La reconstrucción de los Lakers comienza por Russell Westbrook. Si no, no será todo lo agresiva que necesita un equipo que se acaba de quedar fuera de los diez primeros de la Conferencia Oeste teniendo a cuatro potenciales miembros del Salón de la Fama y habiendo ganando un título hace menos de dos años. Los condicionantes del '0' son muy importantes y se apoyan en una decisión que no está tomada pero como si lo estuviera: el base tiene la opción de activar antes de que se abra el mercado su opción para renovar con los Lakers un año más a cambio de 47 millones de dólares. Contando con que será así, ya que no cazará un contrato más de ese calibre tras la devaluación de mercado y el paso de las campañas en una NBA que no perdona ni a sus MVPs más rompedores (promedien o no un triple-doble), los Lakers están hipotecados y tienen todavía menos margen salarial que en la nefasta temporada que ahora dejan atrás.

Con los 44,4 de LeBron James y los 37,9 de Anthony Davis el sueldo de Westbrook se hace insostenible y tienen que moverlo de la manera que sea. 129,3 millones de dólares en ese trío y los 10,2 más del cuarto mejor pagado, un Talen Horton-Tucker por el que se apostó como futuro sobre Alex Caruso y que está por debajo de las expectativas.

La salida de Russell Westbrook parece que terminará dándose. El jugador insiste de cara al público en que quiere ganar con LeBron y Davis, pero entre bambalinas acierta a pensar que su futuro será más favorable lejos de esa idea fallida que se tuvo para él en Los Ángeles. Ese curso 2022/23 puede ser la última oportunidad de James (acaba contrato y el futuro de su hijo puede dictar el suyo) y se van a quemar las naves en la franquicia más glamurosa de la NBA. Las preguntas y respuestas van ya sólo encaminadas a cómo se dará la desvinculación de Westbrook, si es que tal proeza se consigue.

Opción Charlotte

Los Lakers deben buscar un traspaso con un equipo que tenga la flexibilidad necesaria como para asumir este coste y que, aunque no sea lo prioritario aquí, Westbrook vea con interés. Oklahoma City Thunder, en agresiva reconstrucción, es una posibilidad tanto por el buen sabor que el jugador dejó allí -con 2017 siendo su cénit- como por la figura de experiencia y liderazgo en la que se puede reconvertir, pero la apuesta es por los jugadores jóvenes y los exteriores titulares son las estrellas más brillantes: Shai Gilgeous-Alexander y Josh Giddey.

En la búsqueda de franquicias que acepten también está, como explica Marc Stein en Substack, la de Charlotte. Las miradas se van a Carolina del Norte.

Los Hornets van a intentar dos salidas que pueden liberar mucho salario de sus arcas. No será la de LaMelo Ball, al que ven como cara del proyecto, pero sí de Gordon Hayward y Terry Rozier. Los dos ex de los Celtics son vistos como prescindibles a nivel deportivo y, sobre todo, a nivel económico. Hayward firmó aquel contrato de 120 millones por cuatro años y aún le quedan dos. Rozier, que además es base como Westbrook, entra en sus cuatro años de extensión contractual en la que promediará más de 24 millones por curso. Van a querer renovar a Bridges este verano y tener preparada la de Ball y requiere comprometer mucho dinero. Hayward y Rozier son los nombres que se dan como posibles para que Charlotte los mueva y progrese en la ahora dura Conferencia Este con otros jugadores de alto nivel.

"Michael Jordan ha sido durante mucho tiempo admirador de Westbrook", según Stein, pero eso no significa que el propietario de los Hornets abogue por absorber un contrato tan tóxico como el de Russell aunque sólo le quede un año de vida.

Más caminos de la NBA

En caso de que un intercambio por otro u otros jugadores se dé, plan B. Los Lakers se verían abocados, y aceptarían, a liberar a Russell Westbrook. Son 47 millones que le pagarán igualmente y contarán para su límite salarial, pero la situación cambia un poco tomando la waive-and-stretch provision. Ese dinero se puede trocear en varios años, como se permite con esa opción que contempla el convenio de la NBA. Alargar el pago más años para pagar menos en cada temporada flexibilizaría la masa de la próxima para afrontar los cambios que se deban realizar y, adicionalmente, Pelinka quiere renovar a Monk este verano por lo bien que ha descongestionado los ataques cuando los principales no han podido hacerlo.

Opción Indiana

También se ha planteado la posibilidad de que los Lakers lleguen a un acuerdo futuro con los Pacers. En plena reconstrucción, habiendo sacado del equipo a Domantas Sabonis y teniendo a casi todos como transferibles, Indiana se presenta como opción. El periodista Shams Charania cuenta en The Athletic que este equipo también es, por el volumen de lo que puede ofrecer a cambio de Westbrook, un lugar donde el aterrizaje es viable. La idea allí es hacer un equipo a la medida de Tyrese Haliburton y otros dos exteriores pueden ser el trueque con Russ. Tanto el base Malcolm Brogdon como el escolta Buddy Hield, que además ha sido mencionado en las conversaciones de los Lakers durante los últimos dos años de manera constante, formarían un paquete con el que contrarrestar a Westbrook. Entre ambos suman 108 millones que habría que desembolsar todavía de sus contratos, que en el de Brodgon es de tres años y en el de Hield es de dos temporadas.