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NBA | CELTICS 126 - NETS 120

Tatum se viste de Kobe y el Garden sueña con el anillo

Partidazo en el Garden con Tatum por encima del bien y del mal: 54 puntos. Un regalo para el espectador con aroma a playoffs. Y un aviso: ojito con los Celtics.

Partidazo en el Garden con Tatum por encima del bien y del mal: 54 puntos. Un regalo para el espectador con aroma a playoffs. Y un aviso: ojito con los Celtics.
Adam GlanzmanAFP

No deja de ser irónico comparar en un titular a un jugador de los Celtics (cualquiera de ellos) con Kobe Bryant. Básicamente, porque en ese grupo de titanes que han hecho auténticas maravillas en una pista de baloncesto, no hay comparativa posible y lo único que vas a hacer si lo pones al lado de alguien es provocar, no puede ser de otra manera, que ese otro gran jugador salga derrotado. Tampoco es casualidad, claro, que a un servidor se le acerque alguien a decir eso de "hacía tiempo que no disfrutaba de los Celtics como hoy". Y estamos hablando, sí, del mismo equipo que nos parecía un desastre a inicios de curso, que tiene el mismo entrenador que no valía para nada y cuyas estrellas principales no tenían ningún tipo de compenetración.

Al final, los Celtics son los Celtics. O, dicho de otra manera, quizá habría que decir que los Celtics son. Esa crisis pantagruélica que viven desde 1986, con el último anillo de Larry Bird que fue el preludio de casi 40 años llenos de fracasos y con un único éxito, en 2008, y con una justificación que ha valido a los aficionados para todo, contrasta con el optimismo que irradia este equipo cada vez que está bien. Porque, y 17 anillos les preceden, el beneficio de la duda siempre ha sido inherente a un equipo que desafió las leyes de lo humano con un Isaiah Thomas histórico, al que solo LeBron (y todo lo que ello supone) pudo batir en 2018 y que vive de los extremos: cada vez que está mal, el proyecto es pura ignominia. Y cada vez que está bien, son candidatos al anillo.

En ese segundo apelativo están por fin en este momento del curso. Han sumado su tercera victoria consecutiva, la 16ª en los últimos 19 partidos. De especular con el play-in, han pasado a opositar a la ventaja de campo en primera ronda (van quintos con un récord de 36-27) en unos playoffs que, en la Conferencia Este, van a ser enormérrimos. Cualquiera puede llegar a y cualquiera puede batir a. Y en el Garden hay algo que flota en el ambiente de manera intangible, que está pero que, sin verm se nota de forma permanente. La respiración que entra por los poros de una franquicia histórica que sabes que, de una forma u otra, no puedes ignorar. Y de la misma forma que Bill Russell, con 88 años, tiene su nombre unido al premio a MVP de las Finales, sabemos que cualquier error en rechazar a los Celtics en las apuestas puede ser condenado hasta el infinito.

El poder de Jayson Tatum

Ante los Nets, en un engañoso noveno puesto de la Conferencia Este (32-33), Jayson Tatum fue el héroe: 54 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias con solo 2 pérdidas, además de una serie de lanzamiento espectacular, que incluyó un 16 de 30 en tiros de campo y un 8 de 15 en triples. Se impuso en el duelo individual a Kevin Durant (37-6+8), al que dobló en el último cuarto (18 tantos por 9 del alero de los Nets). Y volvió a ser el héroe que reivindica su temporada (más de 26 puntos por partido, además de casi 30 de media en los últimos 19 partidos) y demuestra que no ha vuelto, más bien que nunca se ha ido. La gestión de los minutos finales por parte de Tatum y del banquillo de los Celtics, Udoka a la cabeza, ha sido absolutamente precisa y, en última instancia, totalmente perfecta. Y ha inclinado la balanza del lado verde, claro.

El partido ha sido espectacular: 28 cambios de liderato en el marcador y 19 empates, ventajas que nunca han superado la decena de puntos, y un último cuarto que, con 37-30 de parcial, ha sido el resuelto con una mayor diferencia. Kyrie Irving no estuvo fino en su nuevo retorno a la franquicia que dejó tiritando en el pasado (19 puntos y mal en el tiro). Y su actuación contrastó con todos los titulares de los Celtics, que formaron parte de un juego colaborativo que es complicado ver y analizar si vemos la box score y los números de Tatum, pero que es perfectamente explicable si observamos con atención el partido: todos por encima de la decena. A 6:26 para el final, los Celtics ganaban de 6 (106-100). A partir de ahí, Tatum metió todos los puntos excepto una canasta de Smart y 4 puntos de Brown y cerró, como los grandes, desde la personal. Una actuación formidable para un equipo que aspira a serlo. El hombre que más se parece a Kobe Bryant en la actualidad, y que forma parte del equipo que más problemas dio a la Mamba Negra. Ojito con los Celtics. Que, a priori, no son mejores que el resto. Pero tienen su particular orgullo. Y con eso, en fin. Todo es posible. Ya lo sabemos.