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Surne Bilbao
71
Joventut Badalona
77
Finalizado

BILBAO BASKET 71-JOVENTUT 77

El Joventut asalta la fortaleza de Miribilla cinco meses después

Acabó con la racha del Bilbao Basket de ocho victorias consecutivas en casa. Pésima primera parte de los 'hombres de negro', en una versión desconocida. Estelares Tomic, Ribas y Parra.

Luz, ante Vives
Luz, ante VivesAIOL

El Joventut ha encadenado dos triunfos en tres días y acepta el mano a mano con el Valencia, sin olvidarse del Tenerife, en busca de la cuarta plaza. La ACB está muy apretada, hay atasco en la zona alta, media y baja, y ninguno descarta ambiciosamente sacar al Manresa del tercer lugar. Si el año pasado el conjunto verdinegro era el encargado de dejar caer el telón de Miribilla y ejerció de notario del milagro de la permanencia del Bilbao Basket, que ganó muy fácil, esta vez sentó cátedra y no dio ni la mínima opción. Tarde gloriosa de Tomic Parra y Ribas. El Surne, sin la mentalidad precisa, hizo el peor partido del año en ambos lados de la pista, aunque amagó con reaccionar en el tramo final. Un desastre que acaba con ocho jornadas de imbatibilidad de su cancha. Desde el 3 de octubre nadie tomaba esa fortaleza, cinco meses, se dice pronto.

RESUMEN

Bilbao Basket (17+12+18+24): Rafa Luz (4), Goudelock (10), Walker (9), Masiulis (8) y Delgado (9) -cinco inicial-; Rousselle (5), Hakanson (5), Alex Reyes (7), Inglis (8), Withey (6) y Peno.

Joventut Badalona (26+18+18+15): Vives, Paul (8), Parra (19), Brodziansky (5) y Tomic (14) -cinco inicial-, Ribas (12), Busquets (9), Birgander (10), Feliz, Ventura y Willis.

Árbitros: Carlos Cortés, Rafael Serrano, Rubén Sánchez Mohedas. Sin eliminaron.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 23 de la Liga Endesa disputado en el Bilbao Arena de Miribilla ante 7.913 espectadores. Antes del partido se homenajeó a la organización no gubernamental de carácter internacional 'Médicos del mundo'

Fue un baño de realidad, a pensar en las 12 de la permanencia, restan dos. El partido, en este amanecer de marzo, traía muchas novedades bajo el brazo. Ya lo representaba el mero hecho de que se jugara un partido en Miribilla tras tanta ausencia, exactamente un mes después de aquella épica ante el Manresa. En ese regreso a la vieja normalidad, el pabellón estaba habilitado para disfrutar de sus viejos llenos dos años después, con el fin de las restricciones. Y se notó porque a la gente le costó horrores entrar con fluidez en el recinto. Se acercaron ocho mil almas. Pero el día con más posible capacidad fue el más silencioso en la primera parte, en la que el Bilbao Basket fue literalmente barrido por el Joventut. Masiulis comparecía tras unos días encerrado en su casa de Lituania por un brote en su selección. El que no andaba por ahí era Bigote, tras su espantada al Le Havre. Y para rematar todo eso, una falta de Tomic a Delgado en el salto inicial, una acción muy pocas veces vista y casi nunca castigada. ¿Qué pensaría el pívot dominicano, que le forraron a hachazos en Burgos semanas atrás sin señalarse nada y que en el segundo cero le otorgaban esa cortesía?

Tal vez por la inactividad o por el dolor causado en la lejana derrota de Burgos, el Bilbao Basket mostró la imagen descorazonadora, como aquella ya aparcada del origen del curso, que deparó un 0-5. El Joventut se traía el ritmo de haber jugado el viernes ante el Breogán, prórroga incluida. Tenía muy claro el juego que le convenía y lo hizo sin desviarse ni un ápice, con un comienzo abrumador de Busquets. Es una gozada ver a esta gente, los veteranos y los canteranos tomando las pistas ACB. Se puso con siete de ventaja y siempre empleó la misma estrategia: un par de pases, el cambio defensivo local en los bloqueos y el grande se quedaba con el pequeño en la zona. Ante el Baxi al equipo vizcaíno no le fue del todo mal, porque estuvo muy agresivo en las asignaciones, pero esta vez Tomic ganó el centro de la zona con pasmosa facilidad y desde ahí hizo que la orquesta sonara muy afinada.

