Fiesta grande en Cleveland por el All Star Game
El 'All Star Game' de la NBA regresa a la ciudad de Ohio 25 años después para celebrar el 75 aniversario de la Liga norteamericana.
Hace un cuarto de siglo, en 1997, la NBA celebró su 50 cumpleaños en el All Star Weekend de Cleveland. Era el segundo All Star en Ohio, del Coliseum de Richfield en 1981 al lujoso pabellón del downtown estrenado en 1994. Hoy Rocket Mortgage Fieldhouse, antes Quicken Loans Arena, uno de los epicentros del deporte mundial entre 2015 y 2018, cuando los Cavaliers de (todavía) LeBron James jugaron cuatro finales seguidas contra los pluscuamperfectos Warriors.
Ahora la NBA cumple 75 años y, con esa celebración como tema principal, lleva de nuevo el All Star a Cleveland. 25 años después de que Kobe Bryant ganara el concurso de mates con 18 años y de que Michael Jordan firmara el primer triple-doble en un partido de las estrellas (14 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias). Es el All Star Game 71, una fiesta que se inauguró en 1951, en el Garden de Boston; y que solo ha fallado en 1999, cuando el cierre patronal y la guerra entre franquicias y jugadores retrasó el inicio de la temporada hasta febrero. El año pasado, aunque no estaba calendarizado, se armó en Atlanta una edición de emergencia, exprés, comprimida entre las tremendas sacudidas de la pandemia.
Con temperaturas unos cuantos grados bajo cero y el gélido viento que se levanta desde el lago Erie, en cuya orilla se alzan el Hall of Fame del Rock And Roll y el tremendo estadio de los Browns, el equipo NFL de la ciudad, Cleveland sigue siendo, aunque lleve cuatro años en Los Ángeles, la casa de LeBron James, que regresa con 37 años para disputar su decimoctavo All Star, todos desde 2005. Todos como titular. Solo tiene más, 19 (aunque se perdió uno por lesión) Kareem Abdul-Jabbar. LeBron, con una longevidad sobrehumana, va a récord por semana. Esta madrugada extenderá el de más puntos en los All Star (lleva 389 por los 290 de Kobe y los 260 de Michael Jordan). Y tratará, una curiosidad, de seguir con su pleno desde que se rompió el clásico duelo Este vs Oeste. Ha sido capitán en las cinco ediciones con el formato de capitanes y está 4-0 hasta ahora: una contra el equipo de Stephen Curry, dos contra el de Giannis Antetokounmpo y ahora se enfrenta por segunda vez al de Kevin Durant, que es baja por lesión.
Cambio de formato
Para devolverle una relevancia que se había ido diluyendo, ya se sabe, la NBA agitó a base de bien el árbol del partido de las estrellas. No solo juegan equipos elegidos a pies por los capitanes, sino que se prescindió del formato de partido a 48 minutos. Los tres primeros cuartos empiezan con el marcador a cero y tienen un ganador parcial. Al final del tercero, se suman los puntos y al que más lleva se le añaden 24 (el número de Kobe Bryant, que ahora da nombre al nuevo trofeo del MVP). El que alcanza primero esa cifra definitiva, es el ganador. Esto permite repartir tandas de premios económicos para dos organizaciones benéficas locales, una representada por cada equipo. NBA y sindicato de jugadores (NBPA), van a dejar unos tres millones en ayudas en al área de Cleveland y la Liga donará a clínicas locales 10.000 test de antígenos y unas 100.000 mascarillas.
Este vuelve a ser, el signo de los tiempos, un All Star de marcado sabor internacional. Seis de los 24 protagonistas son nacidos fuera de Estados Unidos, tres de ellos titulares. Megaestrellas y aspirantes al MVP de la temporada el camerunés Joel Embiid (quinto All Star), el griego Giannis Antetokounmpo (sexto) y el serbio Nikola Jokic (cuarto). Luka Doncic acude por tercera vez a la cita en un momento dulce, tal vez el mejor de su carrera, en las últimas semanas: 36,3 puntos, 10,6 rebotes y 9,4 asistenciasen el mes de febrero.