Aquí están los Celtics, una amenaza cada vez más palpable, más real en la Conferencia Este, un volantazo radical en una temporada que pareció perdida bien superado el Año Nuevo: del 23-24 el 22 de enero al actual 38-27. Un cambio total que empezó en la defensa, un sistema de cambios ultra agresivos que tardó en funcionar y que ha sido una idea de la que nunca se bajó, ni cuando la presión apretaba de verdad, Ime Udoka, que ha pasado de técnico rookie y muy cuestionado a Entrenador del Mes en febrero. Como para no. Los Celtics son ahora quintos del Este y ya no miran al play in: están a un partido del cuarto, Milwaukee Bucks y a dos del segundo, Philadelphia 76ers.

Los verdes tienen la mejor defensa de la NBA desde el 1 de diciembre, el mejor diferencial de puntos en 2022 y han ganado 11 de sus últimos 13 partidos en un tramo del calendario que ha incluido a Heat, Nuggets, dos duelos contra Nets o Hawks y a estos Grizzlies (120-107) que llegaban al Garden embalados y con el segundo puesto del Oeste (y de la Liga) a tiro. No hay matiz ni asterisco: los Celtics son uno de los mejores equipos de la NBA rumbo al momento decisivo de la temporada. Y lo volvieron a demostrar en un partido convertido en atracción de la televisión nacional por el impulso de su rival y su gran estrella, Ja Morant.

Morant cumplió, no al nivel de videojuego de los dos últimos partidos (46 y 52 puntos). El base escapó de una horrible primera parte (3/14 en tiros) y calentó en un tercer cuarto en el que anotó 16 puntos pero no pudo evitar la crecida de los Celtics, que solo ganaban 47-45 a pesar de que habían secado completamente el ataque de los Grizzlies en la primera parte. Las pérdidas (11 antes del descanso, solo 3 después) jugaron un papel fundamental. Cuando las cortaron, los Celtics despegaron. Anotaron 73 puntos en el segundo tiempo, fueron descabalgando a un rival tozudo (70-55 ya en el último cuarto) y ganaron con una clara sensación de superioridad. Sin el lesionado Jaylen Brown, además, y tras perder a su sustituto en el quinteto, Aaron Nesmith.

Morant acabó con 38 puntos y 7 asistencias pero pesaron más los 37 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias de un Jayson Tatum que se encargó en el último cuarto (19 puntos) de que no hubiera amago de remontada visitante). El alero, que cumplía 24 años, jugó un partido fantástico muy bien acompañado por Rob Williams y, sobre todo, Marcus Smart (18 puntos, 12 asistencias) y Al Horford (21+15+5). El base, brillante en ataque en el tercer cuarto, es fundamental en la defensa de Udoka por su capacidad para manejarse con los interiores tras los cambios. El pívot, rejuvenecido en las últimas semanas, asegura rebotes, crea en ataque y ejerce de ancla atrás. Los Celtics, sin trampa ni cartón, se han convertido en un excelente equipo de baloncesto. Justo a tiempo.

TORONTO RAPTORS 106 - 108 DETROIT PISTONS

Parece mentira, pero los Pistons son la horma del zapato de los Raptors: 6-0 en los últimos seis enfrentamientos, dos barridas en regular season consecutivas, 3-0 en este curso tras el 106-108 salvado en los últimos segundos por un gran tapón de Cade Cunningham a Gary Trent. Después, con 105-108, tampoco anotó un triple a la desesperada Scottie Barnes y el partido acabó con un tiro libre de Achiuwa y una reacción no culminada de los locales, que perdían 77-91 en el inicio del último cuarto y llegaron hasta el 105-106. Ahí aparecieron Bey (que acabó con 23 puntos y 6 rebotes) y Cade, que apura sus opciones de ser Rookie del Año y además de esa acción defensiva final sumó 22 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias. El poder joven de los Pistons se impuso. Otro triunfo contra sus ex de Dwane Casey y 16-47 ahora para los de la Motown.

Los Raptors están en un mal momento. Faltan Fred VanVleet y OG Anunoby y van tres derrotas en cinco partidos para un equipo que ha bajado mucho su rendimiento tras el All Star y que, sin puntería exterior, se estrelló en un partido en el que debería haber ganado. Es un 34-28 que les deja a dos partidos del sexto puesto, unos Cavs en inercia también muy negativa. Siakam fue el mejor con 28 puntos y 5 rebotes, Barnes sumó 21+10 y Achiuwa acabó con 18+7.

ATLANTA HAWKS 130 - 124 CHICAGO BULLS

Los Bulls son otro equipo en un momento peligroso: tres derrotas seguidas. Y eso, en el Este, significa pasar de compartir la cabeza a ser (39-24) tercero con el quinto a solo dos partidos. Después de tres victorias en tres enfrentamientos esta temporada, los de Billy Donovan no pudieron esta vez con unos Hawks más necesitados: ahora 30-32, con partido y medio sobre los Wizards (el primero sin play in) y, por si acaso, el noveno y el octavo a tiro. Los de Georgia escaparon de una mala inercia (56-66 en el tercer cuarto) y secaron la producción exterior de su rival para sellar un remontada culminada con los triples de Bogdanovic (20 puntos) y sobre todo Trae Young, que anotó dos en los últimos 62 segundos y terminó con 39 puntos, 13 asistencias y un 7/9 desde la línea de tres. Mejor esta vez que DeMar DeRozan (20 puntos, 8 asistencias, menos lucidez esta vez en las jugadas clave). LaVine acabó con 22 puntos y 7 asistencias y Vucevic en 21+11+5, pero los Bulls se quedaron cortos en el momento de la verdad.

SAN ANTONIO SPURS 112 -115 SACRAMENTO KINGS

Duelo, en el Oeste, de aspirantes de poca monta al play in: los Kings ganaron en San Antonio y se aferran a sus escasas opciones, ahora a tres partidos y medio del décimo puesto. Los Spurs, con la derrota, quedan a dos partidos y medio de una frontera que marcan unos Pelicans al alza. El triunfo de los californianos requirió esfuerzo final porque los Spurs convirtieron un 58-79 en un 101-97 a su favor. Pero ahí se fundieron (de 103-99 a 103-108). Dejounte Murray sumó 29 puntos, 12 rebotes y 7 asistencias y Lonnie Walker, 30 puntos desde el banquillo. En los Kings, 26 puntos y 9 asistencias de Fox, 27 y 5 rebotes de Barnes y 12+12+6 de Sabonis.