El Valencia se hace fuerte con un último cuarto mágico
Una defensa férrea y la lámpara de Prepelic (19 puntos) rescataron una victoria clave de cara a la clasificación final del grupo.
El Valencia Basket dio un zapazo a la Eurocup con una victoria de prestigio contra la Virtus Bolonia (83-77). Costó lo suyo. De hecho, los italianos estuvieron muy cerca de asaltar La Fonteta. Sólo un último cuarto mágico (31-14) dejó a los de Scariolo sin botín. Con casi todo perdido, los taronjas se pusieron a defender como si no hubiera mañana. Y eso, unido a un Prepelic que frotó la lámpara, rescató un triunfo clave de cara a la clasificación del grupo.
RESUMEN
Valencia Basket (24+16+12+31): Hermannsson (2), Prepelic (19), Claver (5), Pradilla (10), Tobey (7) -cinco titular- Dimitrijevic (8), Puerto (-), López-Arostegui (5), Van Rossom (8), Dubljevic (5), Rivero (7) y Labeyrie (7).
Virtus Bolonia (17+21+25+14): Pajola (7), Cordinier (11), Weems (17), Jaiteh (6), Alibegovic (7) -cinco titular- Mannion (4), Belinelli (10), Tessitori (5) y Sampson (10).
Árbitros: Belosevic (SER), Rocha (POR) y Clivaz (SUI). Eliminaron al visitante Pajola (m.40).
Incidencias: partido correspondiente a la décimo tercera jornada de la fase regular de la Eurocopa disputado en el pabellón de la Fonteta ante 3.774 espectadores.
El esloveno, 19 puntos y 2 asistencias, fue el ejecutor italiano. Una jugada de siete puntos le dio la vuelta como un calcetín a un encuentro que tenía color blanquinegro. Labeyrie y Rivero (18 rebotes entre ambos) también fueron claves en el cuarto definitivo. Los taronjas (9-4) aprietan en el liderato al Gran Canaria aunque los amarillos tienen dos encuentros menos.
El Valencia Basket comenzó intimidando a la Virtus. Con Claver en el quinteto, que volvía después de cuatro meses, Peñarroya lanzó un mensaje a La Fonteta. Y el valenciano volvió como si nunca se hubiera ido. Un triple y dos libres tras capturar un rebote ofensivo encendieron la caldera taronja. Al Valencia le salía todo de entrada. Cerraba bien el rebote, corría como le gusta a Peñarroya y sus ataques generaraban tiros liberados. A Scariolo, al contrario, no le gustaba nada lo que estaba viendo. Dos libres de Dimitrijevic ponían la máxima (21-10, min. 8). Para entonces el técnico taronja ya había apostado por un quinteto con tres altos (Labeyrie de alero), algo que parece que le gusta bastante.
En el segundo acto, Scariolo empezó a poner trincheras en el hasta entonces desahogado ataque taronja. A los de Peñarroya les empezó a costar anotar pese al dominio en el rebote, que le daba segundas opciones. Bellinelli anotó cinco puntos de entrada y una canasta de Jaiteh acercó a los italianos. Pero ocho puntos seguidos de Prepelic (dos triples) volvió a poner la máxima (36-25, min. 14). La ventaja era la misma (11 puntos) pero las sensaciones no. Otra vez tiempo muerto de Scariolo. Y otra vez reacción boloñesa. El Valencia caía en la trampa italiana en cada ataque y dos triples de Pajola y Weems dejaron la renta en casi nada (36-33, min. 17). Dos libres de Pradilla y una canasta de Tobey dieron oxígeno a un Valencia que ahora veía el aro cerrado. Pero un triplazo de Weems, a falta de 8 segundos, lo dejaron 40-38 al descanso.
El paso por el vestuario no cambió nada. Al revés. El Valencia salió desacertado en ataque y dormido en defensa. Y Weems ya había puesto el piloto automático. Sólo un 3+1, con algo de suerte, de Pradilla, detuvo la hemorragia. Aún así, Alibegovic puso un 44-51 (min. 23) muy inquietante en La Fonteta. El Valencia estaba en la lona pero López-Arostegui y Dimitrijevic le levantaron de allí (51-53, min. 24). Sin embargo, a partir de ese momento, un parcial de 1-10, plagado de pérdidas locales y despistes defensivos, puso la cosa muy fea para los taronjas: 52-63, con un periodo por disputar.
Sólo había una forma de darle la vuelta a esto: defender. Y a eso se puso el Valencia. Ahora era la Virtus quien veía el aro muy pequeño. Sólo Sampson se hacía grande dentro. Pero precisamente fue el pívot el que puso de nuevo en el partido al Valencia. Una doble falta, una de ellas antideportiva a Prepelic, significó una jugada de siete puntos del esloveno, que le daba la vuelta a la tortilla (69-67, min. 34). La Virtus segía fallando aunque un triple de Vittorio le sacó del coma. Dos libres de Prepelic y una entrada de Rivero ponían una exigua renta local (73-70), a falta de 1:21. A falta de Teodosic, Bellinelli era el hombre encargado de jugarse las bolas calientes en la Virtus. Falló dos. Entre tanto, un triple de Van Rossom y un libre de Rivero, lo dejaban casi hecho (77-70), a falta de 34 segundos por jugar. Pero Bellinelli y Weems, tras una falta en ataque de Prepelic sin correr el reloj, aún le dieron una última chance a los transalpinos (77-74). Dos libres de Van Rossom y un triple fallado de Bellinelli lo acabaron de cerrar.