El Unicaja se llevó su tercera victoria consecutiva tras superar al Bilbao Basket en un partido con dos periodos completamente diferentes, una primera mitad de claro color vizcaíno donde llegó a dominar por 13 puntos de diferencia y una segunda parte espectacular de los malagueños en la que voltearon el marcador con un sensacional 59-35. Enorme partido de Kravic con 12 puntos, diez rebotes, cuatro asistencias y 19 de valoración. Muy bien Alberto Díaz, Brizuela, Francis y Barreiro, vanguardistas del mejor segundo tiempo de los malagueños en toda la temporada. En los bilbaínos buena actuación de Delgado.

El eléctrico primer cuarto ofreció una salida demoledora de Ángel Delgado, que anoto bajo aros 13 de los primeros puntos del Bilbao Basket (13-15 min. 5). Ibon Navarro cambió hasta tres veces de propuesta para tratar de defender al dominicano hasta que la entrada de Cameron le contuvo. El baloncesto de los bilbaínos, de tiralíneas, disparó las distancias hasta los trece puntos (16-29 min. 12) con parcial de 0-7. El rebote volvía a ser un tormento para los malagueños y Álex Reyes, con 10 puntos, estaba igualmente enrachado.

El Unicaja trataba de engancharse a base de triples (5/11 en este tramo) pero su defensa era mejorable y sus pérdidas, excesivas (seis). Los malagueños remaban (29-33 min. 17) con Carlos Suárez como cuarto vigilante del ogro Delgado apretaba los dientes pero los desatascadores Jakkanson y Goudelock mantenían a raya el presing local. Se llega al descanso con 32-40.

Pero en la segunda mitad el cambio fue radical. Tremenda vuelta a la tortilla con un Unicaja de intensidad desconocida en la nefasta etapa de Katsikaris y un Bilbao que se vino abajo de manera tan paulatina como inexplicable. Baloncesto frenético baloncesto frenético. (46-52 min. 24). Unicaja volvía a basar sus esperanzas en los triples y en los arreones espectaculares (no siempre efectivos) de Brizuela. Con Kravic creciendo en el rebote Unicaja se puso a un punto (56-57 min. 29). Nunca había estado tan cerca de su oponente. Dos tiros libres de Francis Alonso dieron a los malagueños la primera ventaja en el marcador de todo el partido. El 60-59 con el se llegó al final de otro emocionante cuarto ganado por los malagueños por 28-19.

Los últimos 10 minutos fueron un espectáculo para los verdes y el canto del cisne de los vascos. Mumbrú tuvo que pedir tiempo porque ahora era el Unicaja quien metía la directa (64-59 min. 32). El Bilbao ya no anotaba con facilidad y se atascaba en la defensa local. Para colmo, Munbrú recibía una técnica por protestar que se resolvió con un veloz 4-0 que ponía a los de Ibon con un impensable 69-59.

El juego de Kravic crecía. No solo en los rebotes. También se atrevía con las asistencias. Con el marcador en 74-63 de nuevo el técnico del Bilbao tiene que pedir otro tiempo muerto para poner remedio a la tremenda vuelta de tuerca que el partido había desarrollado.

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Con Goudelock eliminado por cinco personales, un gran triple de Alberto Díaz daba al Unicaja la máxima diferencia del todo el partido (81-66). Demasiado para el Bilbao que además tuvo otro engorro enfrente: un enorme Alberto Díaz, pletórico en defensa, dirigiendo al equipo u anotando canastas de oro. El 85-67 del minuto 38 dejaba un parcial demoledor: 25-8 que acabó siendo determinante. Unicaja gana, se aleja del descenso y vuelve a pensar en el playoff por el título ante un Bilbao también de dos caras que empezó muy bien y acabó fatal. Al revés que el Unicaja.