El Surne se empecinaba en jugar con Delgado, todo era frontal y previsible, sin mover el balón a las esquinas para desordenar a la defensa verdinegra. En los 20 primeros minutos, no dejó ni un segundo de ir a remolque ante un enemigo autoritario. Siempre un paso por detrás. Los ‘hombres de negro’ acabaron el primer cuarto con un penoso 3-11 en tiros de dos y 4-11 en rebotes. La pintura era un solar, estaban obligados a protegerla. Un triple de Ribas, un viejo roquero que se lo pasa pipa en el Olímpic, puso la máxima diferencia: 21-37, a los dos minutos de juego del segundo acto. Ambos desfilaron al descanso con un tanteo muy decantado: 29-44. El 16-59 en valoración y el 10-21 en rebotes eran ilustrativos de un choque dominado por Tomic y los jóvenes Parra y Busquets ante un rival en el que apenas Goudelock y Luz conseguían dinamizar a los de negro.

La Penya juega muy bien a baloncesto. Porque tiene talento. Va por la calle más directa a la canasta, simplifica el juego. Como en su primera acción tras el descanso: pase al grande, un corte, asistencia del poste y canasta. Para eso está Tomic, que entiende el juego como pocos hombres altos. Sus acciones con y sin balón deberían estudiarse en las universidades del baloncesto. Mumbrú se hartó del caos y cambió al quinteto al completo, algo que siempre se interpreta como un castigo: mandó al banquillo a Luz, Goudelock, Walker, Inglis y Delgado. Y fue poniendo trampas, con una zona, a ver si cambiaba el ritmo. La Penya empezó a recrearse y hasta se permitieron tirar un ‘caño’ a Withey. La ventaja visitante se fue al 42- 60 con dos tiros libres, a falta de 11.25 para acabar. Al menos, el equipo vizcaíno sacó el orgullo para ponerse con 60-67 (-6:45, tras tiros libres de Withey). Y tuvo un triple ahí fallado Rousselle para instalarse a cuatro.

Todo quedaba pendiente de un milagro. ¿Daría para repetir la gesta del día de Manresa? La respuesta es no. Duran pidió disculpas "si alguien se sintió mal" por sus palabras del curso pasado contra ciertas personas del Bilbao Basket. Su destitución hace años fue fea, desde luego. "Este es uno de los mejores sitios de baloncesto de la Liga", remachó. Mumbrú no se mordió la lengua: "En la primera parte casi se puede decir que nos han bailado. Contra el Joventut si les regalas 20 minutos, es difícil estar en el partido".

Mumbrú: "En la primera parte no hemos estado, nos han bailado"

Mumbrú, consideró que la clave de la derrota frente al Joventut en Miribilla (71-77) fue que en la primera parte su equipo "no ha estado" en la pista y por ello su rival les "ha bailado" en esos veinte minutos iniciales. "Estuvimos blanditos, sin controlar el rebote y lo mejor fue el resultado (29-44), que no era muy lejano. Tiros malos, sin encontrar fluidez y no defendíamos. Hemos estado mal", resumió el técnico de los 'hombres de negro', quien considero que tras el descanso su equipo estuvo "mejor".

"Defensivamente más rigurosos, pero blanditos igualmente. Luego endurecimos el partido, nos empezamos a meter y tuvimos un triple de Jou (Rousselle) para ponernos a cuatro, que era un regalo tal y como iba el partido. Estuvimos algo mejor, pero llegamos tarde. Si regalas 20 minutos es difícil estar en el partido", apostilló.

Mumbrú añadió que la complicada semana de trabajo "no es excusa" porque "la concentración no depende" de ello. "Algo de culpa tendrán los jugadores, pero también yo por no haber imprimido la energía que requería el partido", asumió.

"Somos lo que somos y hay que ser realistas. Está bien tener una racha de victorias y a veces te vengas un poco arriba, pero otras te pegan una buena ostia, aunque esta ha sido solo de seis puntos, y vuelves otra vez abajo. En la primera parte el Joventut no ha tenido rival y nos han puesto un poco en nuestro sitio", admitió.

Carles Duran: "Nos hemos llevado una victoria merecida"

Carles Duran destacó la importancia de la "merecida" victoria en una pista "siempre difícil" como Miribilla y ante un rival que "está haciendo una segunda fase de la temporada muy buena". "Teníamos claro lo que debíamos hacer para hacerles daño y hemos entrado muy bien. Hicimos 20 minutos muy buenos dominando el rebote defensivo sin darles una segunda opción", explicó el técnico catalán en su primera valoración del encuentro.

Duran añadió que "en el tercer cuarto empezó a cambiar el partido" al "perder el rebote ofensivo" y dar a su rival "la opción de correr", si bien "el talento como equipo" de sus jugadores permitió que el Surne Bilbao "no se acercara".

"En el último cuarto Alex (Mumbrú) cambió a zona y lo peor es que nos hemos parado cuando no nos teníamos que parar, aunque al final nos hemos llevado una victoria merecida", incidió. Antes de su valoración, Duran tuvo un recuerdo para José Manuel Cortizas, periodista bilbaíno fallecido por COVID hace un año, agradeció "el recibimiento" que le brindó el público de Miribilla como extécnico de los 'hombres de negro.