Ginobili, Hardaway y Karl lideran el Salón de la Fama de 2022

El Salón de la Fama de Naismith ha elegido a los representantes más laureados para su edición de 2022. En Springfield podrá rendírsele homenaje a personas troncales en la NBA durante los últimos veinte años como los jugadores Manu Ginobili y Tim Hardaway o el entrenador George Karl. En la lista también van incluidos Swin Cash, icónica jugadora de la WNBA, o Bob Huggins, veteranísimo entrenador de la NCAA.

Los nombres fueron avanzados por Shams Charania (The Athletic) antes de que fuera oficial el anuncio que, como siempre, se realiza en sábado.

Manu Ginobili, retirado de la NBA en 2018, es una de las patas principales de los Spurs de Gregg Popovich que han dominado la NBA durante tres lustros en este aún corto siglo XXI. En el caso del argentino, que previamente había conquistado la Euroliga con la Virtus de Bolonia, fueron cuatro campeonatos: 2003, 2005, 2007 y 2014. Fue miembro del All-Star en dos ocasiones y le metieron en los mejores quintetos de la temporada en otras dos. Al lado de Parker y Duncan, entre otros, construyeron una dinastía en San Antonio que, en su caso, está apoyada por el enorme éxito que también tuvo con la Generación Dorada de Argentina que tuvo su culminación al ganar los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

Tim Hardaway, después de muchos años siendo apartado de esas quinielas, por fin entra en el Salón de la Fama. El jugador de Chicago jugó 14 años en la NBA y sus mejores etapas se dieron en los Warriors y los Heat. El equipo de Miami incluso retiró su dorsal, el 10, en honor a su trabajo. Ha jugado el All-Star en cinco ocasiones. Este famoso base de los 90 es el padre del hijo homónimo que ahora está en la plantilla de los Mavericks, otro de los equipos para los que el padre jugó.

George Karl entrenó por última vez en la NBA en 2016 y ahora será reconocido por su historial. Además de en la liga norteamericana destaca en él su doble etapa en el Real Madrid, que siempre recuerda con gratitud. Fue el Entrenador del Año en 2013, curiosamente el último curso de un exitoso camino con los Nuggets que en pista lideraba Carmelo Anthony. Fue uno de los rivales de los Bulls de Jordan, ya que con los Supersonics llegó a las Finales 1996 y allí perdió 4-2.