Los Clippers son la resistencia

Que los Clippers estén 29-30 y en el octavo puesto de la Conferencia Oeste no es un milagro, pero casi. El equipo angelino, sin Kawhi Leonard ni Paul George, podría haber tirado de tanking y conseguir una ronda alta del draft de cara al futuro más inmediato, cuando pudiera optar al anillo. Un buen plan mientras espera a sus estrellas, algo que lleva haciendo prácticamente desde que dichas estrellas aterrizaron en Los Angeles para hacer mucho menos, de momento, de lo que se esperaba de ellas. La consabida lesión de Kawhi, unida al adiós anticipado de George (ha disputado 26 encuentro) hacía presagiar lo peor para unos Clippers que, sin embargo, siguen en la lucha, resisten y compiten cada noche sea cuál sea el rival. Una capacidad de resiliencia enormérrima, extraordinaria, para un equipo que, salvo sorpresa mayúscula, disputará el play-in. Solo falta por ver contra quién y, claro, en qué circunstancias.

Para ser fieles a la realidad, hay que decir que los Clippers no son la representación, precisamente, del juego atractivo y brillante. Son un equipo feo, tosco, que gana partidos por orgullo, con situaciones de carácter aguerrido y algún tipo de suerte en los momentos calientes. Es más, de sus 29 victorias, 16 han llegado por diferencias menores a los 10 puntos, siendo ya considerados expertos en encuentros taquicárdicos, a cuyos finales llegan con una tranquilidad impresionante, como si llevaran toda la vida en ellos. 12 de los jugadores que han pasado por la plantilla este curso (antes y después del cierre de traspasos) promedian 7 o más puntos, siendo así ejemplo de equipo compensado, sin estrellas tras la despedida definitiva de George pero con una amenaza constante de todos los atacantes y un esfuerzo defensivo enorme.

Para dejar claro que no van a tirar la temporada, los Clippers se movieron con fluidez en el mercado. Las llegadas de jugadores como Norman Powell o Robert Covington demostraba que los angelinos querían hacer una temporada digna, y la capacidad para competir contra todos los rivales les convierte en un peligro para playoffs. No tanto para un anillo que no van a conseguir salvo machada histórica; más bien por obligar al rival a jugar una serie muy física, probablemente larga, con un esfuerzo máximo antes de tiempo y finales igualados. Ya lo comprobamos el año pasado ante Jazz (victoria 4-2) y Suns (derrota 4-2) en dos eliminatorias extraordinarias a pesar de llegar llenos de lesiones. Y tras una primera ronda ante los Mavericks en la que, recordemos, llegaron a ir 0-2 y 2-3 abajo. Casi nada.

El mayor responsable de esto es Tyronn Lue. Entrenador infravalorado, está haciendo un trabajo extraordinario en Clippers de la misma forma que lo hizo en los Cavaliers. Ascendió al puesto más alto del banquillo tras el cabreo de Steve Ballmer en la burbuja (eliminación ante los Nuggets tras ir 3-1 arriba en elliminatoria) y el despido de Doc Rivers, del que era asistente. Y ha conseguido sacar mucho jugo a un grupo talentoso, pero corto de personal y en el que hay ciertas dosis de locura (Marcus Morris, Reggie Jackson, antes Patrick Beverley). Lue es un gran tipo con una capacidad para gestionar personalidades conflictivas o egos desmedidos increíble. Y unos conocimientos tácticos mucho mayores de lo que la gente se piensa. No en vano, es uno de los pocos entrenadores en activo con anillos. Por ahí andan también Gregg Popovich (5 títulos), Steve Kerr (3), Erik Spoelstra (2), Rick Carlisle (1) y el ya mencionado Doc Rivers (1).

En un partido extraordinario, los Clippers se han impuesto a los Warriors con cierta facilidad y mucho acierto. El equipo de Steve Kerr no está en su mejor momento (tercera derrota en los últimos 4 partidos) a pesar de los 33 puntos y 8 triples de Stephen Curry. Mal partido para Klay Thompson (7 tantos, 3 de 14 en tiros) y un bajón claro a la espera de que vuelva (o no) Draymond Green, del que seguimos sin tener noticias. En los Clippers, seis jugadores por encima de los 10 puntos y 25 de Terance Mann, una actuación que ha redondeado con 7 rebotes y 6 asistencias. Un mate espectacular de un Robert Covington que mezcla alguna luz y muchas sombras durante su carrera. Y otro gran partido de los Clippers, que se colocan a dos partidos de los Timberwolves, séptimos, y siguen haciendo gala de una capacidad innata para competir cada noche y demostrar más orgullo que sus rivales. Están cuajando una temporada muy meritora. Y están sostenidos por Tyronn Lue. El arquitecto de la resistencia.