Golpe del campeón en Chicago
Un tremendo final de Jrue Holiday y la jerarquía de Giannis y Middleton elevan a los Bucks en pista de unos Bulls que pelearon hasta el final pero siguen a la baja en la Conferencia Este.
Los Bucks, como mínimo, llegan bien a su duelo en Wisconsin con los Suns, que están sin Chris Paul y Devin Booker. Tras sudar para ganar en Chicago (112-118) enlazan tres victorias y ya están terceros del Este, empatados (39-25) con unos Bulls que encadenan cuatro derrotas y a los que les empiezan a pesar las ausencias (Lonzo, Caruso, Patrick Williams…) porque, además, DeMar DeRozan ha dejado de estar a nivel mágico cada noche. Los Bulls, para colmo, tienen que mirar para atrás: hace nada eran líderes del Este pero ahora los Celtics, quintos, están a solo un partido y medio. Y van como un tiro.
El partido, eso sí, respondió: fue intenso, igualado hasta el final, digno de una rivalidad regional (que pregunten en la NFL) y con trascendencia en la ajustadísima clasificación del Este. Es un 2-0 ahora para los Bucks en el cara a cara con otros dos partidos todavía por delante en esta regular season. Los Bulls se levantaron de la lona (14 puntos de ventaja para los Bucks en el segundo cuarto) y fueron mejores en todo el tramo central del partido. Llegaron por delante al último cuarto (91-83 en su último momento de alivio) y fueron después absorbidos por la inercia del campeón, que es arrebatador cuando sube el tono físico al máximo y se pone en manos de su big three: 34 puntos, 16 rebotes y 5 asistencias de un Giannis Antetokounmpo que anotó además los tiros libres que tenía que anotar en una mala noche desde la línea de personal. Middleton, en crecida desde el All Star, acabó con 22+6+7 y Jrue Holiday con un 26+8+5 que no encapsula su verdadera trascendencia en la victoria: 14 puntos en el último cuarto, canastas valientes en momentos cruciales y rebotes ofensivos definitivos.
Los Bulls devolvieron golpes y estuvieron vivos casi hasta el final, aunque en los minutos calientes no apareció esta vez DeRozan (que también empezó mal y acabó con 29 puntos y 5 asistencias). Mejor estuvo Zach LaVine (30+8+6), que lideró la última carga de resistencia. Billy Donovan sigue empeñado en que Vucevic y Tristan Thompson jueguen juntos. No funcionó en el momento decisivo contra los Hawks y tampoco en un partido en el que los Bucks supieron ser físicos sin cometer faltas: 8/11 en tiros libres para los Bulls, 22/33 para los visitantes, que añadieron defensa, rebote… y jerarquía en el momento de la verdad.
WIZARDS 114-HAWKS 117
Las opciones de estar en el play in se van esfumando para los Wizards, que siguen marcando una frontera a la que no parecen capaces de llegar los Knicks: ahora 28-34, ya a dos partidos y medio de unos Hawks que también son más fiables. Entre ambos, décimos, están los Hornets, con dos partidos de ventaja sobre los de la capital, que siguen sin Bradley Beal ni Kristaps Porzingis, que no ha debutado con su nueva camiseta.
Los Hawks, en un partido instrumental para afirmarse en la zona play in (están, además, a medio de los Nets, que son octavos) mandaron siempre, amagaron con romper en el segundo cuarto (54-68) y en e último parcial (hasta el 100-110 a cuatro minutos del final) pero acabaron sufriendo, pendientes de la sangre fría de Trae Young desde la línea de personal. Los Wizards tuvieron un triple de Kyle Kuzma desde el centro del pista para forzar la prórroga. Kuzma acabó con 22 puntos, 5 rebotes y 11 asistencias y Kentavious Caldwell-Pope con 28+5+5 y un 6/6 en triples. Entre ellos y suplentes como Hachimura (19+6), Bryant (12+6) y Avdija (9+3+3) mantuvieron vivas las esperanzas de un equipo que nunca estuvo por delante pero que se puso a uno en el tercer cuarto (79-80) y en los últimos segundos (114-115). Trae sumó 25 puntos y 8 asistencias a trompicones, Hunter aportó 26 puntos y Bogdanovic 17 para unos Hawks que recuperaron a John Collins después de seis partidos de ausencia y que lograron una victoria importante para cerrar con dos triunfos el exigente back to back Bulls-Wizards.
RAPTORS 97-MAGIC 104
Los Raptors se han metido en un bache (3-6 en nueve partidos después de apilar ocho victorias) que les tiene 34-29, en play in y sin aprovechar las derrotas de los Cavaliers, que les siguen sacando dos partidos. Por detrás vienen Nets y Hawks, además. Y están lesionados Fred VanVleet y OG Anunoby. Y desaparecido Gary Trent, que se quedó en 4 puntos con un 2/12 en tiros y un 0/9 en triples una noche después de hacer un 4/23 y 3/15 contra los Pistons. Los canadienses han perdido dos partidos seguidos en casa contra los dos peores equipos del Este, y ahora tienen una tanda de ocho de los próximos nueve a domicilio.
Los Magic, que llevaban más de tres años sin ganar a los Raptors, llevan tres victorias en cuatro partidos (16-48) y en el que perdieron (en la prórroga) desperdiciaron una ventaja de 18 puntos contra los Pacers. Ganaron por la aportación coral de (todos en dobles dígitos de anotación) Okeke, Wagner, Bamba, Cole Anthony, Suggs… y por las limitaciones de unos Raptors sostenidos por Siakam (34 puntos y 14 rebotes).
PISTONS 111-PACERS 106
Como los Magic, los Pistons (17-47 después de su quinta victoria en siete partidos) están en un buen momento. Contra los depauperados Pacers (22-43) se dieron otra alegría, esta remontando en el último cuarto con triples de Cade Cunningham (20 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias) y Saddiq Bey (25, 6/8 desde la línea de tres) y otra canasta de Cade. En total, de 93-98 a una ventaja (107-106) que ya se mantuvo porque fallaron triples al final Tyrese Haliburton (8+8+7) y Jalen Smith y anotó los tiros libres Jerami Grant (8+5+5). Cade apura sus opciones de ser Rookie del Año y Bey envía muy buenas noticias tras un mal inicio de temporada. No van del todo mal las cosas en Detroit Pistons ahora mismo.