NBA | SIXERS 112 - RAPTORS 97 (2-0)

El martillo pilón de los Sixers

Plácido triunfo de unos Sixers en sintonía. Los Raptors, muy tocados por las lesiones, solo mostraron oposición en el inicio. Embiid y Maxey, los mejores.

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Parece que las cosas van a ser más sencillas de lo que parecen para los Sixers. Lo que prometía ser una serie de primera ronda larga o de sorpresa del equipo de abajo ha sido al revés, algo a veces típico en playoffs. La esencia de la defensa exterior de los canadienses no funciona sin Scottie Barnes, lesionado en el choque inicial, y con Gary Trent tocado. También lo está Thaddeus Young y, o esa da la sensación, Fred VanVleet. Y así es imposible por mucho que los Sixers hayan dado la sensación de ser el más débil de los equipos favoritos de la Conferencia Este. Sin un gran James Harden en ninguno de los dos partidos iniciales, con Joel Embiid menos estadístico de lo habitual en el choque inicial y Tyrese Maxey de inopinado héroe, el equipo de Philadelphia, una ciudad que entiende el baloncesto, va 2-0 en una eliminatoria que parece encarrilada. Más que por victorias, por sensaciones. Que son de una neta y completa superioridad por parte del equipo que comanda la serie.

Los Raptors empezaron 0-9 en un espejismo de lo que estaba por venir. 5 minutos después, ya perdían 18-15 y, aunque llegaron vivos al final del primer cuarto (32-33 arriba) ya perdían de 15 al descanso (67-52). En el tercer cuarto no hizo más que aumentar la sangría y la ventaja para los Sixers llegó a ser de 29 puntos antes del apaño de los Raptors, que decoraron ligeramente el marcador en los últimos minutos y se llegaron incluso a poner a 11 (97-86) con algo menos de 7 minutos para el final. Un breve (brevísimo) conato de rebeldía que los locales resolvieron con un nuevo parcial para llevar el resultado a un 105-86 (8-0) y sentenciar definitivamente un partido que ya había acabado mucho antes y que nunca dieron la sensación, a pesar de la especulación, de poner en peligro.

Joel Embiid fue el dueño y señor del partido con 31 puntos, 11 rebotes y un 9 de 16 en tiros de campo. El pívot camerunés, que tuvo un intercambio con Nick Nurse en los segundos finales que no pasó de una conversación intensa en la que no parecían estar del todo de acuerdo. Embiid abusó del debilitado juego interior de los Raptors y lanzó 12 tiros libres solo en el primer cuarto (anotó 11), y 14 en todo el choque. Y eso que sus rivales tuvieron cierta producción: 26 de Anunoby, el mejor del choque (10 de 14 en tiros de campo y 4 de 7 en triples), 20+10+5 de Pascal Siakam, mal en el tiro (7 de 20) y 17 de Chris Boucher desde el banquillo con una buena serie de lanzamiento (8 de 13). La parte negativa de los canadienses, que viajan ahora a Toronto para intentar cambiar (mucho van a necesitar) las tornas ante su público, fue el partido de Fred VanVleet: 20 puntos, 4 rebotes y 7 asistencias, pero 4 pérdidas y muy mal de cara al aro: 7 de 23 en tiros de campo y muy cebado en el triple (5 de 16). No está en su mejor momento físico y se le nota.

A Embiid le acompañó, una vez más, Tyrese Maxey, que alargó su gran momento con 23 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias. Harden lo hizo peor que en el duelo inciial (14 asistencias y solo 1 pérdida) y se quedó en 14+6+6, perdiendo hasta 5 balones en esta ocasión e intentando apenas 9 lanzamientos. Mientras tanto, buen papel de Tobias Harris (20+10) y una parte negativa: Doc Rivers concedió demasiados minutos a sus jugadores en un partido resuelto por temor a la remontada final. Harden y Maxey superaron los 41 minutos (preocupante en el caso de Harden y el físico que ha arrastrado en las últimas dos temporadas), Tobias llegó casi a los 39 y Embiid a los 37. Es la única parte negativa para un equipo que está en primera ronda, teóricamente opta al anillo y llegó a ir ganando de 29. La positiva, ya la sabemos: 2-0 y a Toronto. Eso es, tal y como vimos a los Sixers en la recta final de la regular season, muy bueno. Está claro.