Esta vez la Luz sí funcionaba en Miribilla
La de Rafa. Magistral partido del base brasileño. Cuarto triunfo consecutivo del Bilbao Basket en casa, ante un Breogán que solo contó con Musa como argumento ofensivo y se desmontó tras el descanso. Lesión de Thomas.
Pues al final el encuentro más esperado y polémico en Miribilla este año se lo llevó un Bilbao Basket que se ha hecho fuerte en su feudo. Ahí, en la guarida verde y amarilla, lleva cuatro victorias seguidas, todas las que luce en su casillero. Ha cogido la costumbre de doblegar a los rivales directos por la permanencia. El Breogán se desmoronó en el segundo tiempo, únicamente en manos de ese genio que es Musa, y pierde valor en la bolsa de la Copa. Los vascos siguen perdiendo gente, esta vez un Thomas que apunta a estrella, pero parece que pueden con todas las zancadillas. Haciendo una gracieta para distender el asunto, hace días no iban las bombillas de un reloj de posesión y su sustituto, y esta vez una Luz brillante y magistral, la del base Rafa, prevaleció sobre todos los que jugaron. Insufla enorme carácter y su energía es gasolina para un coche que marcha con conmovedor orgullo y cada vez tiene más clara su personalidad y los roles. La victoria descansó en la dureza que aplicó el triángulo Luz-Inglis-Withey.
RESUMEN
Surne Bilbao Basket (17+17+25+24): Rafa Luz (18), Thomas (1), Bigote (13), Masiulis (2) y Delgado (12) -cinco inicial-; Peno (9), Hakanson (2), Reyes (6), Inglis (11) y Withey (9).
Río Breogán (22+10+20+23): Bell-Haynes (11), Kacinas (2), Musa (25), Iván Cruz (4) y Mahalbasic (13) -cinco inicial-; Erik Quintela, Sollazzo, Kalinoski (2), Lukovic (8), Sakho (10) y Larsen.
Árbitros: Fernando Calatrava, Vicente Bultó y Joaquín García González. Sin eliminados.
Incidencias: Partido de la duodécima jornada de la Liga Endesa, aplazado el pasado 5 de diciembre por un fallo técnico y disputado en el Bilbao Arena de Miribilla ante 5.197 espectadores, según datos oficiales
Hubo que rescatar este partido que permanecía en el limbo desde el día 5 por un cubo de posesión diabólico al que le dio por no funcionar. El paisaje era completamente diferente en esta ocasión: si por entonces diluviaba y un trueno removió toda Bizkaia, esta vez hasta se hizo fuerte el sol, hasta que claudicó a las seis de la tarde. Si por entonces 500 hinchas celestes y 7.000 bilbaínos aportaban un colorido espectacular, en esta ocasión poco más de cinco mil almas locales y como 20 de Lugo ponían el congelador en el pulso.
La vuelta de los renqueantes Luz y Galán era una buena noticia en un equipo asolado por las desgracias. Pero por si alguien trataba de olvidarse de ellas, llegó otra más mediado el choque. El base paulista es como Ricky Rubio para este equipo desordenado excesivamente en muchas ocasiones y falto de chispa. Eso sí, hubo que rectificar el rumbo inicial. Si Mumbrú apuntaba en la previa que posiblemente el Breogán iba a estar más rabioso por no haber jugado 11 días atrás, ya que por entonces tenía a 500 aficionados al abrigo y esta vez se vería huérfano, acertó de pleno. O habría que decir que su equipo amaneció a verlas venir, desprotegiendo la zona de tal manera que parecía la playa de Benidorm lleno de veraneantes dispuestos a anotar cuando quisieran. Firmaron en los diez minutos iniciales un 11/12 en tiros de dos, y porque taponaron una bandeja a Musa, que si no, habría sido impecable la hoja de servicios. Los lucenses arrancaron con un ritmo muy superior y el ataque vizcaíno era lamentable, al paso, sin encontrar ventajas por ningún lado ni experimentar qué se siente al lanzar un triple. Pero es que atrás los 'hombres de negro' concedían enormes facilidades, no se empleaba la dureza exigible en ACB.
El Breo anotaba en situaciones muy fáciles, con tiros de lo más sencillos, sobre todo Musa tras penetrar y soltar la pelota. Nadie le vigilaba y es una de las estrellas de la Liga. Sus penetraciones dejando la pelota muy arriba son pura canela. Hizo la segunda falta el crack bosnio en cuatro minutos, pero se controla muy bien. Mumbrú cambió el quinteto antes de acabar ese primer acto y la cosa fue virando. Aportó especial energía Withey, con un matazo por ejemplo, aunque los errores en los tiros libres desangraban al Surne. Este fue ganando en agresividad defensiva.
Luz estaba siendo clave en el desarrollo del partido, por la pasión que pone en todo lo que hace. Tras 15 minutos de ir a la sombra del rival, el Bilbao Basket se puso por delante con un tiro en paso atrás de Bigote: 23-22. Pero sus males no parecen acabar nunca. Thomas, estelar en su estreno en Vitoria el sábado, se retiró a vestuarios por molestias en la zona del sóleo y el tendón de Aquiles. Ya no volvió a salir. Increíble el mal fario de este equipo.
El Bilbao empezó a sentirse cómodo en pista atacando desde el bloqueo directo central con continuaciones profundas. Sus mejores minutos coincidían cuando entre Bell-Haynes, Musa o Mahalbasic había uno o varios que estaban fuera. Su 'big three'. El Surne se iba por la conexión francesa. Se fio de Bigote como guía y en un 'cuatro' físico como Inglis, porque este juego parece que solo vive de los hombres abiertos en esa posición y ya va siendo hora de reivindicar este perfil de ala-pívots altos culones que postean como los ángeles. O como Banic, vaya.
Un 13-0 fue poniendo la alfombra hacia la victoria local: del 37-40 al 50-40 a -15:01 para acabar. Withey era una roca atrás, con Inglis haciéndole los coros en cuanto a dureza, y la diferencia se estiró hasta el 72-55. Delgado también gobernaba la 'pintura'. ¡Qué poco pariente es este Breo con el pletórico del Pazo! Da gusto verlos en casa encontrando siempre un tiro en ventaja, con fluidez, y esta vez no hubo ni el mínimo plan.Las rotaciones son muy cortas y si alguno de los pilares del quinteto base no está bien, se ven las limitaciones del plantel.
Los vizcaínos entendieron cómo atacar ante la alta defensa celeste del bloqueo y continuación, con una triangulación perfecta. Musa fue el único argumento celeste y así es difícil sacar un partido en esta Liga. Firmaron un 4/28 (14 por ciento) en triples, cuando esa es una de sus grandes armas. Los 'hombres de negro' hasta se pusieron a pensar en el 'average', pero el físico no les daba para mucho. Vivir para ver entre un equipo en la zona caliente y otro recién ascendido que está gozando en la vuelta a la ACB. Es lo que trajo un cubo demoníaco a principios de mes. El Bilbao no sale de descenso, pero está ya con el pelotón de cuatro victorias, a una del duodécimo. Así de igualado está el tema.
Mumbrú confirma la baja de Thomas para "unas semanas"
Mumbrú, confirmó que Khyri Thomas causará baja durante "varias semanas" a causa de la lesión que se produjo este jueves en el partido frente al Breogán que ganó el equipo vasco por 83-75. "Parece que no va a ser cosa de un día y que se ha roto algo. Le harán pruebas mañana. Parece que tiene algún problema en el sóleo o el tendón de Aquiles. El doctor cree que tendrá algo roto y estaremos unas semanas sin Khyri", comentó Mumbrú sobre el escolta que hoy jugaba su segundo partido como 'hombre de negro'.
Sobre el partido, el técnico catalán aseguró que no le gustaron "nada los seis o siete primeros minutos". "Empezó el partido un poco frío, en la pista y en la grada. Nos metían canastas fáciles, pero aún así el desaguisado no fue demasiado grande. Después cambiamos de actitud, nos metimos bien en el partido y supimos aguantar hasta el final", explicó un Mumbrú quien consideró fundamental el papel de Luz.
"Ha hecho buen partido sobre todo desde la energía porque fue capaz de involucrar a todo el mundo, al equipo y a la gente. Nos ha dado mucho carácter en momentos importantes del partido", resaltó. Mumbrú, por último, destacó también la importancia de esta cuarta victoria de la temporada ante un rival "que juega muy bien y venía con confianza" mientras que el Bilbao Basket llegaba "después de dos o tres partidos muy buenos, pero con derrotas". "Y necesitas ganar para ratificar el trabajo diario", apostilló.
Olmos: "El Bilbao fue superior en energía y ritmo"
Paco Olmos consideró al Surne Bilbao Basket "justo merecedor" de la victoria en el duelo que enfrentó a ambos equipos el Miribilla (83-75) porque "jugó mejor" y "fue superior en energía y ritmo". "En los primeros siete-ocho minutos jugamos como queríamos, con buena defensa y ataque colectivo, pero a partir de ahí nos hemos diluido. Al equipo le entró frustración que luego se convirtió en ansiedad en el segundo cuarto. No supimos atacar la energía defensiva de Bilbao y nuestro tiro liberado fue ruinoso", lamentó Olmos.
El técnico del equipo lucense añadió que en la segunda parte Bilbao siguió "castigando los errores y pérdidas" de Breogán. "Íbamos un segundo por detrás, aunque por lo menos levantamos la cabeza para acabar compitiendo. El 'basket-average' puede ser importante y aunque esos ocho puntos son una desventaja importante logramos bajar la sangría de 17 puntos. Poco más que aprender y levantarnos que en tres días jugamos con Valencia", concluyó Olmos. "Es el partido que menos cara hemos tenido de competir, con el de Manresa. La imagen dista mucho de lo que debemos demostrar fuera".