NBA | CAVALIERS 144 - RAPTORS 99
Los Cavs arrasan con todo
22 triples convertidos, 39 asistencias repartidas... Exhibición de los Cavs, que anotan 144 puntos y ganan de 45 a los Raptors. Ricky, 16 puntos.
"Arrasa con lo que veas, y generoso no seas". Es la frase que se decían siempre el Capitán Jack Sparroy y su inseparable compañero de aventuras, Joshamee Gibbs, en la saga Piratas del Caribe. Y parece ser el lema de los Cavaliers 2021-22: un equipo descarado, revolucionario, enormérrimo y entretenido. Carismático, divertido, extraordinario y moderno. La quintaesencia de lo colectivo, de las viejas glorias que han recuperado el brillo especial en la mirada, las jóvenes promesas que apuntan maneras y esos jugadores que ahora son los mentores de lo que en su día representaban ellos mismos. Los Cavs monopolizan, en estos momentos, los deseos de libertad, de emancipación de su propia historia, de la lucha contra lo imposible; del saber, del poder, del deber. De las ganas de ganar y de aprender. Todo eso son los Cavaliers, que han arrasado a los Raptors mientras intentan dejar aterás su breve parón por coronavirus, aplazamiento incluido, y volver a esa racha de victorias que estaban teniendo hasta que la pandemia les obligó a parar. Porque, hasta ahora, solo la pandemia ha conseguido frenarles.
Los Cavaliers están en la quinta posición de la Conferencia Este con un récord de 20-13. Los Sixers, sextos, están a tres partidos, los mismos que separan a la entidad de Ohio del primer puesto que ocupan los Nets. Entre medias, del segundo al cuarto puesto, Bulls, Bucks y Heat. Todos ellos, los de delante y los de detrás, tienen plantilla teóricamente superiores, más talento libra por libra, mejores entrenadores, estrellas más grandes y, desde luego, más posibilidades de hacerse con el anillo. Sin embargo, lo que parecía un mero buen inicio pasajero que se iba a pasar cuando llegaran las lesiones y las dificultades ha sido otra cosa: los Cavs sobrevivieron a las ausencias, incluida la de Evan Mobley, han resistido (de momento) al coronavirus, no se han hecho pequeños ante los que supuestamente eran más grandes y resisten en la parte alta de una Conferencia en la que hay muchos que están mal y solo unos pocos que están bien. Entre ellos, claro, los Cavaliers.
En estos momentos, los Cavaliers son la mejor defensa de la Conferencia Este y la segunda mejor de la NBA, solo por detrás de los Warriors. También son novenos en porcentaje de tiros de 2, octavos en porcentaje de tiros libres y octavos en asistencias. Además de tener el cuarto mejor net rating de la Liga tras Warriors, Suns y Jazz. Todo un logro que han llevado a una nueva dimensión ante los Raptors, contra los que han dado una exhibición defensiva (99 puntos para los canadienses)... y ofensiva: 22 triples convertidos, hasta 52 intentados, 52 rebotes, 39 asistencias, 12 robos de balón y 144 puntos con casi el 53% de acierto en el tiro. Una forma extraordinaria de acabar con la débil resistencia de sus rivales, llenos, todo hay que decirlo, de bajas por coronavirus y por lo que no es coronavirus: OG Anunoby, Scottie Barnes, Precious Achiuwa, Isaac Bonga, Malachi Flynn, Fred VanVleet, Khem Birch, Gary Trent Jr. y Pascal Siakam están fuera de juego para el equipo de Nick Nurse. Algo que pesa demasiado.
Más allá del partido en sí, del que tampoco se puede sacar mucho más (los Cavs ganaron todos y cada uno de los cuartos y anotaron 46 puntos en el tercero), los Raptors no tuvieron muchas cosas positivas y se quedaron con los 21 tantos de Chris Boucher y los 26, con 13 rebotes, de Yuta Watanabe. En los de Ohio, que han renovado a su entrenador, J. B. Bickerstaff, hasta 2027 (regalo de Navidad por su buen hacer), hubo de todo: 20 puntos de Lauri Markkanen, 17 de Dean Wade, 22+9 (con 6 de 9 en triples) de un resucitado Kevin Loven, titular por primera vez en la temporada; 22, con 8 asistencias, de Darius Garland, 16+2+6+3 de Ricky Rubio (que también saltó de inicio), 17+9 de Denzel Valentine, además de algún punto, y algún tiro de campo de cada uno de los 12 jugadores que entraron a pista en algún momento. Casi todos participan en la rotación con Bickerstaff, que certifica lo que ya se sabía: estos Cavs son los mejores que ha habido en el siglo XXI sin LeBron James. Y sí, eso no era realmente difícil. Pero tampoco estábamos hablando de la plantilla ideal para conseguir lo que se asemeja a toda una gesta. Ahora falta lo más difícil: seguir así lo que queda de temporada. En otras palabras: rematar.