LEB ORO

Marc: "Si Pau hubiese seguido no habría cambiado mi decisión"

El pívot habla con AS sobre su regreso a España vía Bàsquet Girona, el equipo que preside y que juega en LEB Oro: "Si no me lo paso bien no vale la pena jugar", destaca el jugador.

0
Marc: "Si Pau hubiese seguido no habría cambiado mi decisión"
BASQUET GIRONA BASQUET GIRONA

Para Marc Gasol, un hombre con una trayectoria y un palmarés envidiable en el mundo del baloncesto, seguir compitiendo era lo más importante. Y, dada su situación física y familiar, el mejor sitio para hacerlo era Girona. Un Bàsquet Girona del que es jugador pero también presidente, y que ha cambiado radicalmente desde que el campeón de la NBA aterrizó en el equipo. En una decisión madura y madurada, Marc decidió volver a sus orígenes para ser feliz jugando al baloncesto. Y lo cuenta en AS.

- ¿Cómo se encuentra físicamente? Se ha perdido algunos partidos durante la temporada por problemas físicos...

- Tengo unas molestias aún de un partido anterior. Las habíamos intentado mitigar durante dos o tres días después del partido y antes del siguiente, pero cuando subimos el ritmo aumentaron hasta el punto de que no me dejaron jugar. En Lleida salí a la pista, me hacía ilusión jugar allí y ayudar a los compañeros, pero tuve que parar porque las molestias aumentaron.

- ¿Está usted todavía muy lejos de su mejor nivel tanto físico como de juego? ¿Cuando cree que lo conseguirá?

- Sí, aún estoy lejos. Todavía me falta mucho para llegar a mi mejor nivel. Estamos mejorando, de hecho estábamos en un buen camino y en realidad aún lo estamos. Hay obstáculos por el camino pero el proceso, la evolución global, es muy satisfactoria.

- ¿Está siendo jugar con el Girona en LEB Oro tal y como se esperaba?

- Sí, bastante. Me mentalicé antes de anunciar mi decisión. Es cierto que ha sido un poco distinto durante las últimas semanas pues tuvimos que estar confinados por la COVID y paramos la actividad a principios de año. Al margen de esto, sin embargo, todo está siendo como me esperaba antes de arrancar a jugar con el Girona. Viajamos y competimos por todo el territorio, yo voy con mucha ilusión y veo también mucha gente con ganas de ver baloncesto y de apoyar a nuestro proyecto. Está siendo muy satisfactorio jugar en Girona, me llena mucho.

- Estos primeros meses ya plenamente integrado en el equipo, jugando y participando... ¿Refuerzan su decisión de dejar la NBA y recalar en el Girona?

- Es que simplemente no hago esa reflexión. No miro hacia atrás ni pienso si debía haber tomado otra opción. Era la que sentía que tenía que tomar en ese momento. Si en un futuro no me veo jugando en Girona, cambiaré, no tengo problemas con ello. Al final es solo una decisión sobre baloncesto, no estamos hablando de cosas de vital importancia.

- Entonces... ¿Cuál es su futuro? ¿Se ve fuera de Girona?

- Yo quiero estar bien ahora, ponerme a mi nivel porque si estoy bien ahora lo estaré en un futuro. Trabajo el día a día, no miro más allá. Quiero seguir sumando gente al proyecto, tanto individuos como empresas y conseguir que la gente quiera venir a Fontajau. Creo que esta es una parte también importante de mi trabajo en Girona.

- Pero más allá del club, a nivel personal. ¿Usted se retirará en Girona? ¿Hay opciones de verle aún con otra camiseta? ¿De regresar a la NBA?

- Todo está abierto. Tengo la suerte de tener la libertad contractual para hacer lo que quiera con mi futuro. Pero hay que pensar que cuando eres más mayor cada movimiento implica a un mayor número de personas. Ahora soy el responsable de mi familia y es algo que pongo en la balanza y evidentemente también pesa. Tengo la suerte de haber vivido ya mucho en el mundo del baloncesto, de haber vivido cosas muy especiales. Y las sigo viviendo. Sin el foco mediático, pero la esencia del baloncesto, el juego y la afición, siguen estando ahí.

- ¿Fue difícil tomar la decisión de dejar la NBA? ¿Cómo lo gestionó?

- Es que no fue una decisión de si seguir o no en Estados Unidos. No decidí dejar la NBA. Lo que tenía claro era en qué punto estaba, cómo me encontraba, y que necesitaba unos mínimos físicos para seguir jugando. Si no estoy bien, no me lo paso bien jugando al baloncesto, y si no me lo paso bien, no me vale la pena jugar. Yo del baloncesto espero pasármelo bien jugando. Y el escenario ideal era el del Girona porque no solo puedo recuperar el nivel físico, sino que es perfecto para compaginarlo con mis responsabilidades familiares, que también me aportan mucho. Al margen de esto también vi que mi llegada al club podía suponer un impulso muy grande para el mismo, como así está siendo. Estoy muy contento de cómo me están yendo las cosas y del ambiente que se ha generado en Girona.

- Ahora forma parte de un equipo del que no solo es el buque insignia, sino que además es usted el presidente. ¿Siente más responsabilidad que cuando jugaba al máximo nivel?

- Por suerte o por desgracia, supongo que es parte de mi manera de ser, siempre me he sentido muy responsable de los grupos de los que he formado parte. Ahora en Girona aún más porque soy el presidente, además de uno de los referentes del equipo y del grupo. Soy más mayor, más reflexivo y sé los riesgos que comportan algunas decisiones. Ahora puedo tomar la decisión de no jugar algunos partidos pensando en una fotografía más amplia pese a que no sea fácil porque uno quiere jugar.

- Su hermano regresó la temporada pasada al Barça, usted está en Girona y hace poco Ricky Rubio dijo que le gustaría jugar en España antes de retirarse. Después de tantos años en Estados Unidos, ¿por qué les apetece volver a estar en casa?

- Precisamente por eso, porque esta es nuestra casa. Aquí estás en casa, con tu familia. Cristina (su mujer) es de Sant Boi. Los niños han crecido en Estados Unidos pero su mentalidad y vida la han desarrollado en Cataluña. Al menos hasta que ellos decidan. Tenemos a toda la familia aquí. Los años pasan y has de ver qué te aporta cada cosa.

- ¿Si Pau hubiese seguido un año más de azulgrana, tal y como se le planteó desde el club, usted habría considerado jugar en el Barça en lugar de en el Girona?

- Sinceramente no cambiaba nada que Pau siguiera o no. Que él continuara o no en el Barça era su decisión y no formaba parte de la mía. Es como si yo le dijera de venir a jugar al Girona. Cada uno ha de tomar la decisión que mejor pueda encajar en su momento vital y Pau ya la tomó en su momento.

- ¿Es muy duro pasar de jugar en la NBA a hacerlo en la LEB Oro? Un cambio tan brusco seguro que es difícil de aceptar...

- Te has de mentalizar, porque evidentemente no es lo mismo. Pasas de subirte a un avión en un viaje muy cómodo a hacerlo en un autobús. Pero la esencia, que es lo que me hizo enamorarme del baloncesto, está en el juego. Poder seguir compitiendo me compensa todo el cambio.

- ¿Sugiere usted que la esencia del baloncesto podemos encontrarla antes en la LEB que en la NBA?

- No quiero compararlo. A veces parece que nos quejamos mucho de la NBA pero hay cosas de las que también podemos y debemos aprender. Nadie es propietario de la esencia del básquet, de qué está bien y qué está mal. Ellos tienen unas condiciones y unas herramientas muy distintas y las utilizan. Aquí pensamos de otra manera y tenemos otros medios.

- No se da muy a menudo la situación que vive usted en Girona. Es el presidente y el entrenador. ¿Como se gestiona la relación con los compañeros y con el entrenador?

- Está normalizada porque llevamos mucho tiempo juntos. El entrenador (Jordi Sargatal) lleva siete años en el club. Yo llevo trabajando con este grupo desde septiembre y la mayoría de mis compañeros llevan juntos desde la temporada pasada. Es una relación completamente normalizada. Saben que todo lo que hacemos es por el bien del grupo. Y en la pista soy uno más.

- ¿Le preocupa deportivamente la dependencia que existe sobre su figura? El equipo es otro si usted no juega...

- Es obvio. Negarlo o huir de esto no sería justo. Tenemos que seguir trabajando para no tener tanta dependencia de mí. Tenemos que ayudarnos más, dar seguridad a los compañeros para que se vean capaces de afrontar cualquier reto. También está siendo un año atípico, ha habido muchos cambios. Salidas, nuevo técnico, mi llegada... No es sencillo gestionarlo pero también es parte de lo bonito de este deporte.

- ¿Qué futuro tiene el Bàsquet Girona? ¿Cómo ve al club en un futuro a medio plazo? ¿Cuáles son sus objetivos?

- Que siga sumando gente al proyecto. Ir compartiéndolo con la máxima gente posible desde el punto de vista empresarial y personal. Que la gente se sienta orgullosa del club que tienen. Todo esto se hace por ellos. Que se sientan orgullosos del Bàsquet Girona. Yo todo esto lo hago por la comunidad. Ellos me hicieron sentir muy especial cuando jugué aquí y esta es mi forma de devolvérselo.

- ¿Aspira a ver al Bàsquet Girona compitiendo entre los grandes de la ACB, jugando al máximo nivel?

- Si, aspiramos a estar al máximo nivel. Pero con un crecimiento sostenible y con un crecimiento que vaya de la mano de muchas otras cosas. Somos un club valiente, que hace cosas nuevas. Fuimos pioneros en el 3x3 en España y crecemos constantemente. El club tiene ahora 21 equipos y hemos incorporado equipos femeninos que era algo importantísimo.

- ¿Siente que usted ha sido una figura clave para el baloncesto en Girona? ¿Que seguro que hay niños y niñas que practicarán este deporte gracias a usted?

- Sería un poco pretencioso, pero que puedan disfrutar del básquet con nosotros sí me gustaría mucho. Pero no es por mí, no somos propietarios del básquet, es darles la opción de que puedan estar aquí y formar parte de todo lo que el baloncesto tiene que ofrecer. Que vengan a Fontajau a disfrutar, que sientan que son una parte esencial del club, igual que los abonados, socios o jugadores.