Los Suns machacan a los Lakers
El equipo de Phoenix consigue su máxima anotación de la temporada ante unos Lakers inexistentes. LeBron funda el club de los 30.000+10.000+10.000.
Antes del encuentro entre los Phoenix Suns y Los Angeles Lakers se pudo ver a Anthony Davis haciendo algunos ejercicios en la pista. La estrella angelina no juega desde el 16 de febrero y, aunque aún es una incógnita, ya hay voces que apuntan a que puede llegar para los playoffs. Pues bien, el bueno de Davis hizo unas declaraciones que llegaron a oídos del vestuario de los Suns antes de salir a la cancha, declaraciones en las que aseguraba que de no haberse lesionado en la primera ronda del año pasado, los Lakers habrían eliminado a los Suns: "Nosotros los sabemos, ellos lo saben". Quizá empujados por esas palabras, o puede que por algo mucho más sencillo, que los Suns son un señor equipo y los Lakers son lo más alejado a eso, el partido fue el mayor paseo de la temporada para el líder de la NBA.
Porque los 140 puntos con los que acabó el encuentro es la máxima anotación del equipo de Phoenix este curso, igual que los 79 al descanso. Aún hay más. Los 48 con los que cerraron el primer cuarto igualan su segunda mejor marca histórica y, además, es el primer cuarto en el que más tantos encajan los Lakers desde que hay reloj de posesión. Después de poner 2-6 arriba con un minuto y medio de juego llegó la vergüenza angelina. Con un parcial de 14-0 que fue un reflejo de lo que se iba a ver el resto del encuentro. Los Suns iban a acabar los 12 primeros minutos con 14 asistencias, 0 pérdidas y 7/12 en triples. Los Lakers, con 7 pérdidas y 1/10 en triples. Imposible pelear así.
Devin Booker (30 puntos, 10 pases de canasta y 4 robos) campó a sus anchas, aunque fue Deandre Ayton el jugador más destacado por su versión más incisiva en el aro contrario, no tan habitual en él: 23 tantos y 16 rebotes, 5 ofensivos, en 27 minutos. El pívot confirmó después que le había pedido a su entrenador ser más protagonista ante los Lakers, teniendo en cuenta que estos apenas ponen en cancha a un jugador interior de nivel y optan por jugar muchos minutos con LeBron James de pívot. "Siento que me faltan al respeto cuando los equipos ponen quintetos pequeños contra nosotros. Así que me dedico a esto, a castigarlos".
En los Lakers, donde hubo alguna actuación individual positiva pero nula compenetración como grupo, volvió a destacar la figura de LeBron por encima del resto. Esta vez fueron 31 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias en 30 minutos. No jugó ni uno solo en el último cuarto, por lo que iba en ritmo de quedarse otra vez rondando los 50 tantos después de hacerlo dos veces en la última semana. Pero lo más importante fue que las 7 asistencias le hicieron alcanzar la cifra redonda de 10.000 en toda su carrera y ya es el único jugador en la historia de la NBA que luce en su currículo 30.000 puntos, 10.000 rebotes y 10.000 pases de canasta. Una auténtica leyenda de este deporte que a sus 37 años sigue siendo uno de los mejores jugadores de la Liga noche tras noche.