NCAA | FINAL FOUR 2022 | JAYHAWKS 72 - HEELS 69
Kansas remonta como nunca
Nadie en la historia de la NCAA había protagonizado una remontada así en una final. Lo ha hecho Kansas, número uno de la temporada, para salvar el título.
Viendo el trago de la primera parte nadie hubiera dicho que el seed 1 de la NCAA era Kansas. La falta de acierto era impresionante. North Carolina fluía con un también histórico Armando Bacot (empata a David Robinson en más partidos de doble-doble en una única temporada) y la distancia, que llegó a ser de +16, se estableció en 15 (25-40) cuando terminó la primera de las dos mitades a las que se juega en la liga universitaria de Estados Unidos. Las alertas de los estadísticos saltaban: no se había dado la vuelta a un partido así, una final nacional, jamás; sí en la distancia al descanso, porque lo logró Loyola-Chicago ante Cincinnati en 1963, pero no por la máxima distancia en puntos. ¿Lo conseguiría el mejor conjunto de esta temporada? Pues la respuesta fue afirmativa. La agonía de los ataques sin sentido se pasó de un lado al otro y fueron los Tar Heels los que, encajando un parcial horrendo y sin saber qué hacer para seguir con el caudal de anotación, dejaron en bandeja el cuarto título para unos Jayhawks que, ahí sí, no desaprovecharon la oportunidad.
Los primeros de la lista lo tuvieron claro, querían seguir el ritmo alto con el que habían sometido a Villanova en la semifinal. Los once primeros puntos cayeron con facilidad, en cinco minutos y con sólo dos fallos en tiro y una pérdida de balón. Los once siguientes costaron lo que no está en los escritos. No tuvo ni que haber cerrojazo. Fueron los propios Jayhawks los que se metieron en una espiral de forzar lanzamientos en malas posiciones, entradas a canastas sin ninguna fe y otros fallos, como balones botados en el pie o pases muy blandos. Los Tar Heels se frotaban las manos. Bacot, que estaba tocado y terminó lesionado después de una gran actuación, dominaba en el poste bajo y era la cara de la garra en la pista. UNC también superaba a su rival en intensidad. En lo que los aquí locales, aunque se jugara en el Caesars Superdome, llegaron a esos mencionados 11 puntos el rival les metió el doble: 33. La distancia al descanso era mucha: 25-40. A Bacot le funcionaba la historia, tenía soporte con los tiros de Manek y la electricidad que transmitía Davis, pero es que les quedaba el cartucho de un Caleb Love, candidato a mucho si se presenta al Draft 2022, que se había mantenido oculto en esa primera parte. El panorama era blanco y negro en una final que claramente azul, los colores que visten ambos conjuntos.
Los que creyeron en la remontada estaban en lo cierto. Y parece que los Jayhawks lo hicieron con tranquilidad, como el que ya se está fumando el puro de la victoria. En menos de ocho minutos estaban a un punto. El parcial de 16-2 con el que le pegaron un empellón al partido sirvió para igualar todo y dejar un final digno de eso, lo que es este partido por el título nacional de universidades. Entre exteriores, Wilson, Braun y Harris, colocaron ahí a Kansas. Especialmente duros fueron los nueve puntos en un minuto que le metieron a North Carolina cuando la contienda había quedado igualada a 50. Agbaji había hecho daño y dejó a sus compañeros coger el testigo y sería otro de ellos el que, en un final apretado en el que también apareció Love para los Tar Heels, decidiría. David McCormack, interior fornido y con agitación en la pintura, dominó los tiempos en el tramo final del encuentro y aprovechó, porque también hay que saber hacerlo, que Bacot se lesionó en un tobillo en el minuto final para, ya sin él en cancha, meter el gancho que les colocó tres por encima a falta de una jugada. Love y Johnson erraron sus triples y, pese a que los Jayhawks sólo tenían que mantener el balón, Dajuan Harris firmó una pérdida absurda por pisar la línea. Esto desmbocó en un último tiro a UNC que Love falló por bastante distancia, que es la historia que resume esta remontada para ganar que Kansas rubricó este lunes por la noche.