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HOUSTON ROCKETS

El posible retorno de Harden a Houston: ¿realidad o ficción?

El intercambio por Simmons puede darse en los próximos días, pero se ha abierto una nueva posibilidad para Harden: volver a unos Rockets de los que salió muy mal.

El intercambio por Simmons puede darse en los próximos días, pero se ha abierto una nueva posibilidad para Harden: volver a unos Rockets de los que salió muy mal.
Carmen MandatoGetty Images

El sainete no cesa. James Harden sigue en boca de todo el mundo a las puertas del cierre del mercado de fichajes (10 de febrero) y parece que los Sixers de Daryl Morey han acelerado para hacerse con sus servicios. Shams Charania (The Athletic) ha informado de que el acuerdo podría darse en los próximos días, en los que explotaría el gran bombazo de la NBA. Lo que parecía imposible hace unos meses es más tangible que nunca por muchos motivos: los Sixers tienen ya una necesidad real de traspasar a Ben Simmons, Joel Embiid necesita otro gran jugador a su lado y la entidad de Philadelphia podría optar al anillo con el escolta en sus filas. Por otra parte, James Harden está descontento en Brooklyn y quiere estar en otro sitio en el que se encuentro más cómodo.

Sin embargo, parece que no solo los Sixers quieren a su jugador. Daryl Morey es uno de los motivos por los que Harden querría ir a Philadelphia, pero los Rockets, exequipo del escolta, han sonado con fuerza los últimos días. Ben DuBose, en la página web Rockets Wire, ha informado del interés por los Rockets por volvera unir sus caminos con Harden y la entidad texana ya ha filtrado que estaría dispuesta a aceptar de vuelta a su jugador. Eso sí, la operación se tendría que dar en verano y en caso de que el jugador esté dispuesto a renunciar a una player option de 47 millones y firmar un nuevo contrato (seguramente astronómico) en la agencia libre. Los Rockets no están dispuestos a renunciar a su bloque más joven y, por otro lado, tendrán que encontrar una solución para John Wall, con una player option idéntica a la de Harden de cara al próximo curso, otros 47 millones. Mucho dinero para alguien que no juega.

La operación se podría dar incluso si Harden pone rumbo a los Sixers, ya que en verano podría ser agente libre de la misma forma. Sin embargo, el poder de persuasión de Morey jugaría a su favor una vez el escolta aterrizara en Philadelphia, operación ahora mismo más lógica y posible, dentro de los parámetros por los que se mueven las estrellas de gran magnitud de las que estamos hablando. En los Rockets el dueño sigue siendo Tim Fertitta, con el que Harden mantenía una buena relación en sus mejores años en Houston. El descontento de Harden en Brooklyn ha crecido de manera progresiva esta temporada por distintas circunstancias y en el banquillo ya no tiene el mismo apoyo que el curso pasado, donde se volvió a encontrar con Mike D'Antoni, asistente de Steve Nash, y entrenador principal en los mejores Rockets del siglo XXI.

¿Les interesa a los Rockets el movimiento?

Es la pregunta del millón. Por un lado y tal y como ha dicho DuBose en su artículo, hay una gran legión de fans que estarían en contra de que Harden regresara a los Rockets. Su legado en la franquicia, claro, es inabarcable, siendo probablemente el segundo mejor jugador de la historia de la entidad tras Hakeem Olajuwon. Tres veces máximo anotador y MVP en 2018, Harden ha sido el líder de una de las etapas más gloriosas de los Rockets, pero se quedó en las finales de Conferencia y no pudo alcanzar el sueño del anillo. Con equipos fantásticos y entrenado por D'Antoni, los Rockets alcanzaron con Harden como protagonista un estilo de juego cuestionado que cambió el baloncesto y les permitió competir con una de las mejores dinastías de la historia, la de los Warriors. Y plantar cara a Curry, Durant, Klay, Draymond, Iguodala y compañía. Que no es poco.

Por otro lado, los problemas son obvios en cuanto al fichaje: Harden va a cumplir 34 años, llega fatigado al final de los partidos, no consigue rendir en back to backs, sus hábitos son cuestionables y siempre se enfada con alguien del equipo: en su día fueron Howard, Chris Paul o Westbrook. Ahora es con los Nets en general y con Kyrie en particular. Y eso, sin contar la forma tan polémica con la que salió de los Rockets hace tan solo unos meses: declaraciones públicas feísimas, pasotismo total con sus compañeros y una forma de ignorar a Stephen Silas que no sabía nada del jugador y que sigue siendo el entrenador de un equipo que, además, mira al futuro con una gran cantidad de jóvenes talentos (Kevin Porter, Jalen Green, Sengun...) cuyo desarrollo puede ser mayor sin Harden.

La operación es complicada precisamente por esto último: incluso con el mejor Harden, haría falta algún jugador de primera línea de la Liga para acompañarle si es que los Rockets quieren buscar el anillo con Harden (todo son hipótesis) a corto plazo. Sería muy optimista pensar que el desarrollo de los jóvenes vaya a ser muy grande como para acompañar a Harden a la élite o que, por otro lado, Harden ejerciera el papel de mentor y firmara un contrato a la baja cuando se encuentra ante la última gran oportunidad e firmar por una ingente cantidad de dinero. En definitiva, lo Rockets ya han filtrado que estarían contentos con la situación y dispuestos a negociar. Harden, de momento, lo que dice es que en Brooklyn no está tan bien como debería. Los Sixers suenan con fuerza. Y los Rockets entran en escena. Pero...