puntos de Zach LaVine y 9, con 10 asistencias, de Alex Caruso, el hombre de las intangibles. Los Bulls ganan a los Bucks su primer partido de la temporada tras un récord previo de 0-5 en regular season. Y consiguen su segunda victoria ante un top 4 de la Conferencia Este tras la que lograron ante los Celtics. Antes, el récord era de 1-15 ante estos equipos. Ahora, las tornas cambian y rumbo a Chicago con 1-1. Tiempo para la esperanza.