Wiggins, Iverson, Kobe, Yao... Los peores titulares de los All-Star
El caso de Andrew Wiggins ha sido llamativo en los quintetos del All Star 2022. Pero a lo largo de la historia ha habido muchos titulares cuestionables, incluidos jugadores de leyenda...
Ah, los debates sobre el All Star. Nada más intrascendente, en el gran marco de las cosas, nada más habitual en el microcosmos NBA. El All Star Game es, desde que se jugó el primero el 2 de marzo de 1951, en el Garden de Boston, el gran escenario de la mejor Liga del mundo. El lugar donde la NBA se reconoce a sí misma como uno de los grandes espectáculos del deporte mundial, donde presume de músculo y polvo de estrellas. Por eso conviene que los aficionados participen en todo el proceso, que haya debates, que aparezcan los más mediáticos, que se aviven polémicas: que importe, que tenga su espacio.
Ser all star, además, es un reconocimiento importante. Es algo que va en la genética de la NBA, algo a lo que aspiran los jugadores de baloncesto estadounidenses desde críos, ya también los del resto del mundo, que crecen sintiendo la NBA mucho más cercano que los foráneos de anteriores generaciones. El número de all star en un currículum es importante, sigue siendo algo que se tiene en cuenta, que influye en contratos y en estatus, y que queda en los libros de historia. Ahora tenemos más información, más elementos de juicio. ¿En el pasado? Hay épocas en las que vemos el número de all star como un elemento de juicio realmente importante. Más allá de eso, la condición de titular importa menos, se diluye en cuanto pasa la cita. ¿El mejor ejemplo? Dirk Nowitzki fue catorce veces all star y jamás fue votado como titular. Las dos veces que lo fue ocupó el lugar de un jugador lesionado.
Los grandes mercados, la exposición televisiva, las filias y fobias de los aficionados, la plasticidad del estilo… todo influye en una elección que hasta 2017 corría a cargo de los aficionados pero que desde entonces va más ponderada: 50% voto popular, 25% voto de prensa especializada, 25% voto de aficionados. Más: la evolución del baloncesto y la conversión de algunos puestos en roles mucho más líquidos hizo que a partir de 2013 se pasara a votar dos jugadores de backcourt (bases y escoltas) y tres de frontcourt (aleros, ala-pívots y pívots). Hasta entonces había dos, dos y un center (el pívot puro). En 2018 desapareció la división Este vs Oeste, pero solo para el partido. Se vota por Conferencia y los diez titulares siguen siéndolo, cinco por bando solo que reordenados según la elección de los capitanes.
En la elección influyen los legados y la trascendencia. Muchas veces es asunto puramente subjetivo decidir si un jugador es titular en el All Star de forma injusta. Es muy opinable. Y hay excepciones sonadas. Magic Johnson fue titular en 1992 después de no haber jugado ni un minuto tras el anuncio de que era portador del virus del VIH. Y nadie en su sano juicio (creemos) discutiría que merecía esa condición, por la relevancia de todo lo que sucedió en aquellos meses y su trascendencia como figura esencial de la NBA y, en aquel momento, de la lucha para combatir una enfermedad terrible… y los horribles prejuicios que la rodeaban.
Estos son, sin embargo, algunos casos sonados, en orden cronológico, de jugadores que fueron titulares en un All Star y que no debieron serlo… o al menos el debate fue obvio al respecto. Por su situación en aquel determinado momento, por sus números, porque había otros candidatos aparentemente mejores… son estos:
DIRK McGUIRE (1956). Base de los Knicks de 30 años, no tenemos en la cabeza cómo jugaba McGuire en aquel 1956 pero sí que es considerado uno de los primeros casos claros de jugador que no debería haber sido titular en un All Star, que se jugó en Rochester y tuvo a Bob Pettit como MVP. En aquella temporada promedió 6,9 puntos, 3,5 rebotes y 5,8 asistencias con, además, un 34% en tiros, la peor marca de su carrera. Se considera que su puesto debió ser para Jack George, base del campeón meses después, Philadelphia Warriors. George (segundo en asistencias de la temporada por detrás de Bob Cousy) fue suplente, con sus compañeros Paul Arizin y Neil Johnson en el quinteto.
JOHN HAVLICEK (1978). Un histórico de la NBA y de Boston Celtics. Ocho veces campeón, una MVP de las Finales… y 13 all star. Las trece seguidas (1966-78) pero la última con un puesto algo forzado en el quinteto del Este. Ya con 37 años, el gran Havlicek (que falleció en 2019) promedió en su última temporada 17 puntos, 4,3 rebotes y 4,3 asistencias y llegó al parón del All Star en torno a los 15 puntos por partido, por debajo del 45% en tiros y con los peores ratios defensivos de su legendaria carrera.
TRES CASOS EN 1983. Un año con mucho debate. De los diez titulares, hay siete que suenan muy bien. En el Este, Isiah Thomas, Larry Bird, Julius Erving y Moses Malone. En el Oeste, Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar y Alex English. Pero se discutieron los otros tres: Maurice Lucas (ala-pívot) y David Thompson (escolta) en el Oeste y Maurice Cheeks (escolta) en el Este. El puesto de Lucas (17 puntos y 10 rebotes de promedio) podría haber sido para Kiki Vandeweghe (27 puntos, 5 rebotes) o Jack Sikma (18+11), que fueron suplentes. David Thompson, el ídolo de Michael Jordan, era uno de los jugadores más espectaculares de su tiempo, un prodigio físico de mates imposibles. Pero promediaba 16 puntos y 4 rebotes mientras que fueron suplentes George Gervin (26+5) y Jamaal Wilkes (20+4). En el Este, Maurice Cheeks (un excelente defensor que promediaba 13 puntos y 7 asistencias) completó el trío de sixers en el quinteto con Erving y Malone. Para muchos, el titular debió ser su compañero Andrew Toney (20 puntos y 5 asistencias) o Sidney Moncrief (23 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias por partido).
ALVIN ROBERTSON (1986). Hay solo cuatro jugadores, desde que estadísticamente se puede llevar la cuenta, que han firmado cuádruples-dobles en la NBA: Nate Thurmond, Hakeem Olajuwon, David Robinson… y Alvin Robertson, el escolta de los Spurs que lo hizo en 1986 y fue titular junto a Magic Johnson en el backcourt del Oeste en el All Star Game. Promediaba 17 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias. En el banquillo quedaron Clyde Drexler (19+6+8) y Rolando Blackman (22+4+3).
AC GREEN (1990). El hombre de hierro de los Lakers, el jugador que apostaba por la castidad en el equipo de Hollywood y el que tiene un récord que parece imposible de batir: 1.192 partidos segudios de regular season sin perderse ni uno solo. Su trabajo sucio fue muy importante en los anillos de 1987 y 1988… pero parece excesivo que fuera titular en el All Star de 1990, con 26 años y con promedios de 12,9 puntos y 8,7 rebotes. En el Oeste (con Karl Malone ausente) fueron suplentes David Robinson, Tom Chambers y Chris Mullin.
BJ ARMSTRONG (1994). Los Bulls no se hundieron en el primer adiós de Michael Jordan y eso tuvo premio en el All Star. En los quintetos estaba Scottie Pippen, que se puso al frente del equipo y jugó una temporada fabulosa, y se coló el base BJ Armstrong, con sus excelentes porcentajes de tiro y sus 15,8 puntos y 4 asistencias por noche. Fue, de hecho, el más votado en el Este por detrás de Charles Barkley y Shaquille O’Neal. Armstrong, campeón en los tres títulos del primer threepeat de los Bulls (1991-93), solo fue all star en aquel curso. Y fue titular por delante de John Starks (19 puntos y 6 asistencias de media) y Mark Price (17+8).
DAN MAJERLE (1995). Majerle, un escolta muy fuerte y con capacidad para lanzar desde muy lejos en una época en la que eso no era ni mucho menos tan habitual como ahora (llegaba a irritar seriamente a Charles Barkley), promediaba en 1995 16 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias en su último año con Phoenix Suns. Fue all star por tercera y última vez, y titular por delante de Gary Payton (21 puntos y 7 asistencias por noche), John Stockton (15+12) y Mitch Richmond (23+4).
EDDIE JONES (2000). Jones era un gran escolta que acabó saliendo de los Lakers en 1999, antes de los anillos de Kobe Bryant y Shaquille O’Neal. Un jugador con muchos puntos y muy estético, fue titular en el All Star de 2000 como escolta del Este. Promediaba 20 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias. Nada mal… salvo que en el banquillo estaban Reggie Miller y, sobre todo, un Jerry Stackhouse que se movía en 24+4+5.
ANTOINE WALKER (2002). Con 25 años por entonces y unas medias muy buenas (22,7 puntos y casi 10 rebotes), Walker fue titular en el All Star con aquellos hábitos suyos de tirarse todo desde cualquier posición. Sin embargo, había más de lo que parecía en esas estadísticas, y no le dejaba en buen lugar. Lanzaba más de 8 triples por noche y tenía un 39% en tiros de campo totales.
STEVE FRANCIS (2004). Ya en plena caída, Francis (descorche rapidísimo y hundimiento también exprés) jugó su tercer all star seguido (2002-04) antes de ser traspasado de los Rockets a Orlando Magic. Se descolgaba de la elite a toda velocidad, todavía con 26 años: 16,9 puntos y 5,9 asistencias de media con un 40% en tiros. Para muchos era un clamor que su puesto podría haber sido para Ray Allen (23+5+5) o para un Sam Cassell que solo fue all star ese año pero estaba rindiendo a un nivel fabuloso (20 puntos, 7 asistencias).
VINCE CARTER (2005). Uno de los jugadores más espectaculares de su década y uno de los que eran carne de All Star por su plasticidad y por esos mates con los que hizo historia en el concurso de 2000. Fue ocho veces seguidas all star (2000-07) pero en 2005 no merecía ser titular tras una temporada muy convulsa en la que buscaba una salida de Toronto Raptors que llegó en diciembre, cuando fue enviado a New Jersey Nets. En el banquillo estaban, con más merecimientos seguramente en aquel momento para ser titulares, Dwyane Wade, Gilbert Arenas... Carter había estado, entre líos, en apenas 16 puntos por noche con un 41% en tiros. Pero el voto popular… En esa misma edición se cuestionó la titularidad, también en el Este, de Grant Hill, que fue all star por última vez y que estaba todavía a buen nivel pero no mejor que, por ejemplo, Paul Pierce. Hill, entonces en los Magic, fue el menos votado del quinteto del Este.
ALLEN IVERSON (2009 Y 2010). Los líos de Iverson, una leyenda que fue once veces votado como all star, dos MVP de la cita (2001 y 2005)… pero que acabó mal su carrera después de su década (1996-2006) en Philadelphia 76ers. Entre 2009 y 2010 pasó por Nuggets, Pistons, otra vez Sixers y Grizzies. Después firmó con el Besiktas. En aquellos dos años (tenía 33 y 34, respectivamente), promedió 18,2 puntos y 5,1 asistencias y 14,4 y 4,2. En la temporada 2008-09 jugó tres partidos con los Nuggets y fue traspasado a los Pistons, donde apenas anotaba el 42% de sus tiros cuando fue all star. En 2010 los Grizzlies dejaron de contar con él por las broncas que tuvieron a costa de su rol y él mismo, que tampoco se asentó en el regreso a Philadelphia, pidió no estar en el All Star Game, que finalmente no jugó por razones personales. Pese a todo, fue el segundo guard más votado del Este por detrás de Dwyane Wade. Y por delante de Joe Johnson, que acabó con su puesto en el quinteto, y Derrick Rose. Estrambótico.
YAO MING (2011). A meses de terminar su carrera NBA porque su físico no dio más de sí, Yao Ming fue titular en su octavo all star, una cita para la que era un fijo en los quintetos por el peso del voto popular que llegaba desde China. Una bendición en términos de márketing para la NBA pero algo que hizo que, por ejemplo, fuera titular del All Star como rookie por delante de un Shaquille O’Neal todavía en plenitud. Yao no pudo jugar en la temporada 2009-10 y llevaba cinco partidos en aquella 2010-11 con poco más de 10 puntos y 5 rebotes de media. Su cuerpo se venía abajo. Tim Duncan fue pívot suplente.
KOBE BRYANT (2014). Después de los 19 de Kareem Abdul-Jabbar, Kobe y LeBron James son los siguientes con más all star disputados (18). En 2014, sin embargo, su condición de titular parecía exagerada aunque aclamada por el gran público. Tenía 35 años y solo pudo jugar seis partidos en toda la temporada. Debutó un 8 de diciembre y cayó después, por una lesión de rodilla y tras esos seis encuentros en los que no estuvo, claro, a su nivel: 13,8 puntos con malos porcentajes y un balance de 2-4. Él mismo pidió a los aficionados que votaron a los jugadores jóvenes que lo merecían más. Sin embargo, fue el segundo más votado del backcourt del Oeste, solo por detrás de Stephen Curry. Y se ganó el puesto de titular aunque no pudo participar por lesión. En 2016 tampoco había hecho méritos deportivos pero, en pleno año de retirada y en una gira de despedida en la que fue jaleado por todo el país, era obvio que sería titular del All Star. El simbolismo era demasiado importante, básicamente inevitable y difícilmente discutible. Entró como alero en un quinteto con Stephen Curry y Russell Westbrook. Fue el All Star en el que hizo mucho ruido la ausencia de Damian Lillard, que no fue ni suplente. El base de los Blazers promediaba más de 24 puntos y 7 asistencias. En 20 años, 19 jugadores habían llegado al parón del All Star con medias así y los otros 18 sí habían estado en el partido de las estrellas.
ANDREW WIGGINS (2022). Una historia bonita. El número 1 del draft de 2014 y un jugador llamado a ser generacional, Wiggins se quedó en poca en Minnesota, donde se consideró tóxica la extensión de contrato que había firmado: 5 años y 148 millones, un vínculo que acaba en 2023 y que ahora percibe en la Bahía, donde los Warriors arriesgaron y han conseguido que cambie su narrativa como jugador de equipo. Mejor en defensa, esforzado, tomando buenas decisiones... Su temporada es muy buena, es una pieza importante en los Warriors y ha transformado la forma en la que muchos le ven. Todo eso es cierto, pero también que no sería titular sin las lesiones de Kawhi Leonard, Paul George, Anthony Davis, Draymond Green...