La misma historia, con distinto protagonista. Los Bucks se han impuesto a los Suns en un  partido con aroma a playoffs e incluso a Finales, por tratarse de los últimos protagonistas del Este y del Oeste respectivamente. Un choque lleno de tensión, emoción, alternativas y diferencias de liderato que ha acabado con la victoria del equipo de Mike Budenholzer, que esta vez no contó con una titánica actuación de Giannis Antetoklunmpo y sí con una magistral, de las mejores de su carrera, de Khris Middleton. El otro gran héroe que sentenció en ese sexto partido de las Finales y dio a los Bucks su primer anillo en 50 años. Y el segundo en total. Casi nada.

Middleton ha finalizado con 44 puntos (16 de 27 en tiros de campo), 8 rebotes y 5 asistencias. El +21 en pista ha sido más objetivo que estadístico, y su forma de sentenciar el encuentro se ha escapado del academicismo para unirse y fundirse con lo enormérrimo. 16 puntos en el último cuarto con 6 de 10 en tiros de campo, 2 de 3 en triples y una gestión de recursos y del tempo del partido sencillamente pefecta y que ha inclinado definitivamente la balanza a unos Bucks que han ido por detrás durante mucho tiempo en un partido que, eso sí, ha tenido 19 alternativas en el marcador y 12 empates.

La máxima diferencia de cada equipo ha sido justo de 10 tantos en un enfrentamiento igualado y lleno de posibilidades. Giannis, menos brillante de lo que suele acostumbrar, sufrió ante un increíble DeAndre Ayton (30 puntos, con 14 de 19 en tiros de campo, y 8 rebotes) y se quedó en 19 tantos, 13 rebotes y 6 asistencias en 31 minutos, una cifra muy perjudicada por la acumulación de faltas: acabó con 6 y expulsado tras estar restringido por las mismas durante muchos minutos, y vio desde el banquillo como Middleton sentenciaba un partido muy divertido desde el punto de vista del espectador, y muy sufrido, a buen seguro, si hablamos con los protagonistas.

No se quedó ahí la cosa: Jrue Holiday fue clave en defensa y se fue a 27 puntos, 9 asistencias y 4 robos de balón. Y Bobby Portis, todo corazón, no tuvo esta vez su mejor versión y se quedó en 9+6, una producción escasa para sus 32 minutos en pista. El que sí estuvo magistral fue Serge Ibaka, que consiguió un doble-doble de 14 puntos y 10 rebotes en algo más de 21 minutos de juego, el líder del banquillo junto a Jordan Nwora, que se quedó en 12 tantos. Y en los Suns, todo el quinteto titular por encima de la decena de puntos y mucha necesidad de que vuelva el arma que sí va a estar, salvo sorpresa, en playoffs: Chris Paul. Desde que el base está de baja, 3-3. Desde luego, su importancia es capital. De eso, claro, no duda nadie. A las pruebas me remito